Domingo 3 de Pascua A
Hechos de los apóstoles 2,14.22-33
REFLEXIÓN
Jesús Nazareno, el hombre que
Dios acreditó ante vosotros realizando por su medio los milagros, signos y
prodigios que conocéis
De quien habla Pedro
es alguien a quien conocía. No obstante vivir la experiencia de Jesús como
alguien extraordinario, lo tiene por hombre. No prodiga títulos de Dios, ni de
divinidad. Pero sí muy cercano a Dios que lo ha exaltado.
Independientemente de
los enfoques de divinización en descenso y en ascenso, hoy somos sensibles más
que nada al ser hombre de Jesús, quizá porque son escasos los modelos que nos
permiten avanzar hacia una humanización óptima, superior, de calidad creciente
y renovable.
Encontramos fulgores
en los diferentes liderazgos, pero echamos de menos la integralidad, la
sustancialidad, la solidez y la permanencia del liderazgo.
designio previsto y sancionado
por Dios
Se vive una tensión
compleja cuando admitimos que somos libres y que el compromiso del Señor es
respetar nuestra libertad, pero sin embargo nos comunica un designio que
funciona inexorable y fielmente hasta el final.
Dios lo resucitó, rompiendo las
ataduras de la muerte
Con Jesús la muerte
está bajo Dios, bajo su soberanía y dominio. Estamos desafiados por la muerte
individual, pero sometidos a la vida de Dios.
Así la muerte ya no
es la última palabra y el aniquilamiento sino una provocación última.
Por la fe ha quedado
reducida a un tránsito, un giro conclusivo en el camino a la transformación.
mi carne descansa esperanzada
Me has enseñado el sendero de la
vida, me saciarás de gozo en tu presencia
El sendero que desde
ya vamos transitando y asumiendo los signos del nuevo mundo.
Ahora, exaltado por la diestra de
Dios, ha recibido del Padre el Espíritu Santo que estaba prometido, y lo ha
derramado
La exaltación de
Jesús desde ya es con efecto social, es compartida, pues el derramamiento del
Espíritu, la inteligencia progresiva, se nos ha ido comunicando en nuestro
caminar como comunidad de salvación.
Salmo responsorial: 15
REFLEXIÓN
Porque no me entregarás a la
muerte, / ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción
El despojo que ha de
conocer la corrupción no soy yo, porque en Cristo Jesús estoy resucitando para
una nueva vida.
Lo que logra atrapar
la muerte de mí es una sombra, algo que fui, mientras mi hombre nuevo vive en
un cuerpo espiritual.
Ella se va mostrando
en los valores y realidades de conciencia de salvación, que vamos percibiendo
aun fragmentariamente, en fragilidad de vasos de barro.
1Pedro 1,17-21
REF
LEXIÓN
Si llamáis Padre al que juzga a
cada uno, según sus obras, sin parcialidad
Por Cristo vosotros creéis en
Dios, que lo resucitó de entre los muertos y le dio gloria, y así habéis puesto
en Dios vuestra fe y vuestra esperanza.
Porque con el
acontecimiento Jesús de Nazaret amanecimos a una expectativa nueva y gozosa.
Vivimos de una esperanza que nos sostiene
y alienta.
Hay un resplandor en
nuestra vivencia que alumbra nuestra existencia en medio de sus montes y
valles, de consolaciones y desolaciones.
Lucas 24,13-35
REFLEXIÓN
Jesús en persona se acercó y se puso
a caminar con ellos
El mismo Jesús se
acercó. Un énfasis de identidad que no permite se le confunda con otro.
no eran capaces de reconocerlo
Una capacidad que
será dada por fe.
Nosotros esperábamos que él fuera
el futuro liberador de Israel
El discurso muestra
la frustración de la expectativa. Son gente frustrada, congelados en la
tristeza, como un fracaso personal y un cierre de horizontes en el proyecto de
vida, que parecía bendecido.
Qué necios y torpes sois para
creer lo que anunciaron los profetas!
Un reproche
constantemente válido para las generaciones de creyentes en su itinerario de
fe.
les explicó lo que se refería a
él en toda la Escritura
Jesús sigue siendo
Maestro, y por el Espíritu que lo ha glorificado se ha transformado en su
propio hermeneuta, que nos ofrece la clave de su acompañamiento en nuestra
existencia.
"Quédate con nosotros,
porque atardece y el día va de caída."
Se nos va la luz
natural, y la luz que nos ha llegado con tu explicación, si nos dejas.
Y entró para quedarse con ellos
Sentado a la mesa con ellos, tomó
el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio
Es la catequesis una
reconstrucción de la vida? Así debía ser. Lo que se predica y lo que se enseña,
debiera servir a lo que se vive y vivencia, para nutrirlo.
Este relato puede ser
el esquema que se ofrece, como acontecido una vez, a todos para que repitan la
experiencia: vivir a Jesús glorificado como el hermeneuta de las escrituras,
que tienen en su muerte y resurrección a su clave.
Arribar a una
experiencia de acompañamiento del mismo Jesús que nos abre el sentido de las
escrituras.
Y proceder a la mesa
de los hermanos para compartir el pan que nos abrirá los ojos para captarlo en
medio de nosotros.
Esta transformación
de nuestra visión y percepción de fe, tiene el poder de prolongar la luz y la
claridad más allá de las tinieblas posibles.
No ardía nuestro corazón
Un efecto del
Espíritu como es recogido por Ignacio de Loyola en sus reglas de discernimiento
para caracterizar la consolación como moción de Dios.
https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1650101575333888000?s=20
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Hechos de los apóstoles 2,14.22-33
Pedro hace el anuncio de la llegada de
una nueva era, cuya señal es el derramamiento y manifestación del Espíritu
Santo, que se hace oir en diferentes lenguas. Llamar la atención sobre una
nueva era ha sido la intención de los
tantos y diversos avivamientos que se dan en la historia de la Iglesia, como
una forma de remontar la caducidad del tiempo.
Salmo responsorial: 15
La adhesión confiada a Dios como su
única posesión imprescindible permite una vida gozosa de esperanza que no
terminará en la muerte.
1Pedro 1,17-21
Esta relación con Dios por Jesús traza
un derrotero ético: tomar en serio el amor que nos ha salvado con sangre
derramada. Una convicción más que un sentimiento se requiere para atravesar la
duración de nuestras existencias afianzados en las promesa realizada en Jesús
resucitado
Lucas 24,13-35
El
abrirse los ojos por un signo que le es familiar como la fracción del pan,
cuando antes no lo reconocían, pone de relieve la calidad de los encuentros con
el Resucitado. Los testigos son encontrados por la iniciativa de Jesús. Sus
palabras operan una reacción subjetiva de profundidad manifestada en el"arder
el corazón". Señales que por otro lado no están lejos de la fe de los
creyentes que narran encuentros de fe en sus existencias a lo largo de la historia.