domingo, 17 de noviembre de 2024

SAN CARLO DE JESUS ACUTIS DE ASIS

DOCTORES DE LA IGLESIA

 


DOMINGO, XXXIII SEMANA

De las homilías de Gregorio de Palamás
(Homilía 26 : PG 151, 339-342)
¡Ojalá que en el siglo futuro nos hallemos también nosotros agregados a la
muchedumbre de los salvados!


Los que tuvieren una fe recta en nuestro Señor Jesucristo y mostraren su fe

con las obras; los que, atentos a sí mismos, se purificaren de la inmundicia de

sus pecados mediante la confesión y la penitencia; los que se ejercitaren en las

virtudes opuestas a los vicios: en la templanza, la castidad, la caridad, la

limosna, la justicia y la verdad, todos éstos, resucitados, escucharán al mismo

rey de los cielos: Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino

preparado para vosotros desde la creación del mundo, y así reinaran con

Cristo, partícipes con él de un reino celestial y pacífico, viviendo eternamente en

una luz inefable que no conoce ocaso ni noche que la interrumpa, conversando

con los santos que fueron al principio en medio de las inenarrables delicias del

seno de Abrahán, donde no hay dolor, ni luto, ni llanto.

Una es en efecto la cosecha de las espigas inanimadas; de las intelectuales —

me estoy refiriendo al género humano— uno es también —y ya lo hemos

mencionado—el segador, que congrega a la fe, del campo de la incredulidad, a

los que reciben a los pregoneros del evangelio. Los segadores de esta mies son

los apóstoles y sus sucesores y, en el tiempo de la Iglesia, los doctores. De éstos

dijo Cristo: El segador ya está recibiendo salario y almacenando fruto para la

vida eterna. Y los doctores de la piedad recibirán una recompensa tanto mayor

cuantas más personas convencidas reúnan para la vida eterna.

Existe todavía otra mies: el traslado de cada uno de nosotros, después de la

muerte, de la vida presente a la futura. Esta mies no tiene como segadores a los

apóstoles, sino a los ángeles, que, en cierto modo, son superiores a los apóstoles, ya que una vez hecha la recolección, eligen y separan —como al trigo de la cizaña — a los malos de los buenos: a los buenos los llevarán al reino de los cielos, y a los malos al horno encendido.

La puesta en escena de todo esto, descrita en el evangelio de Cristo, la

veremos otro día, cuando Cristo nos conceda el tiempo y las palabras para

hacerlo. ¡Ojalá que también nosotros, que ahora somos el pueblo elegido de

Dios, una nación consagrada, la Iglesia del Dios vivo, segregados de todos los

hombres impíos e irreligiosos, así también en el siglo futuro nos hallemos

segregados de los que son cizaña, y unidos a la muchedumbre de los salvados,

en Cristo nuestro Señor! ¡Bendito él por siempre! Amén.


sábado, 16 de noviembre de 2024

PALABRA COMENTADA

PALABRA COMENTADA

 

Sábado 32 de tiempo ordinario

Año Par

3Juan 5-8



REFLEXIÓN

Por eso debemos nosotros sostener a hombres como éstos, cooperando así en la propagación de la verdad

Nuestra solidaridad también debiera extenderse al sostenimiento de los enviados de la Palabra a través de los tiempos y circunstancias históricas, y así cooperar en la evangelización.

La propagación de la verdad se tomó y aún se hace como la Apologética, una especialidad teológica entrenada en la defensa de la fe.

Para muchos esta especialidad si tiene valor debe cambiar de estrategia, porque no se debe usar los mismos medios que usa el anticristo para su antireino.

Hoy se aprecia mucho más una defensa silente, el testimonio que no se jacta, sino más bien se dedica a servir la Palabra con autocrítica, porque así re-escribimos la humildad.

La humildad es la verdad que se debe propagar, inspirada en el abajamiento de Jesús de Nazareth, el líder por excelencia.

Salmo responsorial: 111



REFLEXIÓN

su caridad es constante, sin falta

Nuestra cooperación se dirige a fomentar el ágape fraterno, para que no falte ni mengüe.

Lucas 18,1-8



REFLEXIÓN

para explicar a los discípulos cómo tenían que orar siempre sin desanimarse

El desánimo sobre la escucha del Señor a la oración ronda con frecuencia. Es una actividad de paciencia y desalojo paulatino del egoísmo y egocentrismo. Un proceso de criba que nos confronta con nuestra realidad auténtica, que el Espíritu nos invita a aceptar.

"Hazme justicia frente a mi adversario."

Por algún tiempo se negó, pero después se dijo: "Aunque ni temo a Dios ni me importan los hombres, como esta viuda me está fastidiando, le haré justicia, no vaya a acabar pegándome en la cara.""

Por cálculo de interés el humano llega a hacer justicia al vulnerable. Cuánto más debemos esperar si el Señor hace justicia por misericordia. Y nosotros, a nuestra vez.

Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que le gritan día y noche?; ¿o les dará largas? Os digo que les hará justicia sin tardar

De los humildes y pobres suele proceder una actitud de espera confiada, frente a los reveses de la fortuna en sus vidas. Superan la desesperación con un suspiro que los alivia por la esperanza de justicia.

Y aunque el Señor parece tardar para cumplirles, no desmayan en su espera.

Dan así una lección y testimonio a cualquier evangelizador, que así resulta evangelizado.

Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?"

Más que Jesús, se pregunta el evangelista frente a la fe que vacila en su comunidad del siglo I, cuando se alarga la venida del Señor. De verdad vendrá? 

Y entretanto mueren sin verlo y son perseguidos sin ver su justicia. 

La empresa de la fe a medida que pasa el tiempo y no viene el Señor definitivamente, es una tarea fuerte y demanda toda la paciencia disponible, y por eso es motivo de la bienaventuranza de aquellos que sin ver creyeron.

Aun el designio de la Palabra guarda su reserva frente al azar de nuestra libertad.

De ahí la inmensa tarea de cooperar en la propagación de la verdad, que es el ágape fraterno.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1591405501656584193?s=20&t=5O0ayPtkQ6o_Y2XY-IGEnw


motivaciondehoy


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Sábado 32 de tiempo ordinario

Año Par

3Juan 5-8

Salmo responsorial: 111

Lucas 18,1-8