MARTES 34 DE TIEMPO ORDINARIO
Año Impar
Daniel 2,31-45
REFLEXIÓN
viste una visión
La
apocalíptica como género profético implica un cambio de estilo en la
comunicación del Señor que desea revelarse: visiones además de audiciones.
Visiones
surrealistas, fantásticas, simbólicas, como umbrales de la realidad semejantes
a hoyos negros del firmamento.
Atemorizan
por ser territorio desconocido y poco amigable. Sin embargo están al servicio
del cambio de conciencia de un pueblo oprimido por la ocupación y las
desigualdades sociales internas.
Es
la desesperanza frente a los poderes de la historia y un último grito de
esperanza al poder allende.
Es
un género que se nos antoja propicio en momentos de decepción sobre nuestros
esfuerzos para cambiar las variables invariables de nuestro planeta: violencia,
corrupción, codicia financiera, guerras, hambrunas, epidemias, seísmos de agua,
tierra y fuego.
Es
un paradigma de comunicación pidiendo auxilio, que envía nuestra fe acosada por
la desgracia, aferrándose a un absoluto que concibe como lo único capaz de dar
fin a la pesadilla.
Pero
también es un momento de gran tentación de búsqueda de mesías y liberadores.
Líderes que van mostrando sus pies de barro.
una piedra se desprendió sin intervención humana, chocó con
los pies de hierro y barro de la estatua y la hizo pedazos
Y
así basta un eventualidad inconexa supuestamente, para desbaratar la
grandiosidad y demagogia de esos líderes: puede ser una enfermedad estratégica
en su aparición.
Y
un líder individual o corporativo con muchos años de poder acumulado, desemboca
en su fin.
Y la piedra que deshizo la estatua creció hasta convertirse
en una montaña enorme que ocupaba toda la tierra.
el Dios del cielo suscitará un reino que nunca será
destruido ni su dominio pasará a otro, sino que destruirá y acabará con todos
los demás reinos, y él durará por siempre; eso significa la piedra que viste
desprendida del monte sin intervención humana y que destrozó el barro, el
hierro, el bronce, la plata y el oro.
Con
Jesús de Nazaret visibilizamos ese Reino y con sus seguidores, le continuamos
dando presencia, no obstante la defección y la traición de los propios.
Este
Reino que en Jesús significa paz, amor y justicia va cundiendo, para los ojos
capaces y los corazones fieles.
Interleccional: Daniel 3,57-61
REFLEXIÓN
bendecid al Señor
La
visión del final en proceso actual se condensa en la bendición que exclamamos
ante las realidades con las que convivimos.
Si
somos capaces de bendecir es que vemos avanzar el reino final.
Lucas 21,5-11
REFLEXIÓN
algunos ponderaban la belleza del templo, por la calidad de
la piedra y los exvotos
El
templo de Jerusalén, proporciones guardadas, era una obra construída para
deslumbrar y por lo tanto el orgullo de esos habitantes de una ciudad de
montaña y de los peregrinos que acudían de muchas partes.
llegará un día en que no quedará piedra sobre piedra: todo
será destruido
Tenía
que ser Jesús tan aguafiestas, que le amarga a sus conciudadanos el orgullo
nacional: el último templo. Gran fuente de ingresos para una ciudad con tantos
desempleados y menesterosos. Una ciudad orgullosa de tener un centro de peregrinación
internacional, aunque fuera metida en la montaña. Un orgullo para un pueblo
sufrido y oprimido que no tenía mucho de que vanagloriarse, sino este Templo.
Quizás
no lo dijo el Señor antes que ocurriera, o cuando lo dijo no tenía esta
solemnidad y acidez. Quizás es un dicho rescatado por la comunidad del
evangelista después que el templo fue destruído cuarenta años después de la
muerte de Jesús.
En
todo caso parece que tuvo razón. Fue aplastado el orgullo nacional, no sin
algún tipo de provocación por la resistencia zelota, adueñada del poder de los
saduceos y enfervorizada con el martirio y la liberación, por las armas y la
sangre.
Jesús
en cuya boca se pone este dicho, que pudo no haberlo dicho, pero que sus
seguidores le atribuyen su inspiración porque figura como una de las
acusaciones en el juicio que se le siguió.
Lo
que sí recoge como sabiduría de Jesús y de los antiguos profetas esta comunidad
cristiana es la poca seguridad que pudo ofrecer el magnífico templo a los
jerosolimitanos ante la embestida de los romanos del año 70 d.C.
Cuidado con que nadie os engañe. Porque muchos vendrán
usurpando mi nombre, diciendo: "Yo soy", o bien "El momento está
cerca"; no vayáis tras ellos.
Porque
los creyentes ávidos de liberación somos pasto de manipulaciones y carne de
cañón de utopías mesiánicas. Por eso se nos pide cuidado, sensatez,
discernimiento del engaño.
Se
refleja el discernimiento que hubo de hacer la comunidad en los tiempos previos
a la invasión romana. Porque los Zelotas que asumieron el control, predicaban
su resistencia como una inspiración divina.
Se
trataba también de celo y apasionamiento.
el final no vendrá en seguida
La
agonía puede ser mucho más larga de lo deseado. Los mercados financieros pueden
seguir en crisis más allá de lo deseado.
No
está en su recuperación nuestra esperanza de una mejor calidad de vida.
Una
cosa son los dolores de parto y otra el parto mismo. En las angustias y dolores
puede haber mucho engaño queriendo anticipar lo que viene por su propia
sabiduría. Se precisa paciencia , serenidad y confianza en quien es el
responsable de cosechar.
El
discernimiento de las primeras generaciones de fe cristiana en la Palabra les
fue dando luces para entender cuál final era al que habían de estar preparados.
Porque
no cualquier tumulto es el gran final.
"Se
alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y
en diversos países epidemias y hambre. Habrá también espantos y grandes signos
en el cielo."
Las circunstancias históricas pueden empeorar mucho más
no tengáis pánico
Es la recomendación del Señor de la historia, de quien
depende el designio y a cuya voluntad deseamos servir más allá del tropiezo.
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Daniel 2,31-45
La parábola de la estatua con diferentes materiales nos ayuda a una perspectiva de la historia de salvación que nos invita a reconocer y bendecir el señorío de la voluntad de salvación de Dios sobre nosotros y su creación. Nos anima a esperar en cualquier acontecimiento por pequeño que parezca, como la piedra que se desprende, la manifestación de la sabiduría y poder salvífico del Señor.
Interleccional: Daniel 3,57-61
Nuestra capacidad de bendecir aun en medio del sufrimiento individual o colectivo, por causas de desgracias y cataclismos es una muestra de la presencia del Espíritu Santo en nosotros fortaleciendo nuestra espera confiada.
Lucas 21,5-11
En la historia detalles de momentos de destrucción abundan. Esta predicción, en cierta forma no lo es tal, ni es original, porque se da en muchos pueblos y se seguirá dando. Que se de en cierto momento si puede llamar la conciencia a un mensaje de conversión al evangelio. Es un mensaje de espera confiada en medio de las dificultades humanas, políticas, económicas, religiosas, naturales.