viernes, 25 de septiembre de 2020

 

Viernes 25 de tiempo ordinario

Eclesiastés 3, 1-11

1Hay un tiempo señalado para todo, y hay un tiempo para cada suceso bajo el cielo:
2
Tiempo de nacer, y tiempo de morir; Tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado;
3
Tiempo de matar, y tiempo de curar; Tiempo de derribar, y tiempo de edificar;
4
Tiempo de llorar, y tiempo de reír; Tiempo de lamentarse, y tiempo de bailar;
5
Tiempo de lanzar piedras, y tiempo de recoger piedras; Tiempo de abrazar, y tiempo de rechazar el abrazo;
6
Tiempo de buscar, y tiempo de dar por perdido; Tiempo de guardar, y tiempo de desechar;
7
Tiempo de rasgar, y tiempo de coser; Tiempo de callar, y tiempo de hablar;
8
Tiempo de amar, y tiempo de odiar; Tiempo de guerra, y tiempo de paz.
9
¿Qué saca el trabajador de aquello en que se afana? 10He visto la tarea que Dios ha dado a los hijos de los hombres para que en ella se ocupen.
11
El ha hecho todo apropiado a su tiempo. También ha puesto la eternidad en sus corazones, sin embargo el hombre no descubre la obra que Dios ha hecho desde el principio hasta el fin.

COMENTARIO

 

Todo tiene su tiempo y sazón, todas las tareas bajo el sol

Se llega así a una sola causa absoluta que da cuenta de la totalidad, del conjunto, incluyendo sus variaciones y cambios.

Es una ancestral habilidad humana: lograr una síntesis significativa del todo de la realidad. Se trata de elaborar un pensamiento explicativo basado en la identificación de un origen o causa única irrebatible.

Es la pretensión de la filosofía en un sentido primigenio. Para los griegos cuyo genio depuró este pensamiento causal absoluto o Logos mediante observación y para los semitas que ubicaron su causa universal en Yavé Dios, también su logos. Y para los cristianos que encuentran en Jesús de Nazareth glorificado su propio Logos.

En este absoluto y razón de todo es posible que se realice un encuentro entre humanos que etiquetan diferente al único Logos.

Una mente abierta y liberada de pre-saberes lastrantes sería capaz de establecer ventajas en preferir uno u otro Logos.

Es sabiduría tradicional que ayuda a entender la del Señor. Es también el reconocimiento de nuestra ignorancia de otros planes, de otros pensamientos, que pueden ser más inteligentes, más oportunos.

El bien mayor de Ignacio de Loyola, para el cual se precisa el tiempo del discernimiento, el cual prepara para la sazón a su tiempo.

Tiempo

 de nacer, de morir/de plantar, de arrancar/de matar, de sanar/de derruir,  de construir/de llorar, de reír/de hacer duelo, de bailar/de arrojar piedras, de recoger piedras/de abrazar, de desprenderse/de buscar, de perder/ de guardar, de desechar/ de rasgar,  de coser/ de callar, de hablar/de amar, de odiar/de guerra, de paz.

En conclusión: hay tiempo para todo. Tiempo es lo que hay. No es un todo desordenado y caótico, sino que se da en ello un designio y plan.

¿Qué saca el obrero de sus fatigas?

El estrés es el mal del siglo XX y XXI. Un haz de ansiedades que mina la salud física y mental y erosiona nuestra capacidad de vivir el tiempo presente y su característica.

Por eso Jesús en el evangelio recomendaba vivir el presente y dejar de ansiar con preocupación porque no íbamos a añadir con eso una medida más a nuestra estatura.

Transformarse: no son inútiles en la gestión de la transformación final. Es la esperanza de la nueva alianza en Jesús muerto y resucitado.

dio al hombre el mundo para que pensara

Pensar no es estresarse. Es discernir, establecer que es lo propio del tiempo presente y vivirlo. Así nos unimos al designio del Señor. El único capaz de discernir

Salmo responsorial: 143

COMENTARIO

¿qué es el hombre para que te fijes en él?;

A la luz del designio y su discernimiento en el tiempo, es de maravillarse haber sido elegidos para la obra, vista nuestra incompetencia frecuente.

Alguien tiene que amarnos con demasía.

Lo podemos glorificar en una forma semejante a él: haciendo comunidad de salvación.

Lucas 9, 18-22

18Estando Jesús orando a solas, estaban con El los discípulos, y les preguntó: "¿Quién dicen las multitudes que soy Yo?" 19Entonces ellos respondieron: "Unos, Juan el Bautista, otros, Elías, y otros, que algún profeta de los antiguos ha resucitado." 20"Y ustedes ¿quién dicen que soy Yo?" les preguntó. Y Pedro le respondió: "El Cristo (El Mesías) de Dios."
21
Pero Jesús, advirtiéndoles severamente, les mandó que no dijeran esto a nadie, 22
y les dijo: "El Hijo del Hombre debe padecer mucho, y ser rechazado por los ancianos, los principales sacerdotes y los escribas, y ser muerto, y resucitar al tercer día."

COMENTARIO

"Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?"

Uno de tantos que han aparecido, pululan y aparecerán o el mero mero.

Nadie se libra en su momento de discernir, entre las ofertas con apariencia de salvación y liberación, la genuina en la cual depositar su fidelidad.

Hoy en día hay mucha discrepancia por el testimonio que Pedro aporta sobre quién es Jesús.

No le gusta a muchos ese testimonio.

Además, la institución que Pedro fundamenta parece poco creíble.

Es nuestra fragilidad, dice Pablo, la fortaleza del Señor.

Para que se vea cómo su gracia es operante, no nuestras fuerzas.

Pedro tomó la palabra y dijo: "El Mesías de Dios".

Pedro dijo mucho más de lo que supo en ese momento, pero fue capaz de discernir el tiempo presente.

En los líderes políticos se admira su olfato para las necesidades del tiempo presente. En eso radica su carisma.

Hoy en este tiempo por ejemplo, para muchos pueblos, el liderazgo apropiado es el que sabe discernir la equidad, la distribución de las riquezas acumuladas por pocos, la sensatez en el uso de las fuentes de vida en peligro de extinción: agua, aire.

En tal sentido Pedro reconoció a Jesús ser mesías de Dios, no cualquier líder temporal.

Porque entrevió el alcance del carisma de Jesús y su repercusión para todos.

El les prohibió terminantemente decírselo a nadie

Por seguridad. Para que la acechanza no impidiera su ministerio. Para que el sentido de su mesianismo no fuera banalizado.

Cuál sería el enfoque Jesuánico: éste o que el martirio sería la clave de tal mesianismo? Quizó vivir hasta el final de su ministerio? O de salida supo que esto terminaría en muerte? Fue la resurrección un plan de salvación y la jugada final del Padre frente al endurecimiento humano?

Para algunos el final era el jaque mate pensado desde siempre para la victoria del reino de Dios.

Para otros fue la improvisación genial del genio humano, único responsable de su propia salvación.

Siempre se le ofrecerá al espíritu de la humanidad la disyuntiva de reconocer al Señor o jactarse con su autosuficiencia.

"El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día."

Jesuánico o eclesial?

Lo eclesial no es también palabra de Dios? Hoy parece desprestigiada como palabra meramente de poder.

Contemplar este misterio, en el sentido que desafía la lógica: por qué al justo tenía que sucederle esto? No es una ley universal, le había pasado a ciertos justos: otros han muerto honrados y en paz. Pero no todos.

Moisés después de lo que hizo murió a la entrada de la tierra prometida.

Los cantos del Siervo se refieren a alguien – muchos, que salvarán con su ingnominia.

Juan Bautista termina sin cabeza. Los inocentes masacrados. Libranos del mal.

Pero no está bien dejar aquí la reflexión, no es completa, porque se anuncia desde la experiencia vivida la resurrección, como la última palabra. En esta confianza debemos vivir: nos librarás del mal.

Pedro entendió más tarde que todavía no era en ese momento el tiempo, que la pasión de Jesús formaba parte de tal mesianismo.

Cómo discernimos nosotros hoy el mesianismo de Jesús de Nazareth? Sabemos pensar qué tiempo nos toca vivir?

 

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1309461916037853191?s=20

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