domingo, 11 de agosto de 2024

SAN CARLO ACUTIS DE ASIS

DOCTORES DE LA IGLESIA

 


De la carta de santa Clara, virgen, a la beata Inés de Praga

(Escritos de santa Clara, edición Ignacio Omaechevarría, Madrid 1970, pp. 339-341)
Atiende a la pobreza, la humildad y la caridad de Cristo

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Dichoso, en verdad, aquel a quien le es dado alimentarse en el sagrado banquete y unirse en lo íntimo de su corazón a aquel cuya belleza admiran sin cesar las multitudes celestiales, cuyo afecto produce afecto, cuya contemplación da nueva fuerza, cuya benignidad sacia cuya suavidad llena el alma, cuyo recuerdo ilumina suavemente, cuya fragancia retornará los muertos a la vida y cuya visión gloriosa hará felices a los ciudadanos de la Jerusalén celestial: él es el brillo de la gloria eterna un reflejo de la luz eterna, un espejo nítido, el espejo que debes mirar cada día, oh reina, esposa de Jesucristo, y observar en él reflejada tu faz, para que así te vistas y adornes por dentro y por fuera con toda la variedad de flores de las diversas virtudes, que son las que han de constituir tu vestido y tu adorno, como conviene a una hija y esposa castísima del Rey supremo. En este espejo brilla la dichosa pobreza, la santa humildad y la inefable caridad, como puedes observar si, con la gracia de Dios vas recorriendo sus diversas partes.

Atiende al principio de este espejo, quiero decir a la pobreza de aquel que fue puesto en un pesebre y envuelto en pañales. ¡Oh admirable humildad, oh pasmosa pobreza! El Rey de los ángeles, el Señor del cielo y de la tierra es reclinado en un pesebre. En el medio del espejo, considera la humildad, al menos la dichosa pobreza, los innumerables trabajos y penalidades que sufrió por la redención del género humano. Al final de este mismo espejo, contempla la inefable caridad por la que quiso sufrir en la cruz y morir en ella con la clase de muerte más infamante.

Este mismo espejo, clavado en la cruz, invitaba a los que pasaban a estas consideraciones, diciendo: Vosotros, los que pasáis por el camino, mirad, fijaos: ¿Hay dolor como mi dolor? Respondamos nosotros, a sus clamores y gemidos, con una sola voz y un solo espíritu: No hago más que pensar en ello, y estoy abatido. De este modo, tu caridad arderá con una fuerza siempre renovada, oh reina del Rey celestial.

Contemplando, además, sus inefables delicias, sus riquezas y honores perpetuos, y suspirando por el intenso deseo de tu corazón, proclamarás: "Arrástrame tras de ti, y correremos atraídos por el aroma de tus perfumes, esposo celestial. Correré sin desfallecer, hasta que me introduzcas en la sala del festín, hasta que tu mano izquierda esté bajo mi cabeza y tu diestra me abrace felizmente y me beses con los besos deliciosos de tu boca." Contemplando estas cosas, dígnate acordarte de esta tu insignificante madre, y sabe que yo tengo tu agradable recuerdo grabado de modo imborrable en mi corazón, ya que te amo más que nadie.

PALABRA COMENTADA

PALABRA COMENTADA 

 

Sábado 18 de tiempo ordinario

Habacuc 1, 12-2, 4

12¿No eres Tú desde la eternidad, Oh SEÑOR, Dios mío, Santo mío? No moriremos. Oh SEÑOR, para juicio lo has puesto; Tú, oh Roca, lo has establecido para corrección.
13
Muy limpios son Tus ojos para mirar el mal, Y no puedes contemplar la opresión. ¿Por qué miras con agrado A los que proceden pérfidamente, Y guardas silencio cuando el impío devora Al que es más justo que él?
14
¿Por qué has hecho a los hombres como los peces del mar, Como reptiles que no tienen jefe?
15
A todos los saca con anzuelo el pueblo invasor, Los arrastra con su red Y los junta en su malla. Por eso se alegra y se regocija,
16
Por eso ofrece sacrificio a su red Y quema incienso a su malla, Pues gracias a ellas su pesca es abundante, Y suculenta su comida.
17
¿Vaciará, pues, su red Y seguirá matando sin piedad a las naciones?

 


COMENTARIO

¿No eres tú, Señor, desde antiguo mi santo Dios que no muere?

Desde que entramos en la edad de la razón en cada uno, en su identidad irrepetible y única, reconoce un absoluto que se mantiente en nosotros a través del tiempo de la memoria.

Las circunstancias históricas de cada cual van dando oportunidad a un conocimiento más preciso y profundo de esa identidad, frente a la cual no nos podemos esconder.

La única forma de intentar desvalorizarlo es negando su existencia y atribuyéndonos su proyección, pero con duda, porque no todo se explica así a lo largo de nuestra existencia.

Sucede como con el sueño que soñamos, que en su vivacidad confundimos con la realidad, y si no dudamos.

Al menos tu tema está presente en nuestro menú casi todos los días, cada vez más frecuente en la vejez. Una curva esperada? Algo normal cuando se presiente cercano el fin? No lo sabemos.

Pero es un gozo misterioso saber que estás persistentemente con nosotros y ni las frustraciones que sentimos sobre la escucha de las plegarias nos convencen de irnos y dejarte. 

Mejor contigo que sin ti. Es cierto que no cesa la esperanza de los favores. Pero también hay algo-amor?- sobre tu persona y nuestra relación.

no puedes contemplar la opresión

En alguna forma desencadenas la liberación y más nos vale formar parte de ello.

qué responde a mis quejas

Estamos de centinela todo los días para ver cómo respondes a las quejas y anhelos, suspiros y miedos.

La visión espera su momento, se acercará su término y no fallará; si tarda, esperaporque ha de llegar sin retrasarse. El injusto tiene el alma hinchada, pero el justo vivirá por su fe

El injusto no tiene noción del tiempo porque siente que pasa muy rápido para disfrutar su gloria inicua.

El justo porque espera en su fe, sabe descifrar el tiempo y vive en la serenidad del que sabe que el Señor viene.

La fe que me pides para ser justo es esperar que lo retrasado llegará sin retrasarse.

La fe que nos pides para ser justo es: esperar que lo “retrasado” llegará sin retrasarse. 

SALMO RESPONSORIAL: 9





COMENTARIO

Confiarán en ti los que conocen tu nombre

Los que recurren a la identidad íntima y única del Señor en nosotros.

no olvida los gritos de los humildes

Por eso los humildes saben esperar su venida.

Mateo 17, 14-20

14Cuando llegaron a la multitud, se acercó a Jesús un hombre, que arrodillándose delante de El, dijo: 15"Señor, ten misericordia de mi hijo, porque es epiléptico y sufre terriblemente, porque muchas veces cae en el fuego y muchas en el agua. 16"Lo traje a Tus discípulos y ellos no pudieron curarlo." 17Jesús respondió: "¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo estaré con ustedes? ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos? Tráiganmelo acá." 18Jesús lo reprendió y el demonio salió de él, y el muchacho quedó curado desde aquel momento.19Entonces los discípulos, llegándose a Jesús en privado, dijeron: "¿Por qué nosotros no pudimos expulsarlo?" 20Y El les dijo: "Por la poca fe de ustedes; porque en verdad les digo que si tienen fe como un grano de mostaza, dirán a este monte: 'Pásate de aquí allá,' y se pasará; y nada les será imposible.





COMENTARIO

"¡Gente sin fe y perversa! ¿Hasta cuándo os tendré que soportar? Traédmelo".

Porque si el solicitante no tiene fe que podrá hacer por él el Señor Jesús?

Hemos de reconocer que se trata de un dicho extraño, alejado de la imagen que nos viene del conjunto del evangelio.

No sabemos a quiénes le dedica esta recriminación e impaciencia: a los que piden favores y curaciones, o a los discípulos que no logran hacer lo que se les ha enseñado.

En cualquiera de las situaciones estaríamos en cierto acuerdo con la impaciencia de Jesús, porque es mentira que el apóstol humanamente se encuentre ilimitadamente dispuesto a servir.

Y así entendemos que seguirlo haciendo es un don y fuerza del Señor, que se sigue compadeciendo de su pueblo.

Igualmente se dan trazas de cansancio y desgaste en el cuerpo apostólico que no hace siempre en congruencia lo que debe.

Sin embargo la misión apostólica se mantiene como don del Señor a su Iglesia.

Jesús increpó al demonio, y salió; en aquel momento se curó el niño.

En el cielo histórico de la antigüedad lo bueno y lo malo se lo repartían ángeles y demonios. Jesús no era una excepción de su tiempo. Pero su lucha era teológica más que científica y actuaba contra el poder detrás de todo que entorpecía, y lo sigue haciendo, el avance del Reino desde el Génesis.

Seremos tan diferentes en nuestro propio cielo histórico atribuyendo causalidad a virus, bacterias y tumores.? Por qué no nos atrevemos a ir más allá? 

En un campo de batalla convencional o electrónico, las líneas de fuego no son las únicas que causan bajas. Detrás están los estrategas. Sólo que en el campo de batalla de nuestra fe nos la jugamos por un solo estratega por encima de todos, que avanza con nosotros hasta la consumación de la historia.

Y si es uno solo por qué permite que haya batalla y no paz definitiva? Enfrentemos el enigma con humildad y encontremos razones de conveniencia, aunque la verdad completa no la sabremos sino hasta el final. Por lo pronto es bueno confiar en el único  absoluto que reconocemos.

"¿Y por qué no pudimos echarlo nosotros?" Les contestó: "Por vuestra poca fe. Os aseguro que si fuera vuestra fe como un grano de mostaza, le diríais a aquella montaña que viniera aquí, y vendría. Nada os sería imposible

Cuándo un cuerpo apostólico puede ufanarse de vivir una fe como grano de mostaza? Nunca!

Este es el motivo fundamental para orar con humildad, para que asista nuestra fe mucho más pequeña que esa semilla.

Jesús no cesaba en su oración, a pesar de cosechar éxitos resonantes en sus intervenciones. 

Algo nos querrá decir con eso.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1292067983200792582?s=20


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Sábado 18 de tiempo ordinario

Habacuc 1, 12-2, 4

SALMO RESPONSORIAL: 9

Mateo 17, 14-20