miércoles, 7 de junio de 2023

PALABRA COMENTADA

 

MIÉRCOLES 9 DE TIEMPO ORDINARIO

Año Impar

Tobías 3,1-11a.16-17ª



REFLEXIÓN

Nos has entregado al saqueo, al destierro y a la muerte, nos has hecho refrán, comentario y burla de todas las naciones donde nos has dispersado

Una lectura de la historia que llama al desconsuelo y cifra la responsabilidad en el Señor, también.

Se trata de una libertad del espíritu orante y creyente en una encrucijada de dolor y aflicción.

Se reprocha al Señor tantos males desencadenados por la desobediencia a sus mandatos.

Diríamos que no es lógico quejarse así si admitimos nuestra responsabilidad y causalidad.

Pero la queja es desahogo sobre el cúmulo de consecuencias negativas que se han desprendido de esas acciones nuestras.

Nos quejamos porque no sabíamos qué tanto nos perjudicaría y haría daño eso que decidimos actuar.

En alguna forma la queja lleva su gramo de razón porque nunca sabremos completamente y de antemano lo que podemos originar con nuestra rebeldía.

Por eso el Señor nos vuelve a recoger como niños traviesos que se meten en problemas, que no han calculado y no saben cómo resolver.

Haz ahora de mí lo que te guste. Manda que me quiten la vida, y desapareceré de la faz de la tierra y en tierra me convertiré.

Cuando el Jesús orante se encuentra con su Padre buscando fuerza en su aflicción mortal, lo hace porque asume como inocente la culpabilidad del mundo.

Y aunque es entregado posteriormente es rescatado como gesto de la justicia de Dios.

Porque así se revela a todos que el Padre de Jesús, por la entrega de su Hijo, no condena sino la pecaminosidad y la injusticia, pero rescata al pecador arrepentido, empantanado y aprisionado en las consecuencias de su desorden.

Salmo responsorial: 24



REFLEXIÓN

enseña su camino a los humildes

La humildad de Jesús se mostró en asumir el Designio como si fuera culpable, por amor a otros.

Se dan ejemplos en la historia de quienes son culpables y asumen su culpabilidad librando al inocente injustamente acusado.

Pero no hay inocentes absolutos que por amor se entreguen en vez de los culpables, excepto los menos culpables que se ofrendaron para tomar el lugar de los ajusticiados.

La culpabilidad es como la contaminación ambiental, que a todos nos toca un poco, y todos la producimos un poco.

Por eso no somos totalmente inocentes, aunque parezca.

Marcos 12,18-27



REFLEXIÓN

se acercaron a Jesús unos saduceos, de los que dicen que no hay resurrección,

No es que no esperaran otra vida después de ésta. Solo que su figuración, el imaginario de la misma para ellos se agotaba en el esquema antiguo de la memoria de los difuntos en los descendientes.

Curiosamente hoy cristianos hay que también se limitan a una significación de la resurrección para sus vidas que se reduce a la memoria de los difuntos en los que quedan vivos por sus ideas y obras. Se podría pensar en una idolización de la ideología y una despersonalización del evangelio.

Cuando llegue la resurrección y vuelvan a la vida

En esta suposición los mentados saduceos hacían un poco burla de los fariseos, quienes afirmaban la resurrección pero como una vuelta a la vida, tal como la conocemos, pero sin las limitaciones del dolor, enfermedad y muerte.

Con esta objeción que era como una caricatura de la vida resucitada se pretendía desacreditar. Algo como el descrédito de la vida eterna en nuestro tiempo.

no entendéis la Escritura ni el poder de Dios. Cuando resuciten, ni los hombres ni las mujeres se casarán; serán como ángeles del cielo

Jesús rompe el cerco saduceo, y el paralelismo con la posición farisea, yendo más allá, hacia la discontinuidad con esta vida mortal.

La Palabra habla del poder de Dios, y la vida del Señor es una realidad totalmente otra a nuestras semejanzas.

Hoy es común escuchar aun de pastores comparar la resurrección fundamentada en la de Jesús, como el recuerdo que los vivos tenemos de los muertos, sobre todo de los más célebres.

Se decantan así por un imaginario de fe basado en la continuidad con esta vida, como si ella fuera el don de Dios absoluto y perfecto.

Pero la Palabra plantea otro modo de concebir esa realidad.

De esto trata la pretensión de la Palabra: ponernos en contacto vivo con la fuerza del Señor, que transforma procesualmente nuestras estructuras reales, mentales,

La vida eterna es vida con el Totalmente Otro.

Y a propósito de que los muertos resucitan, ¿no habéis leído en el libro de Moisés, en el episodio de la zarza, lo que le dijo Dios: "Yo soy el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob"? No es Dios de muertos, sino de vivos. Estáis muy equivocados

Es Dios de vivos, porque es vida y da la vida. No están vivos por el recuerdo que se haga de ellos. Es mucho más, para el que cree.

Un mucho más que como acicate dinámico en la vida presente, no deja descansar en ninguna estructura que se alce como cristalización de una vida nueva, sino que nos mantiene como el agua que salta hasta la vida que no termina.

La Palabra, el evangelio nos ofrece e invita a la vida de Dios. Ningún proyecto ni proyección nuestra da razón de ella cumplidamente, porque siempre quedamos en una reserva del Dios siempre más.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1666400260242001921?s=20

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Tobías 3,1-11a.16-1

La vida que conocemos no es la única ni la definitiva. Un aprendizaje que nos toma toda la vida, irónicamente. La Palabra nos va enseñando a dosificar, por un lado el entusiasmo vital, la decepción, y la apertura a una realidad que no nos consta. Así se puede ir superando situaciones límites, cuando parece que el cielo nos aplasta con las tribulaciones que nos afectan, con el deseo de darnos muerte porque la esperanza parece haber muerto, y las oportunidades que nos permiten un segundo aire para seguir esperando.

 

Salmo responsorial: 24

Sobre una realidad desconocida y desafiante como es la de Dios proyectamos nuestros procesos de credulidad e incredulidad. Nos aferramos, con su inspiración a la fuerza de su misericordia, cariño y paciencia, que sentimos nos otorga infinitas oportunidades. No es así como tratamos a otros en muchos casos, lo cual nos retrata como mezquinos con una fuerza que es generosa.

Marcos 12,18-27

Lo que subsistirá es el amor no propio ni posesivo, aunque viviremos en un contexto nutritivo y amoroso, como es el amar de Dios. Compartiremos no nos apropiaremos. Una vida que es el constante desafío de nuestros problemas de injusta distribución de los bienes, aun los bienes morales, como son la pareja y la descendencia.

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