Lunes 25 de tiempo
ordinario
Año Par
Proverbios
3, 27-34
REFLEXIÓN
pero se
confía(sod:íntimo, consejero secreto) a los hombres rectos(yashar:honesto)
Los Proverbios forman parte en primer
término de la sabiduría popular: la experiencia que adquieren los pueblos por
observación, repetición y transmisión.
En las diferentes culturas del
antiguo oriente se daba, como se da ahora en todo pueblo, una manera propia de
ver la vida, sus aciertos y riesgos, para prevenir el peligro y lograr éxito.
Figuran esta sabiduría dichos y
refranes en la Palabra inspirada del Señor porque Israel tuvo por asistencia de
Dios la sabiduría práctica que desarrolló a lo largo de su existencia, con
influjo de los otros pueblos.
Esta sabiduría
miraba los actos rectos y honestos como una forma de cercanía de Dios y
garantía de recompensa material y espiritual en la existencia.
Sin embargo la experiencia irá
mostrando que no siempre es así, que los malvados también prosperan y la
justicia tarda.
Por eso esta sabiduría tendrá su
propia crisis y deberá confrontarse y completarse con la sabiduría de la cruz.
Salmo
responsorial: 14
REFLEXIÓN
el que tiene intenciones leales / y no calumnia con
su lengua
La honestidad según Proverbios y su
sabiduría reproducida también en algunos salmos alude a la persona con un solo
fondo, sin doblez.
La lengua ha de ser el espejo de las
intenciones.
Sabemos por experiencia que la
realidad nos muestra con frecuencia lo contrario y es nuestro compromiso de
creyentes de la Palabra hacer sintonizar la lengua con las
expresiones que brotan del corazón.
Lucas
8,16-18
REFLEXIÓN
Nadie
enciende un candil y lo tapa con una vasija o lo mete debajo de la cama
Parece un chiste de pastusos o
gallegos. Es como una caricatura. Por su absurdo, estalla nuestra lógica.
Por lo tanto si resolvemos aceptar la
invitación a la fe, es como encender una lámpara, que necesariamente-para bien o para mal-
debe brillar, hacerse notar.
Velarla o apagarla no tiene lógica ni
sentido. Es como no tenerla: ni luz, ni fe.
Una casa en una aldea lejana en el
campo sin alumbrado eléctrico, es muy oscura en la noche. Si se tiene una vela,
un mechero o una lámpara de aceite, se enciende para todos en la casa y por
supuesto no se tapa, porque es un contrasentido.
Un creyente de la Palabra es como una
lámpara encendida para todos los de la casa de la vida y del mundo, donde
quizás abunda la oscuridad.
Si la tapa con una conducta
incongruente y poco cónsona con esa luz, comete un contrasentido porque no
puede alumbrarse ni alumbrar.
Pero la Palabra de Jesús nos advierte
que todo se sabrá, todo se iluminará no obstante nuestra afán de oscuridad,
porque caminamos y construimos un reino de luz, justicia y verdad.
Nada hay
oculto que no llegue a descubrirse, nada secreto que no llegue a saberse o a
hacerse público.
Este texto es la delicia de los
comunicadores: lo quieren saber todo y para ellos no hay privacidad, ni derecho
a la intimidad.
Lo tremendo es que la motivación es
comercial. Se trata de vender secretos para aumentar la circulación del periódico
o la audiencia del programa. Y así los anunciantes pagarán felices los
anuncios.
Pero no, no va en esa dirección lo
que ha de saberse. Necesariamente tiene que ver con el mensaje del Reino, que
es para todos, en código abierto, sin exclusividades, porque con Jesús el Padre
llamo a todos a la salvación.
al que tiene se le dará, al que no tiene se le
quitará hasta lo que cree tener
Hay que tener, tener fe, para tener
lo demás. Sin eso no se entra, y no se tiene nada.
Por eso Jesús
pregunta si tenemos fe y no vacilamos, si no somos débiles en la fe.
https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1571822906463723520?s=20&t=aGEO9n4k5T0gSI0SacjA1g