lunes, 24 de abril de 2023

PALABRA COMENTADA

 Lunes 3 de Pascua

Hechos 6,8-15



REFLEXIÓN

Esteban, lleno de gracia y poder, realizaba grandes prodigios y signos en medio del pueblo

Era el primer mártir, y no pertenecía al primer círculo de los apóstoles, cercanos a Jesús de Nazareth.

Más bien era un forastero en Jerusalén, porque era un judío de lengua griega, nacido fuera de la madre patria, en la diáspora.

Eran mirados como posiblemente contaminados por la cultura grecoromana, por los judíos hebreos más raizales.

Pero Esteban se manifestaba potenciado por el Espíritu que lo empoderaba para hacer signos favorables a la gente.

El Espíritu por su consolación, desde nosotros, sigue poniendo signos de bienestar para la construcción de la fraternidad, si nos dejamos llevar de su moción.

Unos cuantos de la sinagoga llamada de los libertos, oriundos de Cirene, Alejandría, Cilicia y Asia,

Sus victimarios tampoco son raizales, pero sí radicales en su celo por el credo israelita. Quizás y precisamente por la presión social que puede significar que sean heterodoxos en tierra de ortodoxia, sobretodo ritual: Jerusalén.

pero no lograban hacer frente a la sabiduría y al espíritu con que hablaba

No hay que afanarse en buscar argumentos para vencer en una polémica, pues no se trata de competencia, sino de testimonio.

Éste hecho vida, vivencia y vitalidad, por sí solo es un acopio de Espíritu de Jesús, que se ofrece para la fe, no para la venganza, el poder demagógico, la coerción leguleya o cualquier otro exceso de un discurso.

Indujeron a unos

Alborotaron al pueblo, a los ancianos y a los escribas

agarraron a Esteban por sorpresa

Pero la conducción del Espíritu no preserva de la violencia del no creyente.

La vida de este mundo puede ser afectada y segada.

Pero el Espíritu de Jesús está presente para sostener hasta el fin ese testimonio.

Este individuo no para de hablar contra el templo y la Ley. Le hemos oído decir que ese Jesús de Nazaret destruirá el templo y cambiará las tradiciones que recibimos de Moisés

Un vocero de la nueva secta como Esteban debía resultar peligroso, como Jesús en su momento, por el carácter perturbador de las supuestas intenciones de reforma de la que los acusan.

Cualquier reforma o cambio puede ser tomada como señal de ataque contra un modo de vida establecido. No es poca cosa porque en ese orden se ubican una serie de valores y bienes, materiales e intangibles, que al sentirse amenazados activan las defensas y el sentido de conservación y preservación.

Muchos agentes de cambio en todas las creencias e ideologías carecen de la sensibilidad suficiente para lograr la aceptación de las reformas y logran más bien lo contrario: su rechazo.

Salmo responsorial: 118



REFLEXIÓN

dame la gracia de tu voluntad

Saber que hago tu voluntad es una gracia. Que no hago sólo la mía, que no me instalo exclusivamente en mis intereses, sino que me mudo mediante desprendimiento a disposiciones más generosas y abiertas a tu designio.

Intercambio de caminos es la relación con el Señor. Un proceso en el que mi autenticidad, mi camino capta el verdadero del Señor y con su gracia transita por él.

Un proceso de conversión y fe podría formularse como el convencimiento progresivo de que el camino del Señor supera en calidad al propio, y con su gracia lo asumimos.

Juan 6,22-29



REFLEXIÓN

"Os lo aseguro, me buscáis, no porque habéis visto signos, sino porque comisteis pan hasta saciaros. Trabajad, no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura para la vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre;

A quien buscan? Qué buscan?

Buscan a quién o el qué?

Juan ubica en este pasaje una actitud semejante a las tentaciones de Jesús en los sinópticos, pero en lenguaje menos midrashico o narrativo.

Previene a sus seguidores sobre la tentación a buscar sólo el alimento y no su misión.

No se trata de Jesús como estrella a quien se debe un culto, sino de reconocer que en él se encuentra lo que el Padre ha entregado para nuestra salvación integral.

El Espíritu de Jesús nos confronta para hacer caso de los signos que se despliegan en nuestra existencia haciéndonos conocer su designio. Hay miopías y cegueras frente a ellos. Es nuestra misión superarlas para ver.

que creáis en el que él ha enviado

Creer en Jesús es una obra por la vida eterna, si creer abarca todas las esferas de la vida.

Creer es un conocimiento-compromiso que afecta todo en mi ser y mis relaciones.

Una cosmovisión, un proyecto.

La vida eterna consiste en ello: adherirse a él, con toda la fuerza posible y con toda firmeza.

No podemos satisfacernos y complacernos con cualquier enviado que nos parezca y se acomode a nuestra visión. No suele ser buena señal.

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Hechos 6,8-15

En medios fundamentalistas-ideológicos o religiosos- la resistencia a considerar los cambios razonables, aun los que se expongan con tacto y respeto, se opone casi siempre. Una cerrazón como la del pueblo en el desierto que se endurecieron como también lo había hecho el Faraón, y dejaron de escuchar la voz de Dios. La voz de Esteban engrosa la lista de mártires desoídos.

Salmo responsorial: 118

La convicción de fe no impulsa la aceptación o afirmación impositiva y violenta, si nace del corazón en contacto con la misericordia de Dios. Al optar por la causa de Dios, quien vive el testimonio de fe buscará cada día adaptarse y flexibilizarse para que su camino y el del Señor converjan.

Juan 6,22-29

Buscar a Jesús por sí mismo y por su misión, sin la intención de lograr beneficios y recompensas, implica la dinámica de la adehesión e identificación de la persona creyente. Un proceso de fe que no se puede llevar a cabo sin ser atraído por Jesús, como pan cotidiano. Esta actitud se expresa como la búsqueda del Reino con prioridad, para que todo lo demás se nos conceda por añadidura.

 

BEATO CARLO



 Del Comentario de san Beda el Venerable, presbítero, sobre la primera carta de san Pedro
                                         (Cap. 2: PL 93. 50-51)

              LINAJE ESCOGIDO, SACERDOCIO REGIO

Vosotros sois linaje escogido, sacerdocio regio. Este título honorífico fue dado en otro tiempo por Moisés al antiguo pueblo de Dios, y ahora con toda razón lo da el apóstol Pedro a los gentiles, porque han creído en Cristo, el cual, como piedra angular, ha reunido a todos los hombres para que tengan parte en aquella salvación que era antes exclusiva del pueblo de Israel.

Los llama linaje escogido a causa de su fe, para distinguirlos de aquellos otros que, al desechar al que es la piedra viva, se han hecho ellos mismos dignos de ser desechados.

Los llama también sacerdocio regio, porque están unidos al cuerpo de aquel que es el rey supremo y sacerdote verdadero, que, en su calidad de rey, da el reino a los suyos y, en su calidad de pontífice, limpia los pecados de ellos con la oblación de su propia sangre. Les da el nombre de sacerdocio regio, para que no olviden la esperanza del reino perpetuo y la obligación que tienen de ofrecer continuamente a Dios el sacrificio de una conducta inmaculada.

Son llamados también nación santa y pueblo adquirido, de conformidad con lo que dice el apóstol Pablo, explicando la afirmación del profeta: «El justo vivirá por la fe, pero si vuelve atrás no pondré más en él mi complacencia.» Nosotros no somos de los que se vuelven atrás para su perdición, sino hombres de fe que vamos hacia la salvación de nuestras almas. Y dice también en los Hechos de los apóstoles: El Espíritu Santo os ha constituído como pastores de la Iglesia de Dios. que él adquirió con la sangre de su Hijo. Así, pues, por la sangre de nuestro Redentor hemos sido hechos pueblo adquirido, como lo era en otro tiempo el pueblo de Israel, redimido de Egipto por la sangre del cordero.

Por esto en el versículo siguiente, reflexionando también sobre el sentido figurativo de la historia de Israel, enseña cómo obtiene su perfecto cumplimiento en el nuevo pueblo de Dios, diciendo: Para proclamar sus hazañas. Pues, del mismo modo que los israelitas, liberados por Moisés de la esclavitud de Egipto, después del paso del mar Rojo y del hundimiento del ejército del Faraón, cantaron al Señor un himno triunfal, también nosotros, después de haber recibido en el bautismo el perdón de los pecados, debemos tributar a Dios una digna acción de gracias por estos beneficios espirituales.

Porque los egipcios, que afligían al pueblo de Dios y que por eso eran como un símbolo de las tinieblas y de la tribulación, significan adecuadamente los pecados que nos perseguían, pero que fueron borrados por el bautismo. También la liberación de los hijos de Israel y su conducción hacia la patria en otro tiempo prometida, concuerda con el misterio de nuestra redención, por la cual tendemos, mediante la iluminación y la guía de la gracia de Cristo, hacia la luz de la morada celestial; de esta luz de la gracia era también símbolo aquella nube y columna de fuego que durante todo el camino los defendió de las tinieblas de la noche y los llevó, por un sendero inefable, hasta la posesión de la tierra prometida