Festividad del Cuerpo de Cristo
Éxodo 24,3-8
REFLEXIÓN
Moisés puso por escrito todas las palabras del Señor
Poner por escrito indica una civilización más avanzada, una
sociedad que no se conforma con la tradición oral, y seguramente, no pertenece
al momento en el que el relato está insertado.
Poner por escrito para una cultura de la voz es un cambio,
que a no pocos disgustará y llenará de suspicacia, animados por una especie de
teoría de la conspiración.
El asunto es que, poner por escrito un asunto como el
compromiso de Dios con su pueblo y viceversa es un mayor grado de obligación,
de memoria, de presencia. Porque no es como la palabra de voz, que se la lleva
el viento.
El escrito se alza como un testigo de lo acordado, que se
puede volver letra muerta sin espíritu, como descubrió posteriormente el pueblo
de Israel, y constata frecuentemente el pueblo cristiano.
"Ésta es la sangre de la alianza que hace
el Señor con vosotros, sobre todos estos mandatos."
Sangre vertida signo de sacrificio: plenitud de vida como
consecuencia del pacto.
Así miran algunos los tratados de libre comercio de los
pueblos pequeños con los grandes: como plenitud de vida económica. Sólo que es
una realidad con reverso. La ruina económica y la pobreza de vida para otros.
Sangre como rúbrica del pacto. Una palabra empeñada que se
apoya con la existencia.
No es sangre humana como en otras culturas. Sangre de los
vencidos en batallas, o los tomados a la fuerza.
Por más que las culturas han probado diferentes expresiones
de entrega y radicalidad en sus compromisos, no se puede decir que hayan tenido
éxito rotundo.
Hace falta que el sacrificio no sea violencia que se expresa
con otros ajenos, inocentes, o violentados. Sino que parta del fondo de la
verdad de la propia persona, y sea coherente con su entrega cotidiana.
Salmo responsorial: 115
REFLEXIÓN
¿Cómo pagaré al Señor / todo el bien que me ha hecho? / Alzaré la copa de la
salvación, / invocando su nombre.
La copa no está llena de
sangre, sino que es memorial de la sangre. Se ofrece desde las Escrituras un
cambio de visión. No se necesita la sangre de nadie, sino el memorial.
Por eso utilizar el
término sacrificio es ambiguo, porque se puede dar a entender violencia,
víctimización, homicidio, denegación e infravaloración de la vida humana.
Mucho le cuesta al Señor / la muerte de sus fieles.
Porque la vida es un
bien, un don de su amor. Esto se refiere a toda la vida, no solamente en su
dimensión eterna.
La visión de la exclusiva
importancia de la vida eterna llevó en el pasado a matanzas en nombre del Señor.
Por afirmar la vida eterna se infravaloró la vida entera y contrariamos el
designio del reino.
Te ofreceré un sacrificio de alabanza, / invocando tu nombre, Señor. /
Cumpliré al Señor mis votos / en presencia de todo el pueblo
Es nuestro sacrificio: alabar,
invocar, cumplir.
Hebreos 9,11-15
REFLEXIÓN
No usa sangre de machos cabríos ni de becerros, sino la suya propia; y así
ha entrado en el santuario una vez para siempre, consiguiendo la liberación
eterna. Si la sangre de machos cabríos y de toros y el rociar con las cenizas
de una becerra tienen poder de consagrar a los profanos, devolviéndoles la
pureza externa, cuánto más la sangre de Cristo, que, en virtud del Espíritu
eterno, se ha ofrecido a Dios como sacrificio sin mancha, podrá purificar
nuestra conciencia de las obras muertas, llevándonos al culto del Dios vivo.
Jesús es “no más sangre, basta con la mía”. En su nombre lo
que toca es la conformación de una cultura no violenta, ni sanguinaria, ni
victimizadora, sino más bien de mucha vida, entera y eterna.
El cambio de sacrificios humanos a sacrificios de animales,
fue un aporte de Israel en el conjunto de las culturas. Un aporte de
humanización.
El cambio de Jesús de Nazareth y sus seguidores, inspirados
por él, de sacrificios de animales a la propia oblación, es para los creyentes
en su cuerpo y sangre, el culmen de la humanización y hominización.
También la creación puede respirar porque no será más, en
principio, justificado su sacrificio para que el ser humano exista. La clave de
la relación deberá ser la autodonación y la oblación.
Marcos 14,12-16.22-26
REFLEXIÓN
cuando se sacrificaba el cordero pascual,
Se ubica la entrega de Jesús en el contexto sacrificial de
los corderos para celebrar la Pascua Judía. Con intención teológica se hace: entender
el sentido del sacrificio novedoso único de Jesús: sacrificio sin sangre
humana, sin víctima humana, sin violencia sobre nada ni humano ni creatural.
Termina así un régimen, un enfoque, una perspectiva.
Desde Jesús de Nazareth y en seguimiento de su actuar,
celebraremos la alabanza al Padre con la sangre que ofrece vida del Hijo.
"Tomad, esto es mi cuerpo."
Jesús cede su identidad, la comparte. Desde ahora en adelante
estamos invitados a ser otros Cristos para servicio del reino del Padre.
Se oye mucho hoy sobre la ambiguación y la ambigüedad como
síntomas del déficit de identidad en las personas e instituciones. Por y
para eso se refundan.
La identidad de Jesús en su cuerpo donado y entregado
significan sus palabras y su obras en servicio del designio, del reino de su
Padre.
"Ésta es mi sangre, sangre de la alianza,
derramada por todos
Lo único que queda del antiguo régimen es el memorial. La
capacidad del imaginario popular para no olvidar jamás, para vivir la presencia
siempre.
Jamás y
siempre son conceptos duros para la mentalidad líquida de hoy. Se requiere
inspiración y acompañamiento del Espíritu.
https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1401502935805304833?s=20