sábado, 10 de junio de 2023

DOCTORES DE LA IGLESIA

 


Santo Tomás de Aquino Comentario al evangelio de san Juan 14,2

Cristo en persona es el camino, por esto dice: Yo soy el camino. Lo cual tiene una explicación muy verdadera, ya que por medio de él podemos acercarnos al Padre. Mas, como este camino no dista de su término, sino que está unido a él, añade: Y la verdad, y la vida; y, así, él mismo es a la vez el camino y su término. Es el camino según su humanidad, el término según su divinidad.

REFLEXIÓN

Aquí se utiliza el caudal de la regla de oro de la tradición antecedente: si Dios no se hizo hombre, el hombre no se hizo (ni podrá añadimos) hacerse Dios. Verdad y Vida pertenecen en cuanto definitivos y absolutos valores a la Divinidad, y sólo una unión verdadera y completa del hombre Jesús con Dios nos permiten accederlas.

 En este sentido, en cuanto hombre, dice: Yo soy el camino; cuanto Dios, añade: Y la verdad, y la vida, dos expresiones que indican adecuadamente el término de este camino. Efectivamente, el término de este camino es la satisfacción del deseo humano, y el hombre desea principalmente dos cosas: en primer lugar, el conocimiento de la verdad, lo cual es algo específico suyo; en segundo lugar, la prolongación de su existencia, lo cual le es común con los demás seres. Ahora bien, Cristo es el camino para llegar al conocimiento de la verdad, con todo y que él mismo persona es la verdad: Enséñame, Señor, tu camino, para que siga tu verdad. Cristo es asimismo el camino para llegar a la vida, con todo y que él mismo en persona la vida: Me enseñarás el sendero de la vida. Por esto, el evangelista identifica el término de este camino con las nociones de verdad y vida, que ya antes ha aplicado a Cristo. En primer lugar, afirma que él es la vida, al decir que en la Palabra había vida; en segundo lugar, afirma que es la verdad, cuando dice que era la luz de los hombres, ya que luz y verdad significan lo mismo. Si buscas, pues, por dónde has de ir, acoge en ti a Cristo, porque él es el camino: Éste es el camino, camina por él. Y san Agustín dice: «Camina a través del hombre y llegarás a Dios». Es mejor andar por el camino, aunque sea cojeando, que caminar rápidamente fuera de camino. Porque el que va cojeando por el camino, aunque adelante poco, se va acercando al término; pero el que anda fuera del camino, cuanto más corre, tanto más se va alejando del término.

REFLEXIÓN

La calificación del evangelista supone su experiencia y testimonio. En Jesús, escuchando su latido cuando reclinaba su cabeza en él, sintió una vida, sintió que era y daba vida. Escuchando sus palabras cuando se dirigía a ellos, a otros, y a él mismo en privado, sintió la verdad, más que la información. Sintió la solidez de la convicción.

 Si buscas a dónde has de ir, adhiérete a Cristo, porque él es la verdad a la que deseamos llegar: Mi paladar repasa la verdad. Si buscas dónde has de quedarte, adhiérete a Cristo, porque él es la vida: Quien me alcanza la vida y goza del favor del Señor. Adhiérete, pues, a Cristo, si quieres vivir seguro; es imposible que te desvíes, porque él es el camino. Por esto, los que a él se adhieren no van descaminados, sino que van por el camino recto. Tampoco pueden verse engañados, ya que él es la verdad y enseña la verdad completa, pues dice: Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para ser testigo de la verdad. Tampoco pueden verse decepcionados, ya que él es la vida y dador de vida, tal como dice: Yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante.

REFLEXIÓN

No habría espacio para la omisión, o evitamiento de la posición de Jesús como piedra angular, no importa y no obstante sean muchos los que aún no refieren a él el sentido profundo de sus vidas y la redención definitiva de sus pueblos y culturas.

No hay comentarios: