viernes, 14 de octubre de 2022

PALABRA COMENTADA

 

Viernes 28 de tiempo ordinario

Efesios 1, 11-14



REFLEXIÓN

A esto estábamos destinados por decisión del que hace todo según su voluntad

Otra manera de decir lo que significa el designio: el destino a la herencia. Somos herederos!

La voluntad de Dios no es un oráculo caprichoso, sino un mandato a la felicidad, la plenitud, la saciedad, la perfección, el logro definitivo, la herencia. El mismo Dios!

El príncipe o princesa herederos de una casa real suelen ser preparados con exquisitez, no precisamente con exceso de mimos.

Su entrenamiento es un ejercicio para potenciar su capacidad de liderazgo y decisión.

Así nosotros como herederos somos probados, entrenados y preparados. En eso consiste la vida del creyente cristiano.

Nuestra herencia se asemeja a lo largo de nuestra existencia a los arreboles del amanecer, cuando el sol marca el inicio del día como promesa de realidades buenas por venir.

Nuestra herencia necesita un sensor apto que le permita captar que viene a nuestro encuentro. Es la esperanza.

La esperanza nos mantiene de pie, nutriéndose de signos y resistiendo los anti-signos del anti-reino.

Nuestra esperanza es un factor importante de reconstrucción personal y social, porque en ella re-establecemos y sanamos la desilusión, la frustración, la amargura y el llanto.

habéis sido marcados por Cristo con el Espíritu Santo

Marcados es sellados, como un documento oficial, como una propiedad, lo cual es efectivo para bien o para mal.

El Espíritu de Cristo es un modo nuestro de ser. Somos seres afectados por Jesús. Trastornados en cuanto a nuestro destino de muerte. Como un organismo vacunado que cuenta con defensas que lo mantienen en la lucha y afirman su vida.

el cual es prenda de nuestra herencia

La esperanza es un don-reserva del Espíritu que nos insta a mantenernos erguidos y a mirar de frente el futuro, sin aspavientos, sin jactancias, con la sencilla seguridad de un hijo heredero.

Salmo responsorial: 32



REFLEXIÓN

Que la palabra del Señor es sincera, / y todas sus acciones son leales

Es la fe en la que debemos ahincar, cuando suceden situaciones que parecen una mala jugada del Señor.

Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor, / el pueblo que él se escogió como heredad.

La dicha es nuestro fin. Es el fin del designio. Todo hombre y mujer es por derecho un aspirante y llamado a la dicha del Señor.

Lucas 12, 1-7



REFLEXIÓN

miles y miles de personas se agolpaban hasta pisarse unos a otros.

Probablemente no fue tanto. No hay esas cantidades en las aldeas de Galilea.

Pero es el recurso que muestra un fundamento histórico: Jesús atraía por lo que hacía y por lo que decía. Era el sistema de lealtades centrado en la palabra, en escena.

Porque en ese momento también había muchos indignados con un sistema que los excluía hasta hacerlos pecadores. Era una etiqueta clasista puesta por la élite.

Cuidado con la levadura de los fariseos, o sea, con su hipocresía

Los detentores del sistema de hipocresía usaban la palabra en doble sentido: un sentido para los demás, otro para ellos.

No era transparente, sincero, único. Generaba desconfianza, malestar. Disolvía una sociedad que quisiera centrarse en la dignidad de la palabra de la persona.

Nada hay cubierto que no llegue a descubrirse, nada hay escondido que no llegue a saberse

Lo corrupto y lo bendito se saben porque son los fragores de la lucha por el reino de Dios.

Deben saberse para que no idolicemos este mundo en lugar del reino. Y para que no perdamos esperanza de heredar el reino.

Una actitud de coraje que permite ser transparente sin tener miedo. Sin ocultar, sin doblez. Como Jesús.

Los suyos que le seguían estaban llamados a la palabra única, transparente, confiable.

Ese sistema de palabra única tiene sus consecuencias y riesgos. Pero el temor que cause puede disiparse con una sencilla conlusión: aparte de quitar la vida, no pueden hacer más.

no tengáis miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden hacer más

Lo corrupto tiene un límite del cual no puede pasar: la vida terrenal. Su dominio es la muerte. Hemos de vigorizar nuestra esperanza asumiendo que la herencia del reino vence la muerte terrenal.

Es algo intimidante si nos afincamos en la creencia de que sólo tenemos la vida que conocemos. Es la maravilla de la fe que se origina desde Abraham y culmina en Jesús: creer en Aquel que da la vida, la vida plena.

 

temed al que tiene poder para matar y después echar al infierno

No cabe duda que se nos hace difícil admitir un infierno más allá de la muerte creado por un Padre amoroso. Es como un contrasentido.

Sólo una fe viva en el Señor Jesús, Palabra encarnada nos ayuda a entender esta contradicción de nuestro sistema lógico.

ni de uno solo se olvida Dios

Esa Palabra nos alienta más bien a confiar y esperar en Alguien que no olvida de cuidar ni a los más pequeño e insignificante, como las aves.

El santo o santa que expresó: Yo sé de quién me he fiado, lo dijo muy bien. Fiarse.No se necesita más.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1580888156223643648?s=20&t=1PP1rSgUf6phXQYRmXKdnQ

DOCTORES DE LA IGLESIA

 

EL 12 DE OCTUBRE FUE EL SEGUNDO ANIVERSARIO DE LA BEATIFICACIÓN DE CARLO QUIEN HIZO DE LA VIDA ETERNA SU PERMANENTE INSPIRACIÓN Y FUENTE DE JUVENTUD ETERNA

Viernes, XXIX semana

San Agustín Carta a Proba 130,14,27-15,28

Quien pide al Señor aquella sola cosa que hemos mencionado, es decir, la vida dichosa de la gloria, y esa sola cosa busca, éste pide con seguridad y pide con certeza, y no puede temer que algo le sea obstáculo para conseguir lo que pide, pues pide aquello sin lo cual de nada le aprovecharía cualquier otra cosa que hubiera pedido, oran como conviene. Ésta es la única vida verdadera, la única vida feliz: contemplar eternamente la belleza del Señor, en la inmortalidad e incorruptibilidad del cuerpo y del espíritu. En razón de esta sola cosa, nos son necesarias todas las demás cosas; en razón de ella, pedimos oportunamente las demás cosas. Quien posea esta vida poseerá todo lo que desee, y allí nada podrá desear que no sea conveniente. Allí está la fuente de la vida, cuya sed debemos avivar en la oración, mientras vivimos aún de esperanza.

REFLEXIÓN

Experiencia humana del Misterio de Dios, su vida dichosa interminable a la que aspiramos, es balbucear. Porque nos rebasa constantemente en todo lo que pensemos, deseemos o describamos No tenemos nada que podamos poner como evidencia, excepto la promesa que en palabras humanas nos transmite su Palabra, máxime su Palabra hecha carne, que muestra en sí algo de su promesa de vida, por testimonios humanos en palabras humanas inspiradas. Nos arriesgamos mucho al apostarlo todo por esa promesa de vida, es  el mérito de la fe y esperanza.