viernes, 29 de julio de 2022

DOCTORES DE LA IGLESIA


 
De los Sermones de san Agustín, obispo
(Sermón 103, 1-2. 6: PL 38, 613. 615)

 

DICHOSOS LOS QUE PUDIERON HOSPEDAR AL SEÑOR EN SU PROPIA CASA

 Las palabras del Señor nos advierten que, en medio de la multiplicidad de ocupaciones de este mundo, hay una sola cosa a la que debemos tender. Tender, porque somos todavía peregrinos, no residentes; estamos aún en camino, no en la patria definitiva; hacia ella tiende nuestro deseo, pero no disfrutamos aún de su posesión. Sin embargo, no cejemos en nuestro esfuerzo, no dejemos de tender hacia ella, porque sólo así podremos un día llegar a término.

 Marta y María eran dos hermanas, unidas no sólo por su parentesco de sangre, sino también por sus sentimientos de piedad; ambas estaban estrechamente unidas al Señor, ambas le servían durante su vida mortal con idéntico fervor. Marta lo hospedó, como se acostumbra a hospedar a un peregrino cualquiera. Pero, en este caso, era una sirvienta que hospedaba a su Señor, una enferma al Salvador, una creatura al Creador. Le dio hospedaje para alimentar corporalmente a aquel que la había de alimentar con su Espíritu. Porque el Señor quiso tomar la condición de esclavo para así ser alimentado por los esclavos, y ello no por necesidad, sino por condescendencia, ya que fue realmente una condescendencia el permitir ser alimentado. Su condición humana lo hacía capaz de sentir hambre y sed.

 Así, pues, el Señor fue recibido en calidad de huésped, él, que vino a los suyos y los suyos no lo recibieron; pero a cuantos lo recibieron dio poder de llegar a ser hijos de Dios, adoptando a los siervos y convirtiéndolos en hermanos, redimiendo a los cautivos y convirtiéndolos en coherederos. Pero que nadie de vosotros diga: «Dichosos los que pudieron hospedar al Señor en su propia casa.» No te sepa mal, no te quejes por haber nacido en un tiempo en que ya no puedes ver al Señor en carne y hueso; esto no te priva de aquel honor, ya que el mismo Señor afirma: Cada vez que lo hicisteis con uno de estos mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis.

Por lo demás, tú, Marta -dicho sea con tu venia, y bendita seas por tus buenos servicios-, buscas el descanso como recompensa de tu trabajo. Ahora estás ocupada en los mil detalles de tu servicio, quieres alimentar unos cuerpos que son mortales, aunque ciertamente son de santos; pero ¿por ventura, cuando llegues a la patria celestial, hallarás peregrinos a quienes hospedar, hambrientos con quienes partir tu pan, sedientos a quienes dar de beber, enfermos a quienes visitar, litigantes a quienes poner en paz, muertos a quienes enterrar?

 Todo esto allí ya no existirá; allí sólo habrá lo que María ha elegido: allí seremos nosotros alimentados, no tendremos que alimentar a los demás. Por esto, allí alcanzará su plenitud y perfección lo que aquí ha elegido María, la que recogía las migajas de la mesa opulenta de la palabra del Señor. ¿Quieres saber lo que allí ocurrirá? Dice el mismo Señor, refiriéndose a sus siervos: Os aseguro que se pondrá de faena, los hará sentar a la mesa y se prestará a servirlos.

jueves, 28 de julio de 2022

PALABRA COMENTADA

 

Jueves 17 de tiempo ordinario

Jeremías 18, 1-6



REFLEXIÓN

le salía mal una vasija de barro que estaba haciendo, y volvía a hacer otra vasija, según le parecía al alfarero

como está el barro en manos del alfarero, así estáis vosotros en mi mano, casa de Israel

Acción profética se le dice al mensaje que es dramatizado en la realidad de las cosas.

Así la creación toda es también una Palabra profética del Señor, que nos revela su misterio y designio sobre nosotros.

Jeremías como profeta, da testimonio con su vida, sufrimiento y persecución, del dolor que significa para el Señor, la prevaricación de su pueblo.

Por eso fue el primer designado con el título de Siervo de Yavé, que más adelante se le dará también a Jesús por los cristianos de las primeras generaciones.

El Señor toma nuestra carne herida y la transforma en su gloria, en un proceso que duele pero no quita la paz.

Dejarnos llevar, dejar hacer al Espíritu su transformación en nosotros, es el efecto de escuchar la Palabra.

Salmo responsorial: 145



REFLEXIÓN

seres de polvo que no pueden salvar; / exhalan el espíritu y vuelven al polvo

Solo debemos dejarnos del Señor, Espíritu que puede salvar y alejarnos de la dependencia de los seres de polvo que no pueden salvar.

Cuando en la tradición de la Iglesia, la comunidad, a través de los siglos, ha madurado la fe en Jesús de Nazareth como hijo unigénito del Padre, y  confesó su cualidad divina, más que categorías culturales griegas, expuso una iluminación vital para la existencia humana: creer que alguien de carne y hueso era portador de una salvación definitiva y radical para la angustia humana.

Más que Jesús que sana, es Jesús Vida Nueva a quien confesamos, desde lo profundo de nuestra fe.

Mateo 13, 47-53



REFLEXIÓN

¿Entendéis bien todo esto?"

Se entiende que está en juego un juicio para una vida nueva? O todavía estamos perdidos sobre el sentido trascendente del reino?

La diferencia entre ser llamado y ser seleccionado, entre red que se llena al comenzar la pesca y la selección que se realiza entre buenos y los otros, al final.

No nos podemos gloriar sólo por ser llamados y haber escuchado su voz, sino que el esfuerzo completo se tensiona hasta un juicio final.

Nuestro compromiso absoluto estriba en su misericordia.

"Ya veis, un escriba que entiende del reino de los cielos es como un padre de familia que va sacando del arca lo bueno y lo antiguo."

Un padre-madre de familia tiene una responsabilidad por el conjunto, y su sabiduría va más allá de las idelogías de izquierda o derecha, de los dictámenes médicos, antropológicos, científicos.

Es una sabiduría para la salvación de la vida nueva que se procesa ya en nosotros. Así no terminamos en polvo.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1552617540177862659?s=20&t=EPSnr07eJkErRt0vlaFueA