lunes, 21 de marzo de 2022

PALABRA COMENTADA

 

Lunes 3 de Cuaresma

2Reyes 5,1-15ª



REFLEXIÓN

por su medio el Señor había dado la victoria a Siria

La Palabra en el autor humano propicia un juicio de fe sobre acontecimientos de la historia de otras naciones fuera de Israel, desde la perspectiva del dominio universal del Dios de Israel.

Ya no hay ámbito fuera de su intervención salvífica, aunque no se vea a la primera una consecuencia para Israel.

En una incursión, una banda de sirios llevó de Israel a una muchacha, que quedó como criada de la mujer de Naamán

Los hechos aparentemente inocuos aparecen en la Palabra realzados por la inspiración del Espíritu del Señor.

Aprendemos así a valorar lo pequeño como pieza providencial de su amor en la historia para transformarla en liberación, salvación, plenitud de vida.

Así como una noticia sobre la curación de la lepra llegó a oídos de Naaman, por mano de una esclava, otras informaciones relevantes para la vida de personas y pueblos, pueden llegar a constituirse oportunamente en presencia salvadora del Señor.

Naamán se puso en camino, llevando tres quintales de plata, seis mil monedas de oro y diez trajes

Pero la lógica infatuada del poder humano  gestiona la humilde información de la doméstica como asunto de estado.

Nuestra grandielocuencia, jactancia y retórica torna una y otra vez para querer hacer sombra a la dinámica del Espíritu, sencilla, confiada, callada, eficaz.

Fijaos bien, y veréis cómo está buscando un pretexto contra mí.

Hoy en día cuando queremos que algún constructo nuestro sea reputado por digno de credibilidad y confianza, lo titulamos “teoría”.

Así cuando la malicia y suspicacia echa a correr un rumor o especula, le llamamos “teoría de la conspiración”. Y con eso nos parece que está acreditada como científica, el máximo galardón intelectual de nuestra cultura positivista.

Pero falló la especulación suspicaz del rey de Israel, aunque no era extraño estar prevenido con un Imperio al acecho.

Muchos argumentos y juicios se elaboran sobre presunciones y conjeturas enfocadas en agendas ocultas, no en verdades.

Las manifestaciones públicas de tales subjetividades erosionan la verdad y entorpecen el logro de su encuentro. Hacen fatigosa su búsqueda, hasta el extremo de ser tentados en renunciar a ella.

Pero la verdad se da a conocer temprano o tarde, y hay que servirle con paciencia y serenidad.

¿Por qué te has rasgado las vestiduras? Que venga a mí y verá que hay un profeta en Israel.

Un profeta entonces para un no israelita es como un adivino o derviche, casi brujo.

En Israel este servicio va camino de una evolución distinta: se trata de la voz u oráculo de Yavé, el Dios de Israel.

Y por lo tanto una divinidad que habla y se manifiesta como un ser vivo y con quien se establece una relación personal.

"Ve a bañarte siete veces en el Jordán, y tu carne quedará limpia."

Continúa la enseñanza del Señor por los medios más humildes y sencillos.

Yo me imaginaba

Uno piensa sobre el cómo de la salvación, y se sorprende del cómo de su realización.

La regla de oro de la intervención del Señor en la transformación de la vida de las personas es la sencillez y pobreza de medios.

Porque así se marca la desproporción y contraste que hace vislumbrar la otroeidad o alteridad de Dios.

y que, puesto en pie, invocaría al Señor, su Dios, pasaría la mano sobre la parte enferma y me libraría de mi enfermedad

Se contrastan dos imágenes o conceptos de la divinidad. La de Eliseo se muestra casi imperceptible, con gran economía de medios en su intervención, tan cotidiana como lavarse en un río. Se muestra una relación entre Eliseo y su Dios de gran familiaridad y confianza.

sus siervos se le acercaron y le dijeron

Los humildes tienen más sensibilidad con la proximidad de ese estilo sencillo de hacer por parte del Señor.

Cuanto más si lo que te prescribe para quedar limpio es simplemente que te bañes

Como la realidad teológica del bautismo que no deja de ser un baño, un diluvio que arrasa con todo impedimento, para el crecimiento en el seguimiento del evangelio.

"Ahora reconozco que no hay dios en toda la tierra más que el de Israel."

Porque glorificarlo por su intervención es nuestro gozo y salud.

Este es el fondo edificante de la narración: sólo Yavé es Dios.

Un credo que se va estructurando mediante realidades humanas, incluso hasta contrarias que pueden abortar su confesión.

Salmo responsorial: 41



REFLEXIÓN

¿cuándo entraré a ver / el rostro de Dios?

Cuándo terminará este dominio del símbolo y traspondremos a la realidad sin velos?

Envía tu luz y tu verdad: / que ellas me guíen

La luz produce un ambiente que por su iluminación permite ver lo que hay.

Semejantemente la luz sencilla y humilde, que ni siquiera advertimos casi por lo acostumbrados que estamos y la presuponemos, nos permite mirar, ver y observar.

En el ambiente de la luz del Señor, si vamos más allá de darla por descontado, y contemplamos con sencillez y maravilla lo que nos permite ver del Espíritu, logramos presencias no advertidas usualmente.

En este medio precario que es la realidad histórica.

que te dé gracias al son de la cítara, / Dios, Dios mío

Saber darte gracias con generosidad por tu multiforme presencia e intervención es también tu gracia y nuestro gozo.

Lucas 4,24-30



REFLEXIÓN

Os aseguro que ningún profeta es bien mirado en su tierra

Porque lo obvio y lo acostumbrado lo miramos con desdén, cuando una mirada sencilla y en la luz del Señor nos ayudaría a penetrar esa superficie y descodificar significados relevantes, que oscurecen las apariencias.

Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo; sin embargo, ninguno de ellos fue curado, más que Naamán, el sirio

No es el extranjero inversionista sino el enfermo leproso el que es relevado por la Palabra de Jesús.

Como hoy migrantes de todas las razas van ingresando en regiones que pretenden para su subsistencia y progreso.

Ellos no son muchas veces bienvenidos porque no son los extranjeros ricos que invierten.

Sin embargo también pueden aportar riqueza de todo tipo.

Porque el extranjero bendecido en la Palabra es el que recuerda al pueblo cómo fue su condición cuando estuvieron oprimidos y cómo los libró el Señor.

Jesús aborda otro sentido en el relato de Naaman. Ese sentido lo vincula al kairos que él representa por parte del Padre de los cielos.

Su carne no es suficientemente transparente para que se revele con evidencia ese Señor.

Su don de profecía no funciona ante la incredulidad de sus paisanos, que creen conocerlo suficientemente.

Estamos ante una actitud como la de Naaman frente a la sencillez del remedio de la lepra ofrecido por Eliseo.

Tal sencillez, tal humanidad no basta a la poca fe para suscitar cambios.

Y así hay lugares y épocas donde el cambio no es posible por la poca fe en el sencillo liderazgo con el que se convive.

Se ilumina otra faceta de la historia: el Dios único, Yave, y su profeta son reconocidos y confesados por extraños y no por los propios de Israel.

De quién depende que esto sea así? Del endurecimiento de los propios y de la apertura de los extraños.

todos en la sinagoga se pusieron furiosos y, levantándose, lo empujaron fuera del pueblo hasta un barranco del monte en donde se alzaba su pueblo, con intención de despeñarlo

Por lo tanto no fueron solamente los miembros de la elite quienes buscaron la muerte de Jesús, sino parte del pueblo a quien no convino aplicarse su enseñanza. Porque la verdad puede endurecer más a los endurecidos.

Seremos los servidores del evangelio capaces y fieles para enseñar la verdad aunque le duela al pueblo? Más bien parece que buscamos alianzas de poder con él y convenientemente rehuimos la libertad para dar a todos el Espíritu.

Y asì nos hacemos cómplices de su endurecimiento.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1505872512340705284?s=20&t=5i1cSz3gPYoloNvxeX9YMQ

 

DOCTORES DE LA IGLESIA



 Lunes III semana de Cuaresma

San Basilio Magno Homilía sobre la humildad 20,3

No se gloríe el sabio de su sabiduría, no se gloríe el fuerte de su fortaleza, no se gloríe el rico de su riqueza. Entonces ¿en qué puede gloriarse con verdad el hombre? ¿Dónde halla su grandeza?

REFLEXIÓN

Una pregunta asaz pertinente para nuestro mundo y siglo, toda vez que nos encontramos en la época glorificada del postmodernismo, la posverdad, el antisistema, el emotivismo, la modernidad líquida, la sociedad de consumo, la sociedad de la incertidumbre, el antihéroe, la post-centralidad humana, el cambio climático, la sociedad del caos, los sistemas tecnológicos inteligentes  y así…todo lo que contribuya a la deconstrucción, la protesta, la asonada, la rebelión, la revolución…

Quien se gloría –continúa el texto sagrado– que se gloríe de esto: de conocerme y comprender que soy el Señor.

REFLEXIÓN

Cómo así? Tan ausente de todo y todos, nos podremos gloriar? Dirán muchos y muchas.

En esto consiste la sublimidad del hombre, su gloria y su dignidad, en conocer dónde se halla la verdadera grandeza y adherirse a ella, en buscar la gloria que procede del Señor de la gloria.

REFLEXIÓN

Dicho en otra forma, ya se dijo que el hombre, su gloria y dignidad no se entiende sin la fuente de su grandeza y gloria: el Señor de la Gloria.

Dice, en efecto, el Apóstol: El que se gloríe, que se gloríe en el Señor, afirmación que se halla en aquel texto: Cristo, que Dios ha hecho para nosotros sabiduría, justicia, santificación y redención; y así –como dice la Escritura–: «El que se gloríe, que se gloríe en el Señor».

REFLEXIÓN

Qué bueno que ya lo dijo Pablo de Tarso, quien es testimonio de un convertido de la propia glorificación, ganada por  la persecución de los creyentes de Jesús de Nazareth.

Por tanto, lo que hemos de hacer para gloriarnos de un modo perfecto e irreprochable en el Señor es no enorgullecernos de nuestra propia justicia, sino reconocer que en verdad carecemos de ella y que lo único que nos justifica es la fe en Cristo.

REFLEXIÓN

Se trata de un punto interesante, porque si algo tenemos en exceso ahora es el reconocimiento y la queja de que no tenemos justicia verdadera. Pero no damos el siguiente paso: reconocer la única verdadera justificación, la de Jesús de Nazareth

En esto precisamente se gloría San Pablo, en despreciar su propia justicia y en buscar la que se obtiene por la fe y que procede de Dios, para así tener íntima experiencia de Cristo, del poder de su resurrección y de la comunión en sus padecimientos, muriendo su misma muerte, con la esperanza de alcanzar la resurrección de entre los muertos. Así caen por tierra toda altivez y orgullo. El único motivo que te queda para gloriarte, oh hombre, y el único motivo de esperanza consiste en hacer morir todo lo tuyo y buscar la vida futura en Cristo; de esta vida poseemos ya las primicias, es algo ya incoado en nosotros, puesto que vivimos en la gracia y en el don de Dios.

REFLEXIÓN

Y por esto no lo damos: porque es preciso reconocer que es otra vida, la del crucificado-resucitado, la que nos justifica. Cómo se hace este reconocimiento?

Y es el mismo Dios quien activa en nosotros el querer y la actividad para realizar su designio de amor. Y es Dios también el que, por su Espíritu, nos revela su sabiduría, la que de antemano destinó para nuestra gloria. Dios nos da fuerzas y resistencia en nuestros trabajos. He trabajado más que todos –dice Pablo–; aunque no he sido yo, sino la gracia de Dios conmigo. Dios saca del peligro más allá de toda esperanza humana. En nuestro interior –dice también el Apóstol– dimos por descontada la sentencia de muerte; así aprendimos a no confiar en nosotros, sino en Dios que resucita a los muertos. Él nos salvó y nos salva de esas muertes terribles; en él está nuestra esperanza, y nos seguirá salvando.

REFLEXIÓN

Pues, acercándonos al Señor de la Gloria, y abriéndonos a su activación en nosotros del amor, las fuerzas y resistencia en nuestros trabajos. Todos ellos emprendidos por el bien común. Confiando más en Él. Poniendo nuestra esperanza en Él.