martes, 28 de mayo de 2024

PALABRA COMENTADA

PALABRA COMENTADA

 

Martes 8 de tiempo ordinario

1Pedro 1,10-16



REFLEXIÓN

La salvación fue el tema que investigaron y escrutaron los profetas

El aspecto soteriológico o de salvación es el básico o fundamental para que una teoría religiosa se presente como relevante y pertinente para la humanidad.

Una revelación o promesa venida de cualquier divinidad o ser superior que no afecte el destino definitivo de los humanos no tendrá sentido.

En el concurso para captar la atención, interés y devoción de ellos se incluyen las diferentes filosofías orientales y occidentales del mundo conocido.

O sea, que fuera de Israel y sus profetas se dieron también propuestas de salvación.

El Espíritu de Cristo, que estaba en ellos, les declaraba por anticipado los sufrimientos de Cristo y la gloria que seguiría

Esta lectura de los profetas de Israel es la particular de los creyentes cristianos, que debemos reconocer no es la única ni se afirma unánimemente. Sostenerla es una consecuencia de la fe decidida con un mínimo de libertad y autodeterminación.

Eso significa que incluso aquellos que se identifican con una tradición de fe cristiana, han de ejercer oportunamente tal decisión de fe, para que sea libre, autónoma y humana.

Y ahora se os anuncia por medio de predicadores que os han traído el Evangelio con la fuerza del Espíritu enviado del cielo

Tal declaración es justo reconocerlo, puede ser leída con docilidad y aceptación desde esa fe madura, pero no necesariamente desde otras posturas que otorgan asentimiento a otras ideas no cristianas.

Porque mirada con neutralidad es una declaración que tiene que hacer todo aquel que pretenda que se tome en serio su mensaje. Ese ahora de la salvación pulula en diferentes momentos y escenarios, y es reclamado por muchos mesías y grupos.

Se impone por tanto una fundamentación que sostenga y consolide la convicción del ahora de la salvación en Jesús de Nazareth, el Cristo exaltado.

Pero nuestro tiempo quizá cansado de tanta retórica reclama como argumento más creíble la práctica que aporta salvación histórica y transforma a los humanos en hermanos.

No es que este énfasis ortopráctico no existiera desde antiguo, pero es que el cúmulo de decepciones de las instituciones salvíficas es como un combustible para la búsqueda de salvación en la buena voluntad tangible.

Salmo responsorial: 97



REFLEXIÓN

porque ha hecho maravillas

Es propio del Señor obrar en nuestra realidad con desproporción a nuestra expectativa y conocimiento.

Él es como un amante que gusta sorprendernos y asombrarnos.

Marcos 10,28-31



REFLEXIÓN

Pedro se puso a decir a Jesús: "Ya ves que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido."

Pedro le recuerda a Jesús que nuestras relaciones cargan con una expectativa o interés, que anhela ser recompensado o reconocido.

recibirá ahora, en este tiempo, cien veces más -casas y hermanos y hermanas y madres e hijos y tierras, con persecuciones-, y en la edad futura, vida eterna.

Jesús le recuerda a Pedro que efectivamente hay reconocimiento y recompensa en esta relación, pero va más allá de cualquier cálculo: incluye persecuciones y eternidad.

El santo cristiano se preocupa de la justicia de Dios y esto le acarrea persecuciones.

La recompensa en este mundo al seguimiento y la entrega a la causa de Jesús es un proceso de realización y sufrimiento. Por eso es pasión. Es muerte. Y es resurrección.

Esa recompensa va apareciendo oportunamente en la comunidad fraterna que se construye como un reino de ágape. 

En ella nuestras vidas se van acercando, entrecruzando y la solidaridad mutua va creando fuertes vínculos de lealtad y apoyo.

Muchos primeros serán últimos, y muchos últimos primeros.

Pedro como animoso y entusiasta se apunta de primero pero se le advierte: puede quedar de último. 

Nuevamente: el cálculo que hagamos puede no ser el adecuado.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1498631500908146692?s=20&t=nVNFcCj1bEwEQsRNNVvy2Q


motivaciondehoy


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Martes 8 de tiempo ordinario

1Pedro 1,10-16

Salmo responsorial: 97

Marcos 10,28-31

DOCTORES DE LA IGLESIA

DOCTORES DE LA IGLESIA

 


MARTES, VIII

San Agustín Confesiones 10,1-2,2; 5,7

Conózcate a ti, Conocedor mío, conózcate a ti como tú me conoces. Fuerza de mi alma, entra en ella y ajústala a ti, para que la tengas y poseas sin mancha ni arruga. Ésta es mi esperanza, por eso hablo; y en esta esperanza me gozo cuando rectamente me gozo. 

REFLEXIÓN

La experiencia del apego del Santo al sexo, cuando era joven casquivano, se transfiere al plano espiritual, y logra desembarcar el énfasis de la pasión carnal al trato íntimo con Dios, como una forma superior de comunión y felicidad.

Las demás cosas de esta vida tanto menos se han de llorar cuanto más se las llora, y tanto más se han de deplorar cuanto menos se las deplora.

REFLEXIÓN

Hacer lo opuesto es un clave para la lucha espiritual, usada actualmente para vencer las adicciones, en terapias de diferentes escuelas sicológicas. Consiste en detectar aquello: realidad, persona o cosa, a la que estoy aficionado en una forma de apego emocional o afectivo. Implica una cierta voluntad inicial de superación de la atadura, y sistemáticamente con apoyos y recursos pro-activos, ir logrando una independencia del influjo del apego. El resultado es una mayor libertad, que se reflejará en un mejor uso del juicio y el criterio de verdad.

 He aquí que amaste la verdad, porque el que realiza la verdad se acerca a la luz. Yo quiero obrar según ella, delante de ti por esta mi confesión, y delante de muchos testigos por éste mi escrito. Y ciertamente, Señor, a cuyos ojos está siempre desnudo el abismo de la conciencia humana, ¿qué podría haber oculto en mí, aunque yo no te lo quisiera confesar? Lo que haría sería esconderte a ti de mí, no a mí de ti. 

REFLEXIÓN

La claridad de conciencia y el esfuerzo por la transferencia abonan nuestra propia realización, en la cual es posible una mayor empatía con el Misterio. No es Dios el que necesita nuestra confesión. Soy yo para no perderme a mí mismo. Hoy se vuelve a poner de relieve que no importa lo que hagas hecho, es mejor admitir la propia responsabilidad, para entrando en el arrepentimiento, encontrarse a si mismo en paz.

Pero ahora, que mi gemido es un testimonio de que tengo desagrado de mí, tú brillas y me llenas de contento, y eres amado y deseado por mí, hasta el punto de llegar a avergonzarme y desecharme a mí mismo y de elegirte sólo a ti, de manera que en adelante no podré ya complacerme si no es en ti, ni podré serte grato si no es por ti. Comoquiera, pues, que yo sea, Señor, manifiesto estoy ante ti. También he dicho ya el fruto que produce en mí esta confesión, porque no la hago con palabras y voces de carne, sino con palabras del alma y clamor de la mente, que son las que tus oídos conocen.

REFLEXIÓN

Porque el teatro del drama humano puede lograr el salto trascendente al Misterio por la comprensión del sentido profundo de la simulación histórica, en donde la carne actúa de laboratorio que es plataforma de transformación.Cuando la navega aérea va a despegar de la pista, en la velocidad que toma advierte por los sensores y el piloto un momento, en el que es oportuno volar, alejándose paulatinamente de tierra. Si no es oportuno debe abortar el despegue, y volverlo a intentar. Potencia, velocidad, técnica y decisión forma parte del complejo de acciones y decisiones. Según el Agustín, el ser humano puede volar al Misterio, si aprende durante su carrera histórica e identifica el momento oportuno.

 Porque, cuando soy malo, confesarte a ti no es otra cosa que tomar disgusto de mí; y, cuando soy bueno, confesarte a ti no es otra cosa que no atribuirme eso a mí, porque tú, Señor, bendices al justo; pero antes de ello haces justo al impío. Así, pues, mi confesión en tu presencia, Dios mío, es a la vez callada y clamorosa: callada en cuanto que se hace sin ruido de palabras, pero clamorosa en cuanto al clamor con que clama el afecto.  

REFLEXIÓN

El afecto es el atributo que nos permite gustar o no de la realidad creada. Con el afecto carreteamos por la pista, con mayor velocidad cada vez,  si no nos detiene algo,  hacia el momento del brinco hacia el Misterio, en el que gustaremos mucho más y mejor.

Tú eres, Señor, el que me juzgas; porque, aunque ninguno de los hombres conoce lo íntimo del hombre, sino el espíritu del hombre, que está dentro de él, con todo, hay algo en el hombre que ignora aun el mismo espíritu que habita dentro de él; pero tú, Señor, conoces todas sus cosas, porque tú lo has hecho. También yo, aunque en tu presencia me desprecie y me tenga por tierra y ceniza, sé algo de ti que ignoro de mí. Ciertamente ahora te vemos confusamente en un espejo, aún no cara a cara; y así, mientras peregrino fuera de ti, me siento más presente a mí mismo que a ti; y sé que no puedo de ningún modo violar el misterio que te envuelve; en cambio, ignoro a qué tentaciones podré yo resistir y a cuáles no podré, estando solamente mi esperanza en que eres fiel y no permitirás que seamos tentados más de lo que podamos soportar, antes con la tentación das también el éxito, para que podamos resistir.

REFLEXIÓN

No es la caída en el acto pecaminoso la medida que nos indica que la tentación fue mayor que las fuerzas que tenemos. Es su secuela. Y por la confesión que me devuelve mi transparencia, vuelvo a recuperar las fuerzas contra la tentación de desistir .

 Confiese, pues, yo lo que sé de mí; confiese también lo que de mí ignoro; porque lo que sé de mí lo sé porque tú me iluminas, y lo que de mí ignoro no lo sabré hasta tanto que mis tinieblas se conviertan en mediodía ante tu presencia.