domingo, 18 de septiembre de 2022

DOCTORES DE LA IGLESIA

 


Domingo, XXV semana

San Agustín Sermón sobre los pastores 46,13

No fortalecéis a las ovejas débiles, dice el Señor. Se lo dice a los malos pastores, a los pastores falsos, a los pastores que buscan su interés y no el de Jesucristo, que se aprovechan de la leche y la lana de las ovejas, mientras que no se preocupan de ellas ni piensan en fortalecer su mala salud. Pues me parece que hay alguna diferencia entre estar débil, o sea, no firme –ya que son débiles los que padecen alguna enfermedad–, y estar propiamente enfermo, o sea, con mala salud. Desde luego que estas ideas que nos estamos esforzando por distinguir las podríamos precisar, por nuestra parte, con mayor diligencia, y por supuesto que lo haría mejor cualquier otro que supiera más o fuera más fervoroso; pero, de momento, y para que no os sintáis defraudados, voy a deciros lo que siento, como comentario a las palabras de la Escritura. Es muy de temer que al que se encuentra débil no le sobrevenga una tentación y le desmorone. Por su parte, el que está enfermo es ya esclavo de algún deseo que le está impidiendo entrar por el camino de Dios y someterse al yugo de Cristo. Pensad en esos hombres que quieren vivir bien, que han determinado ya vivir bien, pero que no se hallan tan dispuestos a sufrir males, como están preparados a obrar el bien. Sin embargo, la buena salud de un cristiano le debe llevar no sólo a realizar el bien, sino también a soportar el mal. De manera que aquellos que dan la impresión de fervor en las buenas obras, pero que no se hallan dispuestos o no son capaces de sufrir los males que se les echan encima, son en realidad débiles. Y aquellos que aman el mundo y que por algún mal deseo se alejan de las buenas obras, éstos están delicados y enfermos, puesto que, por obra de su misma enfermedad, y como si se hallaran sin fuerza alguna, son incapaces de ninguna obra buena. En tal disposición interior se encontraba aquel paralítico al que, como sus portadores no podían introducirle ante la presencia del Señor, hicieron un agujero en el techo, y por allí lo descolgaron

REFLEXIÓN

La gracia no tiene hoja de ruta rígidamente precisada, y aún en condiciones malas es capaz de remover obstáculos en los alejados para inspirar su vuelta al Amor de Dios. Las condiciones de enfermedad o debilidad, aunque dificultan y aun gravemente impiden avanzar en la voluntad de Dios que es su reinado, no logran detener su crecimiento, el cual es imparable.  Por eso la exhortación a acercarse y hacer algún esfuerzo por el bien, es lo propio de quien sirve a los peregrinos de la fe. Ciertamente no hay un claro-oscuro en la disposición y la entrega del creyente, sino un gran diversidad y variedad, análoga a la creación.

EJERICIOS ESPIRITUALES

 


SOBRE-LA-ELECCION

[169] PREAMBULO PARA HACER ELECCION.

1º puncto. En toda buena elección, en quanto es de nuestra parte, el ojo de nuestra intención debe ser simple, solamente mirando para lo que soy criado, es a saber, para alabanza de Dios nuestro Señor y salvación de mi ánima; y así cualquier cosa que yo eligiere, debe ser a que me ayude para al fin para que soy criado, no ordenando ni trayendo el fin al medio, mas el medio al fin; así como acaece que muchos eligen primero casarse, lo qual es medio, y secundario servir a Dios nuestro Señor en el casamiento, el qual servir a Dios es fin. Assimismo hay otros que primero quieren haber beneficios y después servir a Dios en ellos. De manera que éstos no van derechos a Dios, mas quieren que Dios venga derecho a sus affecciones desordenadas y, por consiguiente, hacen del fin medio y del medio fin. De suerte que lo que habían de tomar primero, toman postrero; porque primero hemos de poner por obiecto querer servir a Dios, que es el fin y secundario tomar beneficio o casarme, si más me conviene, que es el medio para el fin; así ninguna cosa me debe mover a tomar los tales medios o a privarme dellos, sino sólo el servicio y alabanza de Dios nuestro Señor y salud eterna de mi ánima.

REFLEXIÓN

[169] Se llega así al centro de toda la actividad de los Ejercicios Espirituales ignacianos: elegir de acuerdo al Principio y Fundamento, que fue el inicio. Ahora se llevará a la práctica y la realidad histórica. Podemos decir que estamos inmers@s en un ejercicio ético, trabajando por ser lo más responsable que podamos con nuestra libertad, para así lograr el fin de ella: la Voluntad de Dios.

[170] PARA TOMAR NOTICIA DE QUE COSAS SE DEBE HACER ELECCION, Y CONTIENE EN SI CUATRO PUNCTOS Y UNA NOTA.

1º puncto. El primer puncto: es necessario que todas cosas, de las quales queremos hacer elección, sean indiferentes o buenas en sí, y que militen dentro de la sancta madre Iglesia hierárchica, y no malas ni repugnantes a ella.

[171] 2º puncto. Segundo: hay unas cosas que caen debaxo de elección inmutable, así como son sacerdocio, matrimonio, etc.; hay otras que caen debaxo de elección mutable, assí como son tomar beneficios o dexarlos, tomar bienes temporales o lanzallos.

[172] 3º puncto. Tercero: en la elección inmutable, que ya una vez se ha hecho elección, no hay más que elegir, porque no se puede desatar, así como es matrimonio, sacerdocio, etc. Sólo es de mirar que si no ha hecho elección debida y ordenadamente, sin affecciones dessordenadas, arepentiéndose procure hacer buena vida en su elección; la qual elección no parece que sea vocación divina, por ser elección desordenada y oblica, como muchos en esto yerran haciendo de oblica o de mala elección vocación divina; porque toda vocación divina es siempre pura y limpia, sin mixtión de carne ni de otra affección alguna dessordenada.

[173] 4º puncto. Quarto: si alguno a hecho elección debida y ordenadamente de cosas que están debajo de elección mutable, y no llegando a carne ni a mundo, no hay para qué de nuevo haga elección, mas en aquélla perficionarse quanto pudiere.

[174] Nota. Es de advertir que si la tal elección mutable no se ha hecho sincera y bien ordenada, entonces aprovecha hacer la elección debidamente, quien tubiere deseo que dél salgan fructos notables y muy apacibles a Dios nuestro Señor.

REFLEXIÓN

[170] [171] [172] [173] [174] En nuestra época actual y tal como se ha desarrollado la moral católica, las aclaraciones sobre bienes inmutables: matrimonio, sacerdocio, votos perpetuos se siguen aplicando, mientras no haya una sentencia canónica diferente: anulación de matrimonio, reducción al estado laical del sacerdocio, y dispensa de los votos perpetuos.

Porque una vez que esas sentencias canónicas han surtido efecto, las personas vuelven a un estado en el que tienen posibilidad de elegir un bien inmutable como el matrimonio, o una nueva consagración por votos, o una rehabilitación de órdenes sagradas.

Estos casos se podrían incluir en el proceso de sana elección.

Pero el foco de la atención se dirige a los bienes mutables, para depurarlos de elecciones anteriores mal hechas, o hacerlas de salida como se piensa es la voluntad de Dios. 

        Sin embargo, a la luz de la sicología actual, el influjo del inconsciente y la complejidad de la motivación y la libertad humanas, la tendencia es que los bienes mutables pueden ser depurados, no obstante, hayan sido objeto de elección en algún momento. El cambio cultural que se ha tenido sobretodo en Occidente, con la aceptación casi generalizada de que estamos sometidos a cambios constantes, nos hace muy vulnerables en nuestras convicciones a largo plazo, y un poco de pensamiento débil, o “light” o líquido. De ahí la importancia de los ejercicios frecuentes, anuales, para reforzar o depurar elecciones previas. Este no es un panorama pensado por el autor de los Ejercicios Espirituales, San Ignacio de Loyola. Pero es la condición humana moderna y los Ejercicios frecuentes, anuales, más breves, son un aporte excelente a una espiritualidad en contexto de cambio.