PALABRA COMENTADA
Lunes 33 de tiempo ordinario
Año Par
REFLEXIÓN
lo que tiene que suceder pronto(tajus:inmediatamente)
El autor del libro que vocea la Palabra final es un visionario que además de escucharla, contempla hacia adelante en el tiempo la gestación del designio del Señor y su reinado.
Tal contemplación le hace vivir la inmediatez y la cercanía de los acontecimientos relacionados con la manifestación de la Gloria de Dios, en las persecuciones y tribulaciones que sufre la comunidad por su fe.
Se trata de una experiencia asíncrona del tiempo, que atraviesa capas superpuestas temporalmente en la historia, y expresa una conciencia de futuro en el presente.
Como nuestra experiencia de fe de la cercanía del Señor en nuestro lapso de tiempo cronológico, que por un instante se reviste de la intensidad final y nos aproxima a la comunión con el Padre, desde el que vemos de otra forma distinta a la que nos tiene acostumbrados nuestra cotidianeidad.
Y al salir de la nube del éxtasis servida en fe y esperanza, nos acongojamos porque nuevamente el tiempo cronológico se apodera de nuestra paciencia, para desafiarlo y punzarlo con impaciencia.
Una vez perdemos de vista la coyuntura específica que dio origen a estas palabras, quedamos como en un suspenso sobre lo que significa ese pronto. Hemos de aprender a vivir el tiempo escatológico, entre el tiempo cronológico y el eterno. Lo que para el último es pronto, para el primero es una larga espera subjetiva. Se trata de una relatividad que empaña toda la dimensión humana.
Éste, narrando lo que ha visto, se hace testigo de la palabra de Dios y del testimonio de Jesucristo
y Juan ha dicho la verdad de todo cuanto vio y es testigoc del mensaje de Dios confirmado por Jesucristo
Decir y ser testigo de la Palabra es hacerse mártir, al modo del testimonio por excelencia: Jesús de Nazareth.
Una narración, un decir que lleva implícita la voluntad de donación de la propia vida, si fuera necesario. Lo cual en el autor del libro no se cumple en forma sangrienta, como sí lo fue en Jesús y muchos de sus seguidores.
No significa que el mártir ame la violencia, sino que su testimonio lo hace víctima de la misma, con mortificaciones, sufrimientos, tribulaciones a causa de la verdad que encarna.
Las visiones pueden ser comprensiones que se alcanzan con la madurez de los acontecimientos y los sujetos que los interpretan. Comprensiones que contribuyen a modificar las apreciaciones y por ende generan decisiones cualitativamente diferentes. Nuestra vida es como un caminar trascendiendo de visión en visión, una vez respondemos con fe, esperanza y amor la convocatoria del Espíritu.
pusiste a prueba a los que se llamaban apóstoles sin serlo y descubriste que eran unos embusteros
El creyente ineludiblemente es testigo y como tal mártir. Solo que su testimonio es probado hasta el final, para determinar su verdad.
Este es un sentido del sufrimiento del creyente.
Salmo responsorial: 1
REFLEXIÓN
Dichoso el hombre que su gozo es la ley del Señor
Considerar la Palabra asiduamente conforma un sentido para la existencia que place, centra y serena. Es una nutrición permanente para robustecer la contemplación para alcanzar amor.
Ignacio espera del ejercitante al final de los ejercicios, que la experiencia intensa del gozo de la Palabra a la que ha sido expuesto, desemboque en una contemplación para alcanzar amor durante su vida ordinaria.
Y si el amor como dice Ignacio allí mismo se debe poner más en las obras que en las palabras, el contemplativo de la Palabra lo será en la acción vital construyendo el reino de fraternidad.
Lucas 18,35-43
REFLEXIÓN
cuando se acercaba Jesús a Jericó, había un ciego sentado al borde del camino, pidiendo limosna. Al oír que pasaba gente, preguntaba qué era aquello; y le explicaron: "Pasa Jesús Nazareno."
Este relato se expresa en lenguaje inclusivo: desde la ceguera. Asume la vivencia del ciego que oye pasar mucha gente y se asombra hasta el punto de pedir que le expliquen lo que sucede.
Se menciona el pasar de Jesús uno de Nazaret, cuya mención resuena en el ciego porque le pide un favor.
Ya no era cualquier Jesús sino un taumaturgo, un hombre de prodigios.
Y cuánto mejor que las limosnas que el recobrar su visión e integrarse plenamente a la vida común.
"¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!"
La palabra de los acompañantes de Jesús, de las que el ciego se fía, lo llevan a la confesión de quien contempla la identidad de Jesús, como hijo de David, a pesar de su ceguera.
Si David era el paradigma de un mesías, Jesús actuaba como si fuera su heredero y sucesor.
Los que iban delante le regañaban para que se callara
Contemplación de la verdad profunda del acontecimiento Jesús, que supera las dificultades interpuestas por otros que no captan su proceso.
¿Qué quieres que haga por ti?"
Cuál es tu prioridad, ciego? Somos tan ciegos que ni sabemos cuál es nuestra prioridad, para que él tenga misericordia.
Necesitamos al Espíritu que pide por nosotros.
"Señor, que vea otra vez." Jesús le contestó: "Recobra la vista, tu fe te ha curado
Hacia dónde va nuestra fe, la que mueve nuestra oración? Su objetivo, su impulso, su tendencia.
Es una fe que debe ser reeducada para que sea eficaz.
Por eso el Señor Jesús nos enseñó cómo orar, más que qué orar.
https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1592113604429496320?s=20&t=shqbx5mfuYvoCDEyHa7DmQ
COMPARTIR LA PALABRA
Lunes 33 de tiempo ordinario
Año Par
Salmo responsorial: 1
Lucas 18,35-43