miércoles, 24 de julio de 2024

DOCTORES DE LA IGLESIA

BEATO CARLO



San Agustín de Hipona, Confesiones
(Lib 11, 2, 3-3, 5: CSEL 33, 282-284)
Mira, tu voz es mi gozo

Tuyo es el día, tuya es la noche: a una indicación tuya vuelan los instantes. Concédeme, pues, tiempo para meditar las profundidades de tu ley y no des con la puerta en las narices a quienes se acercan a llamar a ella. Pues no en vano quisiste que se escribieran los misteriosos secretos de tantas páginas. ¿O es que estos bosques no tienen sus ciervos que en ellos se refugien y recojan, trisquen y pazcan, descansen y rumien?

Oh Señor, perfeccióname y revélamelos. Mira, tu voz es mi gozo, tu voz vale más que todos los placeres juntos. Dame lo que amo: pues amo, e incluso esto es don tuyo. No dejes abandonados tus dones ni desprecies tu hierba sedienta. Te contaré todo lo que descubriere en tus libros, para proclamar tu alabanza, abrevarme en ti y considerar las maravillas de tu ley, desde el principio en que creaste el cielo y la tierra, hasta el reino de tu ciudad santa, que, contigo, será perdurable.

Señor, ten piedad de mí y escucha mi deseo. Pues pienso que no es un deseo terreno: porque no ambiciono oro, ni plata, ni piedras o vestidos suntuosos, ni honores, ni cargos o deleites carnales, ni tampoco lo necesario para el cuerpo y para la presente vida de nuestra peregrinación, cosas todas que se darán por añadidura a todo el que busque el reino de Dios y su justicia.

Fijate, Dios mío, cuál es el origen de mi deseo. Me contaron los insolentes cosas placenteras, pero no según tu voluntad, Señor. He aquí el origen de mi deseo. Fíjate, Padre, mira, ve y aprueba, y sea grato ante el acatamiento de tu misericordia que yo halle gracia ante ti, para que me sean abiertos, al llamar yo, los íntimos secretos de tus palabras. Te lo suplico por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, el hombre de tu diestra, el hijo del hombre, a quien confirmaste como mediador tuyo y nuestro, por medio del cual nos buscaste cuando no te buscábamos, y nos buscaste para que te buscáramos, tu Palabra por la cual hiciste todas las cosas y, entre ellas, también a mí; tu Unigénito, por medio del cual llamaste a la adopción al pueblo de los creyentes, y, en él, también a mí: te lo suplico por aquel, que se sienta a tu derecha e intercede ante ti por nosotros, en quien están encerrados todos los tesoros del saber y el conocer. Esos tesoros son los que yo busco en tus libros. Moisés escribió de él: lo dijo el mismo Cristo, lo dijo la Verdad.

Pueda yo escuchar y comprender cómo al principio creaste el cielo y la tierra. Lo escribió Moisés: lo escribió y se fue; marchó de aquí: de ti a ti, pues que ahora no está ante mí. Pues de estar, lo agarraría y le pediría conjurándolo por ti, que me explicara estas cosas, y yo prestaría la atención de mis oídos corporales a los sonidos que brotasen de su boca. Claro que si hablase en hebreo, en vano pulsaría a las puertas de mis sentidos ni de ello mi inteligencia sacaría provecho alguno; en cambio, si me hablara en latín, sabría lo que decía. Pero no pudiendo preguntarle a él, te ruego a ti, oh Verdad, de la que estando lleno él, dijo cosas verdaderas. Te ruego, Dios mío, te ruego, que perdones mis pecados; y tú que concediste a aquel siervo tuyo decir estas cosas, concédeme también a mí poder comprenderlas.

martes, 23 de julio de 2024

PALABRA COMENTADA

PALABRA COMENTADA

 

Martes 16 de tiempo ordinario

Miqueas 7, 14-15. 18-20



REFLEXIÓN

a las que habitan apartadas en la maleza

Por qué esa intensidad de la Palabra con el tema de los descarriados, los pecadores, los pobres, los enfermos, los fuera de la ley?

Tienen en común ser personas a quienes no alcanza la bendición del Señor, su felicidad, su designio.

Muchos de los que han caído en esa situación son responsables de las decisiones que les hicieron postrarse. Es que el Señor ampara la irresponsabilidad?

Mas bien el Señor es amor trascendente, un misterio de amor. Y misteriosamente nos enseña algo sobre el amar, cuando se muestra enfocado en los débiles, los vulnerables, los excluídos, sean o no responsables.

Porque si bien es cierto que en muchas historias de pobreza hay responsabilidades, también hay injusticias, opresión, corrupción, falta de solidaridad de los que permiten que existan esas lacras.

El amor de la Palabra obsesivo con la oveja perdida es un declaración de amor por aquél que necesita un valedor, un defensor, un amparo, un solidario, un prójimo: alguien que se aproxime y haga propia la desdicha del desventurado.

¿Qué Dios como tú, que perdonas el pecado y absuelves la culpa al resto de tu heredad? No mantendrá por siempre la ira, pues se complace en la misericordia

Porque el amor del Señor está en las antípodas del resentimiento y el señalamiento perpetuo de culpa.

Es interesante que en nuestro mundo lo que abunda en una investigación y en una denuncia es el señalamiento de culpa. Es como si cada uno estuviera más dispuesto a linchar que a reparar.

Pero la realidad que señala la Palabra es otra. Busca la dignificación de todos, en particular de los humillados. Y con ello nos recuerda que el juicio definitivo lo hace Él.

Salmo responsorial: 84



REFLEXIÓN

has frenado el incendio de tu ira.

El Señor nos inspira respeto porque no se deja llevar por su comprensible enojo sino que opta por el perdón y la reconciliación.

Todo un paradigma para nuestra fraternización.

¿No vas a devolvernos la vida, / para que tu pueblo se alegre contigo? /

Y la vida nos devolverá porque es la resurrección y la vida: al modo de Lázaro o al modo de Jesús de Nazareth.

Mientras no sucedió el acontecimiento pascual de Jesús, estábamos en la humanidad a oscuras sobre nuestra mortalidad. En él se inició una iluminación sobre la nueva vida y ya el tránsito no es incierto para el que cree. Por eso fe y vida se relacionan.

Mateo 12, 46-50



REFLEXIÓN

El que cumple la voluntad de mi Padre del cielo, ése es mi hermano, y mi hermana, y mi madre

La familia de la Palabra, que cumple la voluntad del padre, rebasa toda familia humana, de cualquier tipo. 

Se trata de la familia del amor universal desde los débiles.

Jesús es modelo y paradigma de tal novedad.

Tal familiaridad se compone de miembros que llegan desde los cuatro puntos cardinales del Espíritu, y en sus interacciones e interrelaciones tejen una fraternidad nueva.

Jesús es el hombre histórico que apuesta por el reino del Padre cada instante de su existencia y así nos señala la coherencia y densidad de una vida alternativa a la común.

En este relato rompe con sus ataduras familiares no por repudio sino por superación. Jesús expone la supremacía de la Palabra para convocar un nuevo género de familiaridad, de fraternidad.

Es como si dijera: hermanos seremos siempre en el único Padre. Los padres y hermanos de carne y sangre son figura de un mundo que pasa. El vínculo imperecedero como hermanos es nuestra escucha de la Palabra.

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motivaciondehoy

Martes 16 de tiempo ordinario

Miqueas 7, 14-15. 18-20

Salmo responsorial: 84

Mateo 12, 46-50