Martes 7 de tiempo ordinario
Año Impar
Eclesiástico 2,1-13
1. Hijo mío, si
te acercas a servir a IHVH-Adonai,
prepara tu ser
para la prueba.
2. Prepara tu
corazón, fortalécete,
no se asuste en
tiempo de angustia.
3. Aférrate a
él sin soltarlo para crecer en tus últimos fines.
4. Cualquier
cosa que te llegue, recíbela;
a los cambios
de tu humillación, alarga el respiro.
5. Sí, el oro
se prueba con fuego
el hombre es
recibido en el crisol de la humillación.
6. Adhiérete a
él, él te fortalecerá,
estad seguros
en él, él rectificará vuestros caminos.
7. Temblor de
IHVH-Adonai, esperanza de su cariño,
no te desvíes
por miedo a caer.
8. Temblor de
IHVH-Adonai, aferraos a él,
usted no será
estafado fuera de su salario.
9. Temblor de
IHVH-Adonai, ojalá,
la alegría de
soportar y apreciar.
10. Mira las
edades tempranas y verás,
¿Quién se ha
asegurado en IHVH-Adonai se vuelve blanco?
¿O quién,
erguido en su estremecimiento, fue abandonado?
¿O ante quién,
habiéndolo llamado, se escapó?
11. Sí, matriz
y clemente, IHVH-Adonai,
perdona los
agravios y salva en el tiempo de angustia.
12. Ganso,
corazones sueltos, manos débiles,
criminal que va
por dos caminos!
13. Ganso,
corazón suelto, que no se adhiere,
¿Y quién, por
tanto, no será protegido?
REFLEXIÓN
Hijo mío, cuando te acerques al temor de Dios, prepárate
para las pruebas; mantén el corazón firme, sé
valiente, no te asustes en el momento de la prueba; pégate a él, no lo
abandones, y al final serás enaltecido
Podemos tomar temor de Dios en este texto como equivalente a Misterio
de Dios, que tomado en serio infunde respeto.
La
relación con este Misterio sobrepasa nuestra comprensión limitada, y su amor
infinito incluye pruebas, que no estamos dispuestos a recibir bien siempre.
Penetrar
en ese Misterio entraña asumir las pruebas,
que una relación de su calibre comporta, y que para nuestro ejemplo
nutre las narraciones de la vida de otros justos, también probados.
Cuál
es el sentido satisfactorio de la prueba
de amor? La fidelidad?
El compromiso? El proceso de transformación y justificación?
Podemos y no descansamos en buscar ese sentido
para calmar nuestra desazón, porque el momento de la prueba sabe a rechazo,descalificación o fracaso en medio
de la existencia.
Por
eso la Palabra nos echa un salvavidas, un aliento y nos pide confiar en la promesa
final, si nos mantenemos de pie en la prueba, y la
aceptamos con fe como parte del Misterio del Amor increado.
Acepta
cuanto te suceda,
aguanta enfermedad y pobreza, porque
el oro se acrisola en el fuego, y el hombre que Dios ama, en el horno
de la pobreza
Estas exhortaciones tienen mucho
sentido en la actualidad cuando cunde el inconformismo con la frustración y los
malos momentos.
Confronta frontalmente la rebeldía permanente
que no transige en menoscabar sus derechos, y toma la conformidad como una
claudicación en la dignidad y lucha por la justicia.
Tanto
que ante ese núcleo irreductible de protesta nos preguntamos si realmente es una
lucha por la justicia o por la venganza?
Porque
la conformidad y resignación con la voluntad de prueba del Señor también
dignifica.¿quién
confió en el Señor y quedó defraudado?; ¿quién esperó en él y quedó
abandonado?; ¿quién gritó a él y no fue escuchado?
De ordinario estamos más expuestos a los tóxicos titulares de la
desesperación, pero poco hacemos por abundar en las realidades de la bendición
y favores del Señor.
Como
el pueblo caminante en el desierto cuando salió de Egipto, estamos más prontos al reclamo, la protesta, la maledicencia y la ingratitud.
No
nos acercamos a personas de probada justicia y fe evangélica, para beber de su estilo confiado
de vida, sereno ante la prueba, y en acción de gracias por la bendición.
Salmo responsorial: 36
REFLEXIÓN
Confía en el Señor y haz el bien
No tenemos
por qué acortar nuestra
generosidad por tener tropiezos.
Más bien hagamos al estilo del Señor,
siempre dispuesto a bendecir
y amar con obras.
Marcos 9,30-37
30. Saliendo de
allí, pasan por Galil.
No quiere que
nadie lo sepa.
muerte
anunciada (2)
31. Sí, enseña
a sus seguidores. Él les dice:
“El Hijo del
Hombre será entregado en manos de los hombres.
Lo matarán y,
muerto, a los tres días resucitará. »
32. Pero no
penetran la palabra. Se estremecen al interrogarlo.
El más grande
33. Llegan a
Kefar-Nahum. En casa, les pregunta:
“¿Qué estuviste
rumiando en el camino? »
34. Están en
silencio. Sí, entre ellos habían discutido en el camino.
de “¿Quién es
el más grande? ".
35. Se sienta,
llama a los Doce y les dice:
“Quien quiera
ser el primero, que sea el último de todos,
y, de todos, el
criado.
36. Toma a un
niño pequeño y lo pone en medio de ellos.
Lo toma en sus
brazos y les dice:
37. “Quien
acoge en mi nombre a un niño tan pequeño,
soy yo a quien
él acoge.
Y quien me
acoge, no soy yo a quien acoge,
pero el que me
envía. »
REFLEXIÓN
no entendían
aquello, y les daba miedo preguntarleEn nuestro
itinerario con Jesús,
a pesar de que nos va instruyendo, tememos.
Ni
osamos preguntar y saber más, por miedo a lo que nos espera y se nos exigirá.
Incluso no creemos ser capaces de todo lo que se nos pueda pedir.
Por
eso nos acobardamos y mantenemos nuestra debilidad. Preferimos nuestros apegos.
Por qué tiene que ser así? Por qué hemos de temer en el camino de la fe?
En la adhesión a la buena nueva?
Si observamos en las realidades de la vida, como Jesús insistía en sus parábolas, se muestra un
proceso de muerte y vida.
Los
hallazgos de la sicología llevan a una antropología que identifica fuerzas
de muerte y de
vida.
La
física encuentra en sus exploraciones cada vez más microcósmicas una dinámica de extinción y expansión.Hay por tanto un
lenguaje universal, que podemos barruntar que resuena en la dimensión del
Espíritu, sobre la prevalencia de los ciclos de muerte y vida.
Sólo
que en la Palabra de Jesús esos ciclos rompen
definitivamente en una transformación que es don del Padre.
Se trata de la resurrección cuyo paradigma es Jesús y consiste en una
vida totalmente otra, para siempre.
habían discutido quién era el más importante
La incomprensión de los discípulos sobre los anuncios de Jesús de
su muerte y resurrección, estaba basada en el interés que ellos mostraban, más
bien, en discutir sobre su propia importancia.
Una
parábola viviente de nuestro mundo, que significa para muchos opacidad y
oscuridad de los temas más significativos para el sentido de la vida humana, por preferir
temas relacionados con la lucha de
poder.Lo triste es que algunos que
deberían velar por lo primero:
los evangelizadores, caen en lo segundo: la ambición de poder.
"Quien quiera
ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos."
Se trata de un orden diferente y novedoso. Debemos emplear nuestra ambición
vital, nuestra libido en servir a otros. Es una clave de vida. Un modo de vivir
que ayuda a vivir sin miedos,
a superar apegos, a aceptar lo que somos en la
realidad, sin escapes. Y así sirviendo crecemos.
Cuando
servimos nos vamos posicionando y ocupando
un puesto de importancia que
ni pensábamos íbamos a gustar.
El que acoge a un niño como éste en mi nombre me acoge a mí; y el que me
acoge a mí no me acoge a mí, sino al que me ha enviado
Por eso un niño violado,
abusado, maltratado o abandonado es un crimen también espiritual.
Se elimina
un símbolo. El símbolo
de seres humanos ajenos a la ambición de poder.Y así el mundo prosigue su marcha
hacia la oscuridad y tiniebla.
Benditos los adultos que preservan
su voluntad de servicio por encima de esa ambición.
https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1628004381630074881?s=20