sábado, 23 de noviembre de 2024

SAN CARLO DE JESÚS ACUTIS DE ASIS


 

SÁBADO, XXXIII SEMANA

De la homilía de un autor del siglo II
(Caps 8, 1-9,11: Funk 1, 152-156)
El arrepentimiento de un corazón sincero


Hagamos penitencia mientras vivimos en este mundo. Somos, en efecto,

como el barro en manos del artífice. De la misma manera que el alfarero puede

componer de nuevo la vasija que está modelando, si le queda deforme o se le

rompe, cuando todavía está en sus manos, pero, en cambio, le resulta imposible

modificar su forma cuando la ha puesto ya en el horno, así también nosotros,

mientras estamos en este mundo, tenemos tiempo de hacer penitencia y

debemos arrepentirnos con todo nuestro corazón de los pecados que hemos

cometido mientras vivimos en nuestra carne mortal, a fin de ser salvados por el

Señor. Una vez que hayamos salido de este mundo, en la eternidad, ya no

podremos confesar nuestras faltas ni hacer penitencia.

Por ello, hermanos, cumplamos la voluntad del Padre, guardemos casto

nuestro cuerpo, observemos los mandamientos de Dios, y así alcanzaremos la

vida eterna. Dice, en efecto, el Señor en el Evangelio: Si no fuisteis de fiar en lo

menudo, ¿quién os confiará lo que vale de veras? Porque os aseguro que el que

es de fiar en lo menudo también en lo importante es de fiar. Esto es lo mismo

que decir: «Guardad puro vuestro cuerpo e incontaminado el sello de vuestro

bautismo, para que seáis dignos de la vida eterna».

Que ninguno de vosotros diga que nuestra carne no será juzgada ni

resucitará; reconoced, por el contrario, que ha sido por medio de esta carne en

la que vivís por la que habéis sido salvados y habéis recibido la visión. Por ello,

debemos mirar nuestro cuerpo como si se tratara de un templo de Dios. Pues, de la misma manera que habéis sido llamados en esta carne, también en esta carne saldréis al encuentro del que os llamó. Si Cristo, el Señor, el que nos ha salvado,siendo como era espíritu, quiso hacerse carne para podernos llamar, también nosotros, por medio de nuestra carne, recibiremos la recompensa.

Amémonos, pues, mutuamente, a fin de que podamos llegar todos al reino de

Dios. Mientras tenemos tiempo de recobrar la salud, pongámonos en manos de

Dios, para que él, como nuestro médico, nos sane; y demos los honorarios

debidos a este nuestro médico. ¿Qué honorarios? El arrepentimiento de un

corazón sincero. Porque él conoce de antemano todas las cosas y penetra en el

secreto de nuestro corazón. Tributémosle, pues, nuestras alabanzas no

solamente con nuestros labios, sino también con todo nuestro corazón, a fin de

que nos acoja como hijos. Pues el Señor dijo: Mis hermanos son los que

cumplen la voluntad de mi Padre.


viernes, 22 de noviembre de 2024

PALABRA COMENTADA

PALABRA COMENTADA 

 

Viernes 33 de tiempo ordinario

Año Par

Apocalipsis 10, 8-11



REFLEXIÓN

"Cógelo y cómetelo; al paladar será dulce como la miel, pero en el estómago sentirás ardor."

En Ezequiel 2,7ss encontramos un pasaje similar. También ese profeta muestra en sus escritos el género apocalíptico.

Se puede referir a la voz de la Palabra en todo tiempo, que la asimila y la hace suya como alimento constante y en eso es como la miel, pero sus efectos posteriores son de amargura por la sordera y dureza de corazón de los oyentes, que no se convierten.

Todo aquel que habla en nombre de valores necesarios para la convivencia humana es como un predicador que ha asimilado un mensaje útil al bien común y que se preocupa en cultivarlo. Pero la experiencia muestra que luchar por valores trae amarguras, frustraciones y decepciones porque el egoísmo individualista parece más fuerte.

"Tienes que profetizar todavía contra muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes."

Qué haríamos si no se mantuviera vigente un liderazgo comprometido con los valores propios del bien común, que arrostrara la reacción adversa del contumaz?

Salmo responsorial: 118



REFLEXIÓN

¡Qué dulce al paladar tu promesa: / más que miel en la boca!

Los maestros de la vida espiritual que nos han precedido dan fe de esta frase del salmo. Se han dedicado de por vida a paladear la Palabra y mostrar su aplicación a las mil circunstancias y peripecias de la existencia.

Sólo en contados momentos nos dejan asomarnos al calvario que significa mantenerse en la brecha confrontando la rebeldía en su auditorio.

Qué irrita tanto al humano sino el cercenar su libertad o lo que asume es su derecho a ser libre?

Por la historia una y otra vez probada contemplamos esa llama ardiente que no se doblega y persiste: libertad.

Sólo que la comprensión de la misma en plenitud debe contar con su Autor, quien la ha creado para una plenitud en comunión con Él.

Lucas 19, 45-48



REFLEXIÓN

En aquel tiempo, entró Jesús en el templo y se puso a echar a los vendedores, diciéndoles: "Escrito está: "Mi casa es casa de oración"; pero vosotros la habéis convertido en una "cueva de bandidos"

En consonancia con lo que se ha indicado sobre la distorsión de las fiestas de origen religioso.

Para Jesús es abominable que nosotros hagamos lo contrario de lo que nos envanecemos y gloriamos: construimos un templo que es espacio de oración, pero lo profanamos dedicando el espacio al flujo comercial, con intención de acumular riqueza a costa de la vulnerabilidad del pobre.

Jesús plantea constantemente la postura que combate las mixtificaciones y las adulteraciones. 

Purifica como juicio y fuego lo que se oxida, y corrompe. Para bien.

Somos depredadores también, y volvemos despojos lo que era algo vivo. 

Nuestra oración puede convertirse en acción de bandidos. 

No garantiza por sí sola nuestra conversión. 

Puede ser incongruente e inconsistente en la vida. 

Puede velar la injusticia.

intentaban quitarlo de en medio; pero se dieron cuenta de que no podían hacer nada, porque el pueblo entero estaba pendiente de sus labios.

Muestra Jesús una profecía, voz de Dios, con un matiz diferente: habla lo que el pueblo siente.  

El pueblo vulnerable, que no tiene posibilidades de defensa, no obstante los cauces institucionales.

Jesús encarna un paradigma de justicia de vulnerables y suscita la odiosidad de la iniquidad del poderoso.

No era el pueblo que lo escuchaba y defendía el que estuvo como turba gritando su muerte. 

Aquello sucedió de noche cuando no se podía defenderlo, cuando era presa fácil. 

Como muchos otros después, que no han sido defendidos por armas, sino por la acogida a las palabras del Espíritu. 

Serán protegidos y defendidos, hasta que otro más poderoso y fuerte los arrebate.

"Escrito está: "Mi casa es casa de oración"; pero vosotros la habéis convertido en una "cueva de bandidos"".

convertían un negocio legítimo en fuente de abusos(nota de la Biblia de Estudio de las Sociedades Bíblicas)

Jer7.11 Una cueva de ladrones: Con esta imagen poética se condena la falsa seguridad que infundía en el pueblo la presencia material del templo de Jerusalén. Tal como los ladrones, una vez cometidos sus delitos, Se refugian en una caverna y allí se sienten seguros, así también los israelitas se sentían protegidos por el santuario, a pesar de sus crímenes y malas acciones(Nota de allí mismo)

Un pasaje gustado como munición argumentativa por los activistas del cambio social. Y con razón, en parte.

Según algunos aquí se encuentra la posición política de Jesús en su más prístina presentación: Socialismo vs. Capitalismo. No a la reforma, sí a la revolución.

Según eso lo que Jesús pretende en la palabras y hechos que le adjudican los cuatro evangelistas, es demoler un sistema, una estructura de acumulación de riquezas, que oprime al pueblo humilde.

Según otros, se busca depurar el abuso de una actividad legítima porque se ejercía en el exterior del templo y no lo profanaba técnicamente hablando.

Quizás lo nuclear está en las palabras que cita Jesús de Jeremías7,11. Jesús aboga por una experiencia de Dios sincera, sin doblez ni hipocresía. 

Desnuda la pretensión se utilizar la invocación del Dios Padre en provecho propio, opacando su verdadera función.

El templo, el culto, que tienen un lugar prioritario en la promoción de la divinidad en Israel o en cualquier pueblo, se presta a engañar en beneficio de unos manipuladores, y de todo el que esconde en esa sacralidad su corrupción.

Es el peor de los ateísmos el que brota de los teísmos. Son imágenes de dioses que llevan en sí la semilla de la distorsión.

Jesús nos provoca, para no seguir buscando en lo santo excusa para la impunidad de nuestros crímenes.

Y esto se aplica para todo el que en nombre de un valor relevante en la sociedad se conduzca con impunidad. 

De nada sirve cambiar de estructuras si persiste la actitud de impunidad en nombre de los ideales.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1593566124943319040?s=20&t=hJ6blGiEHJWEt_XnSWoc0A

motivaciondehoy


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Viernes 33 de tiempo ordinario

Año Par

Apocalipsis 10, 8-11

Salmo responsorial: 118

Lucas 19, 45-48