Viernes
31 de tiempo ordinario
Año Par
Filipenses 3, 17-4, 1
REFLEXIÓN
muchos que andan como enemigos de la cruz de Cristo: su
paradero es la perdición; su Dios, el vientre; su gloria, sus vergüenzas
Se
podría pensar que se ha dado un cambio entre lo que la percepción de Pablo
comenta y nuestro tiempo.
Ahora
el endiosamiento mediático del vientre por la gastronomía, y del sexo por la
ciencias, más bien nos hacen pasar vergüenza a los que no pensamos y actuamos
conforme.
El
estilo de vida contracorriente de un creyente, no se publica ni ostenta en esa
forma, por lo cual resulta un modelo opaco, conservador y aburrido.
Esta
situación preocupa a muchos que no se sienten cómodos con un seguimiento
cristiano que los deje fuera de los dictados del mercado.
Y
es en esta dificultad y brecha donde se tiene que manifestar que la cruz
fortalece.
Él transformará nuestro cuerpo humilde, según el modelo de
su cuerpo glorioso, con esa energía que posee para sometérselo todo.
La
Palabra nos permite una reflexión positiva del cuerpo, sin que tengamos que
dejarnos influir por el neoplatonismo que nos separa en alma y cuerpo, ni con
el positivismo actual para el cual el cuerpo es el único que cuenta y a quien
hay que cuidar.
Nuestro
cuerpo en el designio del Señor es humilde porque está llamado a volver a la
tierra, pero en Jesús Glorificado es objeto de transformación para convertirse
en cuerpo glorioso.
No
tenemos entonces que sonrojarnos de vergüenza por no participar en una pasarela
exhibicionista como mercancía porque nuestro destino es la gloria junto al
Padre.
Salmo responsorial: 121
REFLEXIÓN
Ya están pisando nuestros pies / tus umbrales, Jerusalén
Lucas 16,1-8
REFLEXIÓN
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos
Es la
expresión de la comunidad eclesial itinerante en el tiempo y en el espacio, por
la que expresa su confianza en volver a escuchar la palabra de Jesús, como
dicha para su tiempo.
y le llegó la denuncia de que derrochaba sus bienes
"¿Qué es eso que me cuentan de ti?
Una de las señales
que nos alertan del reino consiste en la capacidad que vamos creando de ser
justos: debemos escuchar al denunciado para dar oportunidad a su defensa, antes
de emitir un juicio de condenación o absolución.
Aunque el clamor
contra la corrupción sea una de las señales del tiempo actual, todo denunciado
tiene derecho al debido proceso, y a que se respete su presunción de inocencia
hasta que se pruebe lo contrario.
"¿Qué voy a hacer ahora que mi amo me quita el empleo?
Para cavar no tengo fuerzas; mendigar me da vergüenza
Un
predicamento propio de nuestro tiempo, en el que abunda el desempleado de
cierta edad, que no puede competir en un mercado más exigente, según los
Tratados de libre comercio
Y el amo felicitó al administrador injusto, por la astucia
con que había procedido
Porque
la viveza se puede admirar, pero no necesariamente imitar, sobre todo si es
injusta como este administrador avivato.
La
corrupción viene desde muy atrás a través del tráfico de influencias,
desfalcos, estafas, apropiaciones indebidas, deslealtades, aprovechamientos de
oportunidades y demás.
Es parte de la cultura que vivimos admirar
el juega vivo, la viveza que arrebata las oportunidades de adelantar sin
importar que la cola no avance. Los demás no importan, solo yo importo.
Ciertamente, los hijos de este mundo son más astutos con su gente que los hijos de la luz.
Su gente son los
que tienen deudas para perdonar…y con ellos el mundo es más astuto que los
hijos de la Luz.
No sabemos
trabajar con quienes necesitan ser perdonados por sus deudas. Los 99 justos
parecen haber olvidado el drama de la perdida…
Parece que
deberemos refrescar frecuentemente nuestra condición pecadora…y así volvernos
astutos con nuestra gente.
Es de admirar, pero imitar? En cuanto a la iniciativa
de buscar soluciones, no de la corrupción y el juega vivo.
Sería
deseable una viveza honesta para los hijos de la luz, porque a veces parecemos
más mogos que los hijos de este mundo para nuestros propios intereses.
Sólo
que no debemos dejarnos contaminar.
Muchos
bien intencionados han adoptado estrategias avivatas para hacer el bien y
quedan enredados.
Otra
señal es la capacidad de perdonar que brota de la conciencia de la propia
culpa.
Es
una astucia de otro nivel: no un juega vivo que daña, sino buscarse defensores
en los que hago el bien para que intercedan por mí.
Por
eso la limosna redime el pecado.
Porque
el Padre se da por bien servido si a pesar de mi mal servicio me esmero en ser
solidario con los hermanos.
Es
un criterio en boga actualmente: el activismo solidario me permite dar énfasis
al amor al prójimo por encima de otras faltas y debilidades de nuestro caminar.
Pero
como toda estrategia que se utiliza en nombre del reino requiere la vigilancia
del discernimiento para que no se convierta en una escapatoria de mis intereses
egoístas.
Los
cristianos gnósticos en tiempos de Pablo utilizaban la alegría de la
resurrección de Jesús para sentirse salvados, y excluídos del riesgo de pecar.
Con ello dieron en conductas condenables.
Así
sucede cuando nos volvemos integristas abusando de la interpretación de un solo
principio de fe, siendo así que la ortodoxia y ortopraxis se funda en un
conjunto de fe.
Un
equilibrio que no podemos fabricar solos sino en comunidad y con un el carisma
de una guía.
https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1588509949298368513?s=20&t=vzFtkfjnXDI9gNqloTOwnQ