martes, 20 de septiembre de 2022

DOCTORES DE LA IGLESIA

 


Martes, XXV semana

San Agustín Sermón sobre los pastores 46,18-19

 Mis ovejas se desperdigaron y vagaron sin rumbo por montes y altos cerros; mis ovejas se dispersaron por toda la tierra. ¿Qué quiere decir: Se dispersaron por toda la tierra? Son las ovejas que apetecen las cosas terrenas y, porque aman y están prendadas de las cosas que el mundo estima, se niegan a morir, para que su vida quede escondida en Cristo. Por toda la tierra, porque se trata del amor de los bienes de la tierra, y de ovejas que andan errantes por toda la superficie de la tierra. Se encuentran en distintos sitios; pero la soberbia las engendró a todas como única madre, de la misma manera que nuestra única madre, la Iglesia católica, concibió a todos los fieles cristianos esparcidos por el mundo entero. No tiene, por tanto, nada de sorprendente que la soberbia engendre división, del mismo modo que la caridad engendra la unidad. Sin embargo, es la misma madre católica y el pastor que mora en ella quienes buscan a los descarriados, fortalecen a los débiles, curan a los enfermos y vendan a los heridos, por medio de diversos pastores, aunque unos y otros no se conozcan entre sí. Pero ella sí que los conoce a todos, puesto que con todos está identificada. Efectivamente, la Iglesia es como una vid que crece y se difunde por doquier; mientras que las ovejas descarriadas son como sarmientos inútiles, cortados a causa de su esterilidad por la hoz del labrador, no para destruir la vid, sino para purificarla. Los sarmientos aquellos, allí donde fueron podados, allí se quedan. La vid, en cambio, sigue creciendo por todas partes, sin ignorar ni uno solo de los sarmientos que permanecen en ella, de los que junto a ella quedaron podados. Por eso, precisamente, sigue llamando a los alejados, ya que el Apóstol dice de las ramas arrancadas: Dios tiene poder para injertarlos de nuevo.

REFLEXIÓN

La Iglesia católica, no la de la historia, sino la del Espíritu, es unitiva, integradora, inclusivista, incansable en la unificación hacia la unidad de Jesús de Nazareth, el Cristo. Y gozará de está nota de autenticidad todo aquel, toda aquella que no descansa en su esfuerzo de unir hacia el reino de Dios. Y aunque se llamen iglesias y aun católicas, si no trabaja por unir, no es verdadera. No se puede evitar quienes trabajan para sí, en contra de la unidad, pero la misericordia del Padre siempre suscitará los otros y otras.

EJERCICIOS ESPIRITUALES

 


EL PRIMER MODO PARA HACER SANA Y BUENA ELECCION CONTIENE EN SI SEIS PUNCTOS. 

1º puncto. El primer puncto es proponer delante la cosa sobre que quiero hacer elección, así como un officio o beneficio para tomar o dexar, o de otra cualquier cosa que cae en elección mutable.

[179] 2º puncto. Segundo: es menester tener por obiecto el fin para que soy criado, que es para alabar a Dios nuestro Señor y salvar mi ánima; y con esto hallarme indiferente sin affección alguna dessordenada, de manera que no esté más inclinado ni affectado a tomar la cosa propuesta, que a dexarla, ni más a dexarla que a tomarla; mas que me halle como en medio de un peso para seguir aquello que sintiere ser más en gloria y alabanza de Dios nuestro Señor y salvación de mi ánima.

REFLEXIÓN

[178] [179] La indiferencia no es apatía, insensibilidad, falta de deseo. Más bien aun sintiendo atracción, decido estar más centrado en esperar lo que sea más la voluntad de Dios, su Reinar.

[180] 3º puncto. Tercero: pedir a Dios nuestro Señor quiera mover mi voluntad y poner en mi ánima lo que yo debo hacer acerca de la cosa propósita, que más su alabanza y gloria sea, discurriendo bien y fielmente con mi entendimiento y eligiendo conforme su sanctísima y beneplácita voluntad.

REFLEXIÓN

[180] La indiferencia tal como se describe es una lucha por mantenerse a la escucha de Dios. Por lo tanto, orar para que su gracia ayude a mi voluntad a buscarlo con honestidad. Porque la indiferencia es gracia y colaboración.

[181] 4º puncto. Quarto: considerar raciocinando quántos cómmodos o provechos se me siguen con el tener el officio o beneficio propuesto, para sola la alabanza de Dios nuestro Señor y salud de mi ánima; y, por el contrario, considerar assimismo los incómodos y peligros que hay en el tener. Otro tanto haciendo en la segunda parte, es a saber, mirar los cómodos y provechos en el no tener; y assimismo por el contrario, los incómodos y peligros en el mismo no tener.

REFLEXIÓN

[181] Ponderar ventajas y desventajas, tanto del elegir a favor, como en contra, del objeto de elección. Con este proceso, que debe hacerse cuantas veces sienta la necesidad de sentir, que mi razón honesta funciona libremente, sin ataduras

[182] 5º puncto. Quinto: después que así he discurrido y raciocinado a todas partes sobre la cosa propósita, mirar dónde más la razón se inclina, y así según la mayor moción racional, y no moción alguna sensual, se debe hacer deliberación sobre la cosa propósita.

REFLEXIÓN

[182] Determinar las razones de más peso, depuradas, de la tendencia desordenada.

[183] 6º puncto. Sexto: hecha la tal elección o deliberación, debe ir la persona que tal ha hecho, con mucha diligencia, a la oración delante de Dios nuestro Señor y offrescerle la tal elección para que su divina majestad la quiera rescibir y confirmar, siendo su mayor servicio y alabanza.

REFLEXIÓN

[183] La confirmación no es un paso de poca importancia. Sin ella la elección sigue abierta.