CON UNA CAMARA COMO HERRAMIENTA DISEÑABA LA COMUNICACIÓN DE LA NUEVA VIDA QUE EXPERIMENTABA
Viernes, V semana
San León Magno Sermón 7 en la Natividad del Señor 2,6
Al nacer nuestro Señor
Jesucristo como hombre verdadero, sin dejar por un momento de ser Dios
verdadero, realizó en sí mismo el comienzo de la nueva creación y, con su nuevo
origen, dio al género humano un principio de vida espiritual. ¿Qué mente será
capaz de comprender este misterio, qué lengua será capaz de explicar semejante
don? La iniquidad es transformada en inocencia, la antigua condición humana
queda renovada; los que eran enemigos y estaban alejados de Dios se convierten
en hijos adoptivos y herederos suyos. Despierta, oh hombre, y reconoce la
dignidad de tu naturaleza. Recuerda que fuiste hecho a imagen de Dios; esta
imagen, que fue destruida en Adán, ha sido restaurada en Cristo. Haz uso como
conviene de las criaturas visibles, como usas de la tierra, del mar, del cielo,
del aire, de las fuentes y de los ríos; y todo lo que hay en ellas de hermoso y
digno de admiración conviértelo en motivo de alabanza y gloria del Creador.
Deja que tus sentidos corporales se impregnen de esta luz corporal y abraza,
con todo el afecto de tu mente, aquella luz verdadera que viniendo a este mundo
alumbra a todo hombre, y de la cual dice el salmista: Contempladlo, y quedaréis
radiantes, vuestro rostro no se avergonzará. Si somos templos de Dios y el
Espíritu de Dios habita en nosotros, es mucho más lo que cada fiel lleva en su
interior que todas las maravillas que contemplamos en el cielo. Con estas
palabras, amadísimos hermanos, no queremos induciros o persuadiros a que
despreciéis las obras de Dios, o que penséis que las cosas buenas que ha hecho
el Dios bueno significan un obstáculo para vuestra fe; lo que pretendemos es
que uséis de un modo racional y moderado de todas las criaturas y de toda la
belleza de este mundo, pues, como dice el Apóstol, lo que se ve es transitorio;
lo que no se ve es eterno. Por consiguiente, puesto que hemos nacido para las
cosas presentes y renacido para las futuras, no nos entreguemos de lleno a los
bienes temporales, sino tendamos, como a nuestra meta, a los eternos; y, para
que podamos mirar más de cerca el objeto de nuestra esperanza, pensemos qué es
lo que la gracia divina ha obrado en nosotros. Oigamos las palabras del
Apóstol: Habéis muerto, v vuestra vida está con Cristo escondida en Dios.
cuando aparezca Cristo, vida nuestra, entonces también vosotros apareceréis,
juntamente con él, en gloria, el cual vive y reina con el Padre y el Espíritu
Santo por los siglos de los siglos. Amén.
REFLEXIÓN
La
antropología nueva en Cristo no ha sido aún espectacularmente manifestada por
todos, sino mostrada por gracia en Jesús de Nazareth muerto y resucitado. Como
prenda de nueva humanidad y nueva creación se nos urge a manifestar amor por lo
creado sí, pero también por lo eterno. Amar todo de tal manera que uno no obste
lo otro, aino al contrario lo potencie.
Es cierto que tenemos que vigilar y estar atentos a no desviarnos para
olvidar la novedad y volvernos a lo antiguo, pero se hace dentro del clima de
confianza que aporta el Espíritu de Jesús en nosotros, su templo.