sábado, 19 de noviembre de 2022

DOCTORES DE LA IGLESIA

 

Sábado, XXXIII semana

Santo Tomás de Aquino Conferencia sobre el Credo

Adecuadamente termina el Símbolo, resumen de nuestra fe, con aquellas palabras: «La vida perdurable. Amén». Porque esta vida perdurable es el término de todos nuestros deseos. La vida perdurable consiste, primariamente, en nuestra unión con Dios, ya que el mismo Dios en persona es el premio y el término de todas nuestras fatigas: Yo soy tu escudo y tu paga abundante. Esta unión consiste en la visión perfecta: Ahora vemos confusamente en un espejo; entonces veremos cara a cara. También consiste en la suprema alabanza, como dice el profeta: Allí habrá gozo y alegría, con acción de gracias al son de instrumentos. Consiste, asimismo, en la perfecta satisfacción de nuestros deseos, ya que allí los bienaventurados tendrán más de lo que deseaban o esperaban. La razón de ello es porque en esta vida nadie puede satisfacer sus deseos, y ninguna cosa creada puede saciar nunca el deseo del hombre: sólo Dios puede saciarlo con creces, hasta el infinito; por esto, el hombre no puede hallar su descanso más que en Dios, como dice san Agustín: «Nos has hecho para ti, Señor, y nuestro corazón no hallará reposo hasta que descanse en ti». Los santos, en la patria celestial, poseerán a Dios de un modo perfecto, y, por esto, sus deseos quedarán saciados y tendrán más aún de lo que deseaban. Por esto, dice el Señor: Entra en el gozo de tu Señor. Y san Agustín dice: «Todo el gozo no cabrá en todos, pero todos verán colmado su gozo. Me saciaré de tu semblante; y también: El sacia de bienes tus anhelos».

REFLEXIÓN

El anhelo inextinguible, no hace ser, los del anhelo extinguible hacia lo inextinguible. Porque nos colman los deseos, pero uno es el verdadero deseo que nos acompaña hasta el fin, en la esperanza de por fin, ser saciado. Con la esperanza de compartir la saciedad propia y de otros, sin tristeza, comparaciones y envidias. Sabremos entonces vivir en coro de alabanza dirigida al totalmente y absolutamente Otro, para siempre.

viernes, 18 de noviembre de 2022

PALABRA COMENTADA

 

Viernes 33 de tiempo ordinario

Año Par

Apocalipsis 10, 8-11



REFLEXIÓN

"Cógelo y cómetelo; al paladar será dulce como la miel, pero en el estómago sentirás ardor."

En Ezequiel 2,7ss encontramos un pasaje similar. También ese profeta muestra en sus escritos el género apocalíptico.

Se puede referir a la voz de la Palabra en todo tiempo, que la asimila y la hace suya como alimento constante y en eso es como la miel, pero sus efectos posteriores son de amargura por la sordera y dureza de corazón de los oyentes, que no se convierten.

Todo aquel que habla en nombre de valores necesarios para la convivencia humana es como un predicador que ha asimilado un mensaje útil al bien común y que se preocupa en cultivarlo. Pero la experiencia muestra que luchar por valores trae amarguras, frustraciones y decepciones porque el egoísmo individualista parece más fuerte.

"Tienes que profetizar todavía contra muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes."

Qué haríamos si no se mantuviera vigente un liderazgo comprometido con los valores propios del bien común, que arrostrara la reacción adversa del contumaz?

Salmo responsorial: 118



REFLEXIÓN

¡Qué dulce al paladar tu promesa: / más que miel en la boca!

Los maestros de la vida espiritual que nos han precedido dan fe de esta frase del salmo. Se han dedicado de por vida a paladear la Palabra y mostrar su aplicación a las mil circunstancias y peripecias de la existencia.

Sólo en contados momentos nos dejan asomarnos al calvario que significa mantenerse en la brecha confrontando la rebeldía en su auditorio.

Qué irrita tanto al humano sino el cercenar su libertad o lo que asume es su derecho a ser libre?

Por la historia una y otra vez probada contemplamos esa llama ardiente que no se doblega y persiste: libertad.

Sólo que la comprensión de la misma en plenitud debe contar con su Autor, quien la ha creado para una plenitud en comunión con Él.

Lucas 19, 45-48



REFLEXIÓN

En aquel tiempo, entró Jesús en el templo y se puso a echar a los vendedores, diciéndoles: "Escrito está: "Mi casa es casa de oración"; pero vosotros la habéis convertido en una "cueva de bandidos"

En consonancia con lo que se ha indicado sobre la distorsión de las fiestas de origen religioso.

Para Jesús es abominable que nosotros hagamos lo contrario de lo que nos envanecemos y gloriamos: construimos un templo que es espacio de oración, pero lo profanamos dedicando el espacio al flujo comercial, con intención de acumular riqueza a costa de la vulnerabilidad del pobre.

Jesús plantea constantemente la postura que combate las mixtificaciones y las adulteraciones.

Purifica como juicio y fuego lo que se oxida, y corrompe. Para bien.

Somos depredadores también, y volvemos despojos lo que era algo vivo.

Nuestra oración puede convertirse en acción de bandidos.

No garantiza por sí sola nuestra conversión.

Puede ser incongruente e inconsistente en la vida.

Puede velar la injusticia.

intentaban quitarlo de en medio; pero se dieron cuenta de que no podían hacer nada, porque el pueblo entero estaba pendiente de sus labios.

Muestra Jesús una profecía, voz de Dios, con un matiz diferente: habla lo que el pueblo siente. 

El pueblo vulnerable, que no tiene posibilidades de defensa, no obstante los cauces institucionales.

Jesús encarna un paradigma de justicia de vulnerables y suscita la odiosidad de la iniquidad del poderoso.

No era el pueblo que lo escuchaba y defendía el que estuvo como turba gritando su muerte.

Aquello sucedió de noche cuando no se podía defenderlo, cuando era presa fácil.

Como muchos otros después, que no han sido defendidos por armas, sino por la acogida a las palabras del Espíritu.

Serán protegidos y defendidos, hasta que otro más poderoso y fuerte los arrebate.

"Escrito está: "Mi casa es casa de oración"; pero vosotros la habéis convertido en una "cueva de bandidos"".

convertían un negocio legítimo en fuente de abusos(nota de la Biblia de Estudio de las Sociedades Bíblicas)

Jer7.11 Una cueva de ladrones: Con esta imagen poética se condena la falsa seguridad que infundía en el pueblo la presencia material del templo de Jerusalén. Tal como los ladrones, una vez cometidos sus delitos, Se refugian en una caverna y allí se sienten seguros, así también los israelitas se sentían protegidos por el santuario, a pesar de sus crímenes y malas acciones(Nota de allí mismo)

Un pasaje gustado como munición argumentativa por los activistas del cambio social. Y con razón, en parte.

Según algunos aquí se encuentra la posición política de Jesús en su más prístina presentación: Socialismo vs. Capitalismo. No a la reforma, sí a la revolución.

Según eso lo que Jesús pretende en la palabras y hechos que le adjudican los cuatro evangelistas, es demoler un sistema, una estructura de acumulación de riquezas, que oprime al pueblo humilde.

Según otros, se busca depurar el abuso de una actividad legítima porque se ejercía en el exterior del templo y no lo profanaba técnicamente hablando.

Quizás lo nuclear está en las palabras que cita Jesús de Jeremías7,11. Jesús aboga por una experiencia de Dios sincera, sin doblez ni hipocresía.

Desnuda la pretensión se utilizar la invocación del Dios Padre en provecho propio, opacando su verdadera función.

El templo, el culto, que tienen un lugar prioritario en la promoción de la divinidad en Israel o en cualquier pueblo, se presta a engañar en beneficio de unos manipuladores, y de todo el que esconde en esa sacralidad su corrupción.

Es el peor de los ateísmos el que brota de los teísmos. Son imágenes de dioses que llevan en sí la semilla de la distorsión.

Jesús nos provoca, para no seguir buscando en lo santo excusa para la impunidad de nuestros crímenes.

Y esto se aplica para todo el que en nombre de un valor relevante en la sociedad se conduzca con impunidad.

De nada sirve cambiar de estructuras si persiste la actitud de impunidad en nombre de los ideales.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1593566124943319040?s=20&t=hJ6blGiEHJWEt_XnSWoc0A