sábado, 7 de octubre de 2023

BEATO CARLO

7 de octubre
Nuestra Señora,
la Virgen del Rosario

Esta conmemoración fue instituida por el papa san Pío V en el día aniversario de la victoria obtenida por los cristianos en la batalla naval de Lepanto (1571), victoria atribuida a la Madre de Dios, invocada por la oración del rosario. La celebración de este día es una invitación para todos a meditar los misterios de Cristo, en compañía de la Virgen María, que estuvo asociada de un modo especialísimo a la encarnación, la pasión y la gloria de la resurrección del Hijo de Dios.

Conviene meditarlos misterios de salvación

De los sermones de san Bernardo, abad

El Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. ¡La fuente de la sabiduría, la Palabra del Padre en las alturas! Esta Palabra, por tu mediación, Virgen santa, se hará carne, de manera que el mismo que afirma: Yo estoy en el Padre y el Padre está en mí podrá afirmar igualmente: Yo salí de Dios, y aquí estoy.

En el principio –dice el Evangelio– ya existía la Palabra. Manaba ya la fuente, pero hasta entonces sólo dentro de sí misma. Y continúa el texto sagrado: Y la Palabra estaba junto a Dios, es decir, morando en la luz inaccesible; y el Señor decía desde el principio: Mis designios son de paz y no de aflicción. Pero tus designios están escondidos en ti, y nosotros no los conocemos; porque ¿quién había penetrado la mente del Señor?, o ¿quién había sido su consejero?

Pero llegó el momento en que estos designios de paz se convirtieron en obra de paz: La Palabra se hizo carne y ha acampado ya entre nosotros; ha acampado, ciertamente, por la fe en nuestros corazones, ha acampado nuestra memoria, ha acampado en nuestro pensamiento y desciende hasta la misma imaginación. En efecto, ¿qué idea de Dios hubiera podido antes formarse el hombre que no fuese un ídolo fabricado por su corazón? Era incomprensible e inaccesible, invisible y superior a todo pensamiento humano; pero ahora ha querido ser comprendido, visto, accesible a nuestra inteligencia.

¿De qué modo?, te preguntarás. Pues yaciendo en un pesebre, reposando en el regazo virginal, predicando en la montaña, pasando la noche en oración; o bien pendiente de la cruz, en la lividez de la muerte, libre entre los muertos y dominando sobre el poder de la muerte, como también resucitando al tercer día y mostrando a los apóstoles la marca de los clavos, como signo de victoria, y subiendo finalmente, ante la mirada de ellos, hasta lo más íntimo de los cielos.

¿Hay algo de esto que no sea objeto de una verdadera, piadosa y santa meditación? Cuando medito en cualquiera de estas cosas, mi pensamiento va hasta Dios y, a través de todas ellas, llego hasta mi Dios. A esta meditación la llamo sabiduría, y para mí la prudencia consiste en ir saboreando en la memoria la dulzura que la vara sacerdotal infundió tan abundantemente en estos frutos, dulzura de la que María disfruta con toda plenitud en el cielo y la derrama abundantemente sobre nosotros.

viernes, 6 de octubre de 2023

PALABRA COMENTADA

 

VIERNES 26 DE TIEMPO ORDINARIO

Año Impar

Baruc 1,15-22



REFLEXIÓN

Confesemos que el Señor, nuestro Dios, es justo

No obstante yo no entienda lo que nos acontece.

porque pecamos contra el Señor no haciéndole caso, desobedecimos al Señor, nuestro Dios, no siguiendo los mandatos que el Señor nos había dado

El desvío de su voluntad y designio, a eso llamamos pecado y a nuestra disposición constante a desviarnos llamamos iniquidad y pecar en el corazón.

Un desafío para nuestra existencia consiste en conciliar voluntades y dejarnos transformar en colaboradores suyos.

Desde el día en que el Señor sacó a nuestros padres de Egipto hasta hoy, no hemos hecho caso al Señor, nuestro Dios, hemos rehusado obedecerle.

Porque el reconocimiento de su intervención no baja al corazón ni nos convierte automática y radicalmente, como muestra Jesús en su quehacer.

No nos convencemos que Él es, y nos preferimos en nuestra sabiduría, que llega a ser tontería.

Por eso, nos persiguen ahora las desgracias y la maldición con que el Señor conminó a Moisés, su siervo, cuando sacó a nuestros padres de Egipto para darnos una tierra que mana leche y miel

En nuestra postración la insidia del acusador persiste, porque busca convencernos del castigo por parte del Señor, cuando somos nosotros y es su seducción la que nos han puesto la zancadilla para caer.

todos seguimos nuestros malos deseos, sirviendo a dioses ajenos y haciendo lo que el Señor, nuestro, Dios reprueba.

El mundo ,sus dioses y su sabiduría nos deslumbran e hipnotizados quemamos nuestras alas en su fuego.

Salmo responsorial: 78



REFLEXIÓN

Echaron los cadáveres de tus siervos / en pasto a las aves del cielo, / y la carne de tus fieles / a las fieras de la tierra.

Disponer de los restos y darles cierta honra, en memoria de su dignidad en vida, por poca cosa que hayan parecido ser, se convierte en un bien para los vivos que lo realizan.

No se acaba de tener consuelo sin dar a los muertos su sepultura.

Qué será entonces llegar al extremo de quedar abandonados, como signos de la destrucción y la sevicia del odio criminal?

que tu compasión nos alcance pronto, / pues estamos agotados

por el honor de tu nombre

En el Padrenuestro oramos “santificado sea tu nombre”.

Parece una petición insignificante para nuestro sentido de la relevancia, tal como se presenta, centrada en la gloria del Señor.

Pero es eminentemente salvífica: el nombre es el prestigio del Padre, que se muestra en su intervención favorable y salvífica.

Lucas 10,13-16



REFLEXIÓN

Si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que en vosotras, hace tiempo que se habrían convertido, vestidos de sayal y sentados en la ceniza

Los signos constantes a nuestro alrededor también son para la conversión.

Nos representa una responsabilidad dar cuenta de los signos que se nos ofrecieron y dejamos de convertirnos.

Tendrás en cuenta lo torpes que somos la mayoría para sensibilizarnos a tu reino?

Cuando en nuestra existencia se muestra una conversión, conocemos que la Palabra se ha escuchado

Milagros entendidos como señales para la conversión, los tenemos muchos todos los días.

No se puede decir que tengamos mucha conversión en correspondencia, porque escuchamos poco la Palabra.

Escuchar la Palabra-nos lo enseña Job- es quedarnos sin más que decir en nuestra defensa, y asumir con gozo el designio del Padre.

Quien a vosotros os escucha, a mí me escucha; quien a vosotros os rechaza, a mí me rechaza; y quien me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado

La cadena de envío se ha debilitado por la erosión de la credibilidad en los enviados.

https://x.com/motivaciondehoy/status/1710258123510845838?s=20

COMPARTIR LA PALABRA

Baruc 1,15-22

Reconocer en profundidad y extensión nuestra falla, incluyendo a quienes tienen más responsabilidad de guiar y liderar, por su mal ejemplo, es construir una disposición a la humillación que ayuda al gemido de nuestra oración

Salmo responsorial: 78

Un clamor que brota del infortunio individual o masivo, es a veces la única not de esperanza de cambio de la suerte que nos queda. Gemir y gemir, hasta no se sabe donde. Pero sin claudicar porque Él se ha mostrado salvifico en otras oportunidades.

Lucas 10,13-16

Jesús lamenta y se duele porque poblaciones que han visto milagros no se convierten. Con lo cual recibimos la ubicación precisa del sentido del milago, portento o suceso fuera de lo común y desconocido. Es un signo para la fe para la conversión. El milagro se concede en dos sentidos: para darnos muestra del un Señor de la Historia, y para urgirnos a creer o seguir creyendo en él, entre otras cosas con un cambio de conducta salvífico, agápico. Algo más: un signo viene por una mano enviada a quien es necesario mirar con obediencia de fe, para reconocer al Jesús que es el que envía, y a Dios Padre de quien todo depende.