martes, 13 de julio de 2021

PALABRA COMENTADA

 

MARTES 15 DE TIEMPO ORDINARIO

Año Impar

Éxodo 2,1-15ª



REFLEXIÓN

"Lo he sacado del agua."

viendo que no había nadie, mató al egipcio y lo enterró en la arena

¿Es que pretendes matarme como mataste al egipcio?

Moisés huyó del Faraón y se refugió en el país de Madián

Moisés, el fundador del pueblo israelita, muestra en los accidentes de su historia, la historia de Salvación:

el proyecto o designio del Señor.

No estuvo exento de pecado o de error, pero hizo las cosas por compasión y solidaridad con las víctimas.

Jesús en cambio, afronta su camino mesiánico con total transparencia, en las fuentes que nos han llegado. No hay error ni pecado en él. Más bien deja que otros que han pecado se ceben en él.

Moisés, Mahoma, Jesús: individualidades y personalidades cubiertas por el halo de la leyenda y el mito, pero con bases históricas recuperables. Originan pueblos nuevos, que en su momento aportan una inspiración a la humanidad de un cuadrante de tiempo y espacio, pero que los desborda, atrayendo legiones de seguidores.

En Jesús empero no tenemos un pueblo solo sino un meta-pueblo, porque su inspiración atraviesa etnias y lenguas, entre los que va derramando su Espíritu.

Salmo responsorial: 68



REFLEXIÓN

Me estoy hundiendo en un cieno profundo / y no puedo hacer pie; / he entrado en la hondura del agua, / me arrastra la corriente

Es la vivencia, la prueba, de la calamidad y el mal momento: el mundo parece acabarse.

Así Moisés, en su momento de fuga. Así Jesús en su momento de persecución, cuando los acosaban.

Pero mi oración se dirige a ti, / Dios mío, el día de tu favor; / que me escuche tu gran bondad, / que tu fidelidad me ayude.

proclamaré su grandeza con acción de gracias.

Porque Jesús es quien profirió y se transformó en acción de gracias al Padre.

En él nos amó hasta el extremo.

Mateo 11,20-24



REFLEXIÓN

se puso Jesús a recriminar a las ciudades donde había hecho casi todos sus milagros, porque no se habían convertido

Porque el milagro es signo para la fe. Y la fe viva es la que opera la conversión, el cambio de mente, de actitud, de perspectiva en la relación con el Señor y el prójimo.

el día del juicio le será más llevadero a Sodoma que a ti

Por las señales, portentos, maravillas obradas, sin que cambien su decisión, su opción fundamental, el sentido de la vida.

Vamos recibiendo gracias y bendiciones que se balancean con pruebas y angosturas, para que se produzca un crecimiento hacia el Señor.

Pero tales favores no son una garantía irrevocable de coronación exitosa, porque nuestra contribución y colaboración se espera y es condición sine qua non.

Por tanto, nunca dejamos de ser responsables en cierta proporción y medida.

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DOCTORES DE LA IGLESIA

 

Martes, XV

San Ambrosio Tratado sobre los misterios 12-16.19

Te enseña el Apóstol que nuestros padres estuvieron todos bajo la nube, y todos atravesaron el mar y todos fueron bautizados en Moisés por la nube y el mar. Y en el cántico de Moisés leemos: Sopló tu aliento y los cubrió el mar. Te das cuenta de que el paso del mar Rojo por los hebreos era ya una figura del santo bautismo, ya que en él murieron los egipcios y escaparon los hebreos. Esto mismo nos enseña cada día este sacramento, a saber, que en él queda sumergido el pecado y destruido el error, y en cambio la piedad y la inocencia lo atraviesan indemnes. Oyes cómo nuestros padres estuvieron bajo la nube, y una nube ciertamente beneficiosa, ya que refrigeraba los calores de las pasiones carnales; la nube que los cubría era el Espíritu Santo. Él vino después sobre la Virgen María, y la virtud del Altísimo la cubrió con su sombra, cuando engendró al Redentor del género humano. Y aquel milagro en tiempo de Moisés aconteció en figura. Si, pues, la figura estaba el Espíritu, ¿no estará en la verdad, siendo así que la Escritura te enseña que la ley se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo? El agua de Mara era amarga, pero Moisés echó en ella madero y se volvió dulce. De modo semejante, el agua, sin la proclamación de la cruz del Señor, no sirve en absoluto para la salvación; pero cuando ha sido consagrada por el misterio de la cruz salvadora, entonces se vuelve apta para el baño espiritual y para la bebida saludable. Pues del mismo modo que Moisés, el profeta, echó un madero en aquella agua, así ahora el sacerdote echa en ésta la proclamación de la cruz del Señor y el agua se vuelve dulce para la gracia.

REFLEXIÓN

Abrir la mente a la figura que anticipa la realidad, es elevar el sentido espiritual a  su máxima potencia para vislumbrar realidades que se dan previamente para alertar el conocimiento y la aceptación. La tecnología usa actualmente la dimensión virtual para operar realidades que no se ven. Pueden darnos una mostración de otras dimensiones del pensar a las que apenas podemos aludir.

No creas, pues, solamente lo que ven tus ojos corporales; más segura es la visión de lo invisible, porque lo que se ve es temporal, lo que no se ve eterno. La visión interna de la mente es superior a la mera visión ocular. Finalmente, aprende lo que te enseña una lectura del libro de los Reyes. Naamán era sirio y estaba leproso, sin que nadie pudiera curarlo. Entonces, una jovencita de entre los cautivos explicó que en Israel había un profeta que podía limpiarlo de la infección de la lepra. Naamán, habiendo tomado oro y plata, se fue a ver al rey de Israel. Éste, al saber el motivo de su venida, rasgó sus vestiduras, diciendo que le buscaban querella al pedirle una cosa que no estaba en su regio poder. Pero Eliseo mandó decir al rey que le enviase al sirio, para que supiera que había un Dios en Israel. Y, cuando vino a él, le mandó que se sumergiera siete veces en el río Jordán. Entonces Naamán empezó a decirse a sí mismo que eran mejores las aguas de los ríos de su patria, en los cuales se había bañado muchas veces sin que lo hubiesen limpiado de su lepra, y se marchaba de allí sin hacer lo que le había dicho el profeta. Pero sus siervos lo persuadieron por fin y se bañó, y, al verse curado, entendió al momento que lo que purifica no es el agua sino el don de Dios. Él dudó antes de ser curado; pero tú, que ya estás curado, no debes dudar.

REFLEXIÓN

Se busca en lo visible y tangible un punto desde donde lanzarse a lo desconocido pero prometido: vida, santidad, felicidad, amor. La realidad esta puesta para nuestra credibilidad, aunque muchas veces opera por nosotros la incredibilidad.