Domingo 2 de Pascua
Hechos de los apóstoles 4,32-35
REFLEXIÓN
En el grupo de los creyentes todos pensaban y sentían lo
mismo: lo poseían todo en común y nadie llamaba suyo propio nada de lo que
tenía.
El ideal
que muchos postulan, y por diversos medios pretenden establecer: la Koinonía,
la comunión íntegra, que abarca lo material y lo espiritual. Un proyecto común,
una sociedad diferente.
Pero no
se logra del todo, sino por aspectos. En otros se deteriora, erosiona o
abandona.
En el
Antiguo Testamento se postuló una sociedad que mediante jubileos redistribuía
las acumulaciones que hacían injusticia a los empobrecidos. Terminó sin
funcionar por voluntad humana.
En el
Nuevo se expone esta comunión que tampoco prevalecerá, también por voluntad
humana.
Se ha
convertido en el horizonte utópico que concita las fuerzas para el cambio.
Por qué
no funciona ninguna, ni siquiera las de bienestar casi completo?
Desde la
doctrina, desde la teología, desde las fuentes bíblicas se señala el pecado. Y
éste hoy como ayer es un acertijo, que tienta a dejarlo por explicar todo y
explicar nada.
Por qué
tenemos como individuos y como grupos y sociedades la tendencia a buscar
nuestro bien con exclusividad y a olvidarnos del perjuicio que eso causa a
otros?
Y Dios los miraba a todos con mucho agrado
El
agrado del Padre que se regocija en la fraternidad de sus hijos.
Jesús de
Nazaret, ahora exaltado, nos enseña el camino del agrado del Padre.
Al padre
le agrada que nos comportemos como hermanos.
Quizás
esta es la cima que no consiguen los cambios reformistas o revolucionarios
cuando gestionan nuevas sociedades. No consiguen la fraternidad, sino más bien
los bandos, la polarización, la enemistad, el fratricidio.
Marx fue
un genio al señalar el mecanismo que producía la acumulación de riquezas en
pocas manos, pero le falló la solución planteada en base a la revancha de una
clase sobre otra. Desdeñó que el mal sale desde lo profundo del corazón.
Mao
utilizó el esquema de jubileos de tiempo en tiempo para mantener la vigilancia
y alerta a las desviaciones de la revolución. Pero desdeñó que el mal brota de
lo oculto del corazón. Esto es lo que contamina.
Hay
quienes reprochan esta solución de sanar el corazón porque se ha practicado sin
resultados fehacientes. Y porque encierra en la subjetividad del individuo.
Quizá el
problema no sea sino cómo es aplicada la sanación del corazón para los enfermos
de injusticia.
Sólo el
Señor se atrevió a cambiar el corazón cuando prometió uno de carne, en cuyo
núcleo palpitara su voluntad.
Creemos
que esta operación se ha realizado en Jesús nuestro hermano, y su inspiración
es potente para congregarnos en una realidad nueva libre de injusticia.
Ninguno pasaba necesidad, pues los que poseían tierras o
casas las vendían, traían el dinero y lo ponían a disposición de los apóstoles;
luego se distribuía según lo que necesitaba cada uno.
Pero se
requiere una autoridad capaz de servir a la re-distribución que no se corrompa
en el proceso.
Nuestro
tiempo da señales de desesperanza sobre la existencia de una tal autoridad.
Salmo responsorial: 117
REFLEXIÓN
Diga la casa de Israel: / eterna es su misericordia. / Diga
la casa de Aarón: / eterna es su misericordia. / Digan los fieles del Señor: /
eterna es su misericordia.
Que
todos los bandos se unifiquen en la misericordia del Padre.
es ahora la piedra angular
Jesús de
Nazareth es la piedra angular que un tiempo fue desechada. Desecharlo no es
algo del pasado. Aún hoy no se le considera angular en muchos lugares. Solo sus
creyentes pueden persuadir que Él es la piedra angular.
1Juan 5,1-6
REFLEXIÓN
Éste es el que vino con agua y con sangre: Jesucristo
Fluídos
cargados de vida: entonces Jesús es plenitud de vida.
Por qué
al exponernos a la Palabra se siente su vigor y sentido, pero al adentrarnos en
la cotidianidad se disuelve? Jesús nos advirtió del espíritu que es alerta pero
la carne que es débil. Orar sin interrupción es luchar para la fortaleza de la
carne y que no obstaculice al espíritu.
Juan 20,19-31
REFLEXIÓN
con las puertas cerradas por miedo a los judíos.
Con
sobrada razón: no era un miedo paranoico, sino proveniente de un riesgo
objetivo.Los seguidores podían seguir la suerte del maestro.
"Paz a vosotros."
Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor
Paz y
alegría son señales del auténtico encuentro con el Señor.
Como el Padre me ha enviado así también os envió yo
Los
encuentros del Resucitado son relatos o narrativas al servicio de una misión,
de un envío. Hay algo que hacer, algo que trabajar, no se trata de una
intervención estéril.
exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: "Recibid el
Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a
quienes se los retengáis, les quedan retenidos."
Una
nueva creación a través de la Palabra encarnada que suelta al Espíritu sobre el
caos del miedo para organizar un reino de los cielos, un reino de Dios, un
reino de pobres que solo tienen a Dios como protector.
Este
grupo de galileos miedosos y arrinconados son los huérfanos y viudas, los
cautivos, los que tienen hambre y sed de justicia, los perseguidos, en fin: los
pobres que no tienen a nadie más a quien acudir.
Son
bienaventurados porque reciben el Espíritu y va a repoblar la tierra.
"¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que
crean sin haber visto."
Qué
bueno que existió un Tomás que urgió un segundo reconocimiento. Una segunda
opinión. Así quedamos más tranquilos. Con una tranquilidad efímera porque
volveremos a dudar.
Pero se
nos dice que más bien los que creen sin tanta prueba son felices.
Porque
el creer, la fe, es don del Señor. Hacerla vida es nuestra misión.
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