sábado, 5 de noviembre de 2022

DOCTORES DE LA IGLESIA


 

Sábado, XXXI semana

San Ambrosio Tratado sobre el bien de la muerte 3,9; 4,15

Dice el Apóstol: El mundo está crucificado para mí, y yo para el mundo. Existe, pues, en esta vida una muerte que es buena; por ello se nos exhorta a que en toda ocasión y por todas partes, llevemos en el cuerpo la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo. Que la muerte vaya, pues, actuando en nosotros, para que también se manifieste en nosotros la vida, es decir, para que obtengamos aquella vida buena que sigue a la muerte, vida dichosa después de la victoria, vida feliz, terminado el combate, vida en la que la ley de la carne no se opone ya a la ley del espíritu, vida, finalmente, en la que ya no es necesario luchar contra el cuerpo mortal, porque el mismo cuerpo mortal ha alcanzado ya la victoria. Yo mismo no sabría decir si la grandeza de esta muerte es mayor incluso que la misma vida. Pues me hace dudar la autoridad del Apóstol que afirma: Así, la muerte está actuando en nosotros, y la vida en vosotros. En efecto, ¡cuántos pueblos no fueron engendrados a la vida por la muerte de uno solo! Por ello, enseña el Apóstol que los que viven en esta vida deben apetecer que la muerte feliz de Cristo brille en sus propios cuerpos y deshaga nuestra condición física para que nuestro hombre interior se renueve y, si se destruye este nuestro tabernáculo terreno, tenga lugar la edificación de una casa eterna en el cielo.

REFLEXIÓN

Nos hemos enfrascado demasiado en vicios y virtudes, asimilándolos a las buenas costumbres del mundo que no tienen la misma motivación, ética o espiritualidad. Excepto que unos son esclavitudes y los otros combate. Hoy miramos más enfáticamente el morir al egoísmo de clase, al egoísmo de mentalidad, al egoísmo de tiempo, al egoísmo de poder …

viernes, 4 de noviembre de 2022

PALABRA COMENTADA

 

Viernes 31 de tiempo ordinario

Año Par

Filipenses 3, 17-4, 1



REFLEXIÓN

muchos que andan como enemigos de la cruz de Cristo: su paradero es la perdición; su Dios, el vientre; su gloria, sus vergüenzas

Se podría pensar que se ha dado un cambio entre lo que la percepción de Pablo comenta y nuestro tiempo.

Ahora el endiosamiento mediático del vientre por la gastronomía, y del sexo por la ciencias, más bien nos hacen pasar vergüenza a los que no pensamos y actuamos conforme.

El estilo de vida contracorriente de un creyente, no se publica ni ostenta en esa forma, por lo cual resulta un modelo opaco, conservador y aburrido.

Esta situación preocupa a muchos que no se sienten cómodos con un seguimiento cristiano que los deje fuera de los dictados del mercado.

Y es en esta dificultad y brecha donde se tiene que manifestar que la cruz fortalece.

Él transformará nuestro cuerpo humilde, según el modelo de su cuerpo glorioso, con esa energía que posee para sometérselo todo.

La Palabra nos permite una reflexión positiva del cuerpo, sin que tengamos que dejarnos influir por el neoplatonismo que nos separa en alma y cuerpo, ni con el positivismo actual para el cual el cuerpo es el único que cuenta y a quien hay que cuidar.

Nuestro cuerpo en el designio del Señor es humilde porque está llamado a volver a la tierra, pero en Jesús Glorificado es objeto de transformación para convertirse en cuerpo glorioso.

No tenemos entonces que sonrojarnos de vergüenza por no participar en una pasarela exhibicionista como mercancía porque nuestro destino es la gloria junto al Padre.

Salmo responsorial: 121



REFLEXIÓN

Ya están pisando nuestros pies / tus umbrales, Jerusalén

Más bien habríamos de poner atención a las señales que ya se van dando en nuestro convivir denotando una vida diferente, de cualidad alterna, capaz de inspirar esperanza en la gloria.

Lucas 16,1-8



REFLEXIÓN

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos

Es la expresión de la comunidad eclesial itinerante en el tiempo y en el espacio, por la que expresa su confianza en volver a escuchar la palabra de Jesús, como dicha para su tiempo.

y le llegó la denuncia de que derrochaba sus bienes

"¿Qué es eso que me cuentan de ti?

Una de las señales que nos alertan del reino consiste en la capacidad que vamos creando de ser justos: debemos escuchar al denunciado para dar oportunidad a su defensa, antes de emitir un juicio de condenación o absolución.

Aunque el clamor contra la corrupción sea una de las señales del tiempo actual, todo denunciado tiene derecho al debido proceso, y a que se respete su presunción de inocencia hasta que se pruebe lo contrario.

"¿Qué voy a hacer ahora que mi amo me quita el empleo? Para cavar no tengo fuerzas; mendigar me da vergüenza

Un predicamento propio de nuestro tiempo, en el que abunda el desempleado de cierta edad, que no puede competir en un mercado más exigente, según los Tratados de libre comercio

Y el amo felicitó al administrador injusto, por la astucia con que había procedido

Porque la viveza se puede admirar, pero no necesariamente imitar, sobre todo si es injusta como este administrador avivato.

La corrupción viene desde muy atrás a través del tráfico de influencias, desfalcos, estafas, apropiaciones indebidas, deslealtades, aprovechamientos de oportunidades y demás.

Es parte de la cultura que vivimos admirar el juega vivo, la viveza que arrebata las oportunidades de adelantar sin importar que la cola no avance. Los demás no importan, solo yo importo.

Ciertamente, los hijos de este mundo son más astutos con su gente que los hijos de la luz.

Su gente son los que tienen deudas para perdonar…y con ellos el mundo es más astuto que los hijos de la Luz.

No sabemos trabajar con quienes necesitan ser perdonados por sus deudas. Los 99 justos parecen haber olvidado el drama de la perdida…

Parece que deberemos refrescar frecuentemente nuestra condición pecadora…y así volvernos astutos con nuestra gente.

Es de admirar, pero imitar? En cuanto a la iniciativa de buscar soluciones, no de la corrupción y el juega vivo.

Sería deseable una viveza honesta para los hijos de la luz, porque a veces parecemos más mogos que los hijos de este mundo para nuestros propios intereses.

Sólo que no debemos dejarnos contaminar.

Muchos bien intencionados han adoptado estrategias avivatas para hacer el bien y quedan enredados.

Otra señal es la capacidad de perdonar que brota de la conciencia de la propia culpa.

Es una astucia de otro nivel: no un juega vivo que daña, sino buscarse defensores en los que hago el bien para que intercedan por mí.

Por eso la limosna redime el pecado.

Porque el Padre se da por bien servido si a pesar de mi mal servicio me esmero en ser solidario con los hermanos.

Es un criterio en boga actualmente: el activismo solidario me permite dar énfasis al amor al prójimo por encima de otras faltas y debilidades de  nuestro caminar.

Pero como toda estrategia que se utiliza en nombre del reino requiere la vigilancia del discernimiento para que no se convierta en una escapatoria de mis intereses egoístas.

Los cristianos gnósticos en tiempos de Pablo utilizaban la alegría de la resurrección de Jesús para sentirse salvados, y excluídos del riesgo de pecar. Con ello dieron en conductas condenables.

Así sucede cuando nos volvemos integristas abusando de la interpretación de un solo principio de fe, siendo así que la ortodoxia y ortopraxis se funda en un conjunto de fe.

Un equilibrio que no podemos fabricar solos sino en comunidad y con un el carisma de una guía.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1588509949298368513?s=20&t=vzFtkfjnXDI9gNqloTOwnQ