domingo, 19 de marzo de 2023

PALABRA COMENTADA

 

Domingo 4 de Cuaresma

1Samuel 16,1b.6-7.10-13ª



REFLEXIÓN

Dios no ve como los hombres, que ven la apariencia; el Señor ve el corazón

Es lo que funda la esperanza en su misericordia, porque no oye uno u otro sino que tiene su propio juicio y el criterio que usa es el amor y la bondad.

En aquel momento, invadió a David el espíritu del Señor, y estuvo con él en adelante.

El Espíritu de Jesús resucitado nos ha invadido desde el bautismo y nos conduce, más allá y remontando nuestra resistencia, dependencias y codependencias.

Salmo responsorial: 22



REFLEXIÓN

repara mis fuerzas

Cuando creemos que íbamos a caer y todo había terminado contra nosotros, nos viene un nuevo aliento

Aunque camine por cañadas oscuras, / nada temo, porque tú vas conmigo:

Las que nos aguardan en el camino, y en ellas lo que nos puede acechar y hacer caer.

Efesios 5,8-14



REFLEXIÓN

En otro tiempo erais tinieblas, ahora sois luz en el Señor.

Se refiere a la nueva situación de la fe del creyente en Jesús. Una situación teológica, y también moral. Pero no necesariamente coinciden.

El creyente siempre, aunque caído, estará en una nueva situación respecto a su creencia. Se trata de un mundo nuevo, de una visión distinta de todo. A la vista tiene, si quiere, un conocimiento de lo profundo de la realidad.

toda bondad, justicia y verdad son fruto de luz

Porque son los frutos los que dan idea de la calidad del árbol

todo descubierto es luz

Aunque muchos no sepan todo, si un acompañante es testigo de lo oculto, esto secreto se hace luz y ya no es oculto.

Juan 9,1-41



REFLEXIÓN

"Este hombre no viene de Dios, porque no guarda el sábado."

En el discernimiento del designio utilizamos criterios que no son aptos para conocerlo en su significado preciso.

Aplicaron a Jesús y su obra de misericordia el criterio del descanso sabático, sin ponderar lo básico: que el amor a Dios en el amor al hombre y mujer, es prioritario antes del descanso legal en honor a Dios. Lo cual es bueno, pero lo otro es fundamental.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1637418186403356676?s=20

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1Samuel 16,1b.6-7.10-13a

Dios no ve como el hombre ve, pues el hombre mira la apariencia exterior, pero el SEÑOR mira el corazón." 

el Espíritu del SEÑOR vino poderosamente sobre David

Salmo responsorial: 22

No obstante las variedades y riesgos del camino y en la comida el Dios pastor cuida y dirige a buen fin

Efesios 5,8-14

fruto de la luz consiste en toda bondad, justicia y verdad no participen en las obras estériles de las tinieblas. sino más bien, desenmascárenlas (repróchenlas). todo lo que se hace visible es luz.

"Despierta, tú que duermes, Y levántate de entre los muertos, Y te alumbrará Cristo."

Juan 9,1-41

"Lo estás viendo: el que te está hablando, ése es." Cura al ciego de nacimiento, que no se puede lavar en la piscina de purificación del templo, porque no verá las fuentes de impureza y volverá a ser impuro. Jesús lo hace ver ya para limpiarse siempre. Pero además para que lo crea como Hijo de Hombre. Una visión salvífica.

 

DOCTORES DE LA IGLESIA

 


San Agustín Sobre San Juan trat. 34,8-9

El Señor dijo concisamente: Yo soy la luz del mundo: el que me sigue no camina en las tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. Con estas palabras nos mandó una cosa y nos prometió otra; hagamos lo que nos mandó, y de esta forma no desearemos de manera insolente lo que nos prometió; no sea que tenga que decirnos el día del juicio: «¿Hiciste lo que mandé, para poder pedirme ahora lo que prometí?» «¿Qué es lo que mandaste, Señor, Dios nuestro?» Te dice: «Que me siguieras». Pediste un consejo de vida. ¿De qué vida, sino de aquella de la que se dijo: En ti está la fuente de la vida.

REFLEXIÓN

Seguimiento y vida, como una igualdad o ecuación se oponen a caminar en tinieblas. Seguir es caminar en pos de Él, quien como luz de vida, alumbra al peregrino. Caminar en tinieblas es azaroso, porque se transita inseguro, incierto, con temor a tropezar o despeñarse.

 Conque hagámoslo ahora, sigamos al Señor; desatemos los pies de aquellas ataduras que nos impiden seguirle. ¿Pero quién será capaz de desatar tales nudos si no nos ayuda aquel mismo de quien se dijo: Rompiste mis cadenas?  El mismo que en otro salmo afirma: El Señor liberta a los cautivos, el Señor endereza a los que ya se doblan. ¿Y en pos de qué corren los liberados y los puestos en pie, sino de la luz de la que han oído: Yo soy la luz del mundo: el que me sigue no camina en la tinieblas? Porque el Señor abre los ojos al ciego. Quedaremos iluminados, hermanos, si tenemos el colirio de la fe.

REFLEXIÓN

La peregrinación por fe, permite luz de vida, porque no es evidente que Él sea luz de vida. Solo la evidencia de la fe que es tiniebla luminosa. Se ve y no se ve. Más que ver se confía uno de quien sigue, y es  confianza no queda defraudada.

Porque fue necesaria su saliva mezclada con tierra para ungir al ciego de nacimiento. También nosotros hemos nacido ciegos por causa de Adán, y necesitamos que él nos ilumine. Mezcló saliva con tierra, por ello está escrito: La Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros. Mezcló saliva con tierra, pues estaba también anunciado: la verdad brota de la tierra; y él mismo había dicho: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Disfrutaremos de la verdad cuando lleguemos a verle cara a cara, pues también esto se nos promete. Porque ¿quién se atrevería a esperar lo que Dios no se hubiese dignado dar o prometer? Le veremos cara a cara. El Apóstol dice: Ahora vemos confusamente en un espejo; entonces veremos cara a cara.

REFLEXIÓN

La ceguera no es para siempre, sino hasta cuando lo veamos cara a cara. Ya sin fe, solo por amor de posesión, sin fatiga, ni hastío, ni aburrimiento.

 Y Juan añade: Queridos, ahora somos hijos de Dios y aun no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal cual es. Ésta es una gran promesa. Si lo amas, síguelo. «Yo lo amo –me dices–, pero ¿por qué camino lo sigo?» Si el Señor tu Dios te hubiese dicho: «Yo soy la verdad y la vida», y tú deseases la verdad, y anhelaras la vida, sin duda que hubieras preguntado por el camino para alcanzarlas, y te estaría diciendo: «Gran cosa, la verdad, gran cosa, la vida; ojalá mi alma tuviera la posibilidad de llegar hasta ellas». ¿Quieres saber por dónde? Óyele decir primero: Yo soy el camino. Antes de decirte a donde, te dijo por donde: Yo soy el camino. ¿Y a dónde lleva el camino? A la verdad y a la vida. Primero dijo por donde tenias que ir, y luego a donde. Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Permaneciendo junto al Padre, es la verdad y la vida; al vestirse de carne, se hace camino.

REFLEXIÓN

La carne por Él se hace viator, viajera, conducente. La clave de corrupción anula y se transforma en compañera itinerante por el seguimiento de Jesús luz de vida. La carne de Jesús asume nuestra carne en un humanidad nueva, siempre que le sigamos por fe.

No se te dice: «Trabaja por dar con el camino, para que llegues a la verdad y a la vida»; no se te ordena esto. Perezoso ¡levántate! El mismo camino viene hacia ti y te despierta del sueño en que estabas dormido; si es que en verdad estás despierto: levántate, pues, y anda. A lo mejor estás intentando andar y no puedes porque te duelen los pies. ¿Y por qué te duelen los pies? ¿Acaso porque anduvieron por caminos tortuosos bajo los impulsos de la avaricia? Pero piensa que la Palabra de Dios sanó también a los cojos. «Tengo los pies sanos» – dices–, «pero no puedo ver el camino». Piensa que también iluminó a los ciegos.

REFLEXIÓN

También el cansancio de la carne en proceso de hacerse compañera de seguimiento se cansa. Él acoge esa fatiga y nos potencia, nos devuelve energía para mantenernos en el rumbo.