Domingo 3 de Cuaresma C
Éxodo 3, 1-8a. 13-15
REFLEXIÓN
Moisés pastoreaba el rebaño de su suegro Jetró, sacerdote de
Madián
Teorías
anteriores especulan sobre esta región como el dominio de una divinidad nómada
Yaho, que Moisés haría la predominante para Israel como Yaveh, y que
subordinaría los antiguos relatos de la divinidad cananita El.
"Moisés, Moisés."
Un
encuentro que hace vibrar la propia identidad. Un Otro que sacude nuestra
intimidad, sin dejarse domesticar como la ilusión. Un Tú que nos abre
horizontes infinitos de realización y expansión.
"Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abrahán, el
Dios de Isaac, el Dios de Jacob."
Una
revelación posterior, que se muestra más coherente con la comprensión de los
acontecimientos históricos y el sentido de vida, prevalecerá sobre otras
denominaciones divinas.
cómo es que no se quema la zarza
Un
símbolo misterioso, un enigma que toca nuestra curiosidad y se abre paso en
nuestra ignorancia. Un evento que involucra al ser completo y lo hace detenerse
maravillado. Una llamada de Dios en algún momento de nuestro transhumar que
afecta el rumbo de la existencia. Una nueva responsabilidad, una misión.
Moisés se tapó la cara, temeroso de ver a Dios.
Un temor
en la carne surge en las primeras etapas de la familiaridad con el Tú de Dios,
como señal de indignidad y pequeñez.
Debe dar
paso, en la relación a una intimidad, que transforma la visión del mundo, las
cosas, los seres humanos, los acontecimientos.
Se trata
de escalar, perdiendo progresivamente miedo a la altura y cediendo a la
confianza y entrega en su Palabra.
"He visto la opresión
de mi pueblo en Egipto, he oído sus
quejas contra los opresores, me he fijado en sus sufrimientos
Se abre
el círculo de intimidad con el Tú divino cuando se siente su designio de reino
en todo lo demás, y nos identificamos con él.
Así se
conforma el nosotros, porque la transformación en el Señor de lo demás y los
demás, se hace acuciante en la familiaridad sostenida con el Tú.
La
transformación de nuestra visión debe llegar a la apropiación de la causa del
Señor que consiste en LIBERAR la OPRESIÓN de su pueblo.
La
revelación mosaica en el Horeb se distingue por su ethos de justicia comunitaria,
justicia de amor, justicia de agape.
a sacarlos de esta tierra, para llevarlos a una tierra
fértil y espaciosa, tierra que mana leche y miel.
La
liberación de la opresión adopta todas las formas posibles congruentes con el
ágape. Porque es posible la pretensión de liberar sin ágape de fraternidad. No
es esa la ética de la Palabra.
La
liberación consiste en un salir y entrar, un dejar y apropiarse, un despegarse
y apegarse contínuo, procesual, que se purifica para acceder a nuevos niveles.
Por eso
toda la materia está a disposición de nuestro ethos, para que se llene del
Señor y ser conducidos al destino final.
Este
destino final se visualiza cuando la intimidad con el Tú en el nosotros de
justicia y ágape ha cundido por toda nuestra conciencia.
"Yahvé (Él-es), Dios de vuestros padres, Dios de
Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob, me envía a vosotros. Éste es mi nombre
para siempre: así me llamaréis de generación en generación"."
Surge un
problema feroz y complejo, según nos dicta la experiencia, en esta misión de
justicia y ágape: la comunicación de la buena nueva.
El
proceso de revelación de la Palabra es comunicación de habla y gestos
históricos. También los silencios son parte del habla.
Sus
fieles han de aprender este proceso de comunicación de su fe y ágape, por habla
y gestos.
Jesús
como Palabra eximia del Padre, llevará esa comunicación a niveles nunca vistos,
nos lo va diciendo la historia transcurrida.
Salmo responsorial: 102
REFLEXIÓN
él rescata tu vida de la fosa
y te colma de gracia y de ternura
La fosa
como unas fauces que tragan toda conciencia, se constituyen en el símbolo del
fracaso existencial.
El rescate
liberador e histórico de justicia y ágape, nos alivia y anima en la confianza
de la Palabra, para no bajar a la fosa del todo.
El Señor hace justicia
y defiende a todos los oprimidos
Nuestro
mundo actual es muy sensible y enfocado en la opresión social, como un signo de
los tiempos.
Como
todo bien, hay que discernirlo para que sintonice con el corazón y la
intención, donde el Padre mira todo y lo juzga.
1Corintios 10, 1-6. 10-12
REFLEXIÓN
y la roca era Cristo
La
Palabra en un intrumento apostólico como Pablo, quien dominaba la historia del
pueblo israelita, adquiere un enorme relieve cuando consagra a Jesús de
Nazareth el Cristo como clave de comprensión y sabiduría de la revelación
primera.
Estas cosas sucedieron en figura para nosotros, para que no
codiciemos el mal como lo hicieron aquéllos
La
infidelidad de nuestros hermanos de la primera revelación a la luz de la
segunda, es como una pesadilla, un mal sueño, una mala película que una vez
despiertos en el ahora, podemos transformar en seguimiento fiel del Señor.
a quienes nos ha tocado vivir en la última de las edades
Nos
cuesta asimilar en medio de una vida plagada de conflictos que vivimos una
plenitud que se despliega: la última edad, la plena etapa de Jesús de Nazareth
vivo.
Es una
realidad para los ojos de fe, que contemplan cómo se va esparciendo la nueva
vida, penetrando hasta los últimos rincones.
Lucas 13, 1-9
REFLEXIÓN
lo de los galileos
cuya sangre vertió Pilato con la de
los sacrificios que ofrecían
También
en tiempos de Jesús se dieron hechos cuya ambivalencia requería un
discernimiento motivado por la justicia y el ágape.
Los
galileos eran para los judíos gente revoltosa y mal hablada, casi sinónimo de
bandoleros.
Pilato
era la insignia de la dominación romana que imponía cierto orden y paz, pero a
costa de suscitar erupciones de violencia, e injusta represión.
Puede
haber algo más pacífico que ofrecer sacrificios y sin embargo se tiñen de
sangre vertida en nombre del orden y la paz.
esos galileos eran más pecadores que los demás galileos,
porque acabaron así?
Jesús se
dirige al hecho para revelar su núcleo teológico, que da pie a todo lo demás.
Esos hombres no eran pecadores, aunque hayan sido masacrados como bandoleros o
conspiradores. Una es la etiqueta mediática y otra el fondo de la realidad.
Cómo
miramos nosotros, cómo contemplamos. Vemos lo teológico pertinente o sólo lo
mediático superficial?
si no os convertís, todos pereceréis lo mismo
Sólo la
conversión que arranca de lo profundo y se expande en nuestra relación al mundo
da visos de contemplar lo verdadero de la Palabra.
"Señor, déjala todavía este año; yo cavaré alrededor y
le echaré estiércol, a ver si da fruto. Si no, la cortas
Jesús se
constituye como Palabra última en la oportunidad de oro de la conversión a la
justicia y al ágape.
Él es la
instancia favorable a la conversión, que nos protege del hacha que pretende
cortarnos, como higuera estéril.
Y el
hacha aunque existe e intimida, no es más que la oportunidad que brinda la
misericordia.
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