lunes, 2 de mayo de 2022

DOCTORES DE LA IGLESIA

 


De las disertaciones de san Atanasio, obispo
(Disertación sobre la encarnación del Verbo, 8-9: PG 25, 110-111)


LA ENCARNACIÓN DEL VERBO

El Verbo de Dios, incorpóreo e inmune de la corrupción y de la materia, vino al lugar donde habitamos, aunque nunca antes estuvo ausente, ya que nunca hubo parte alguna del mundo privada de su presencia, pues, por su unión con el Padre, lo llenaba todo en todas partes.

REFLEXIÓN

Nunca hubo un mundo sustentado en sí mismo, y se contradice así el Big Bang absoluto, lectura preferida de los no creyentes. En cada resquicio de la materia, se da el sello de Creada. No sabemos entonces que sea la Naturaleza pura, sin el soporte divino.

Pero vino por su benignidad, en el sentido de que se nos hizo visible. Compadecido de la debilidad de nuestra raza y conmovido por nuestro estado de corrupción, no toleró que la muerte dominara en nosotros ni que pereciera la creación, con lo que hubiera resultado inútil la obra de su Padre al crear al hombre, y por esto tomó para sí un cuerpo como el nuestro, ya que no se contentó con habitar en un cuerpo ni tampoco en hacerse simplemente visible. En efecto, si tan sólo hubiese pretendido hacerse visible, hubiera podido ciertamente asumir un cuerpo más excelente; pero él tomó nuestro mismo cuerpo.

REFLEXIÓN

No es asunto de visibilización, como pretenden tantas campañas por ciertas minorías. Valerosas eso sí, pero con el germen del ansia de poder político hegemónico dominante. Es decir que nuestro modelo de visibilización sin ágape fraterno es un desquite.

En el seno de la Virgen, se construyó un templo, es decir, su cuerpo, y lo hizo su propio instrumento, en el que había de darse a conocer y habitar; de este modo, habiendo tomado un cuerpo semejante al de cualquiera de nosotros, ya que todos estaban sujetos a la corrupción de la muerte, lo entregó a la muerte por todos, ofreciéndolo al Padre con un amor sin límites; con ello, al morir en su persona todos los hombres, quedó sin vigor la ley de la corrupción que afectaba a todos, ya que agotó toda la eficacia de la muerte en el cuerpo del Señor, y así ya no le quedó fuerza alguna para ensañarse con los demás hombres, semejantes a él; con ello también, hizo de nuevo incorruptibles a los hombres, que habían caído en la corrupción, y los llamó de muerte a vida, consumiendo totalmente en ellos la muerte, con el cuerpo que había asumido y con el poder de su resurrección, del mismo modo que la paja es consumida por el fuego.

REFLEXIÓN

No es tan fácil de asumir este argumento, pero es el desafío diario cuando los cuerpos de toda edad y condición mueren, quedan sin vida biológica y son carne de corrupción. La esperanza de los no creyentes es que pasando el tiempo ya no será así, y la vida permanente estará a nuestra disposición. Es un asunto del persistencia generacional.

Por esta razón asumió un cuerpo mortal: para que este cuerpo, unido al Verbo que está por encima de todo, satisficiera por todos la deuda contraída con la muerte; para que, por el hecho de habitar el Verbo en él, no sucumbiera a la corrupción; y, finalmente, para que, en adelante, por el poder de la resurrección, se vieran ya todos libres de la corrupción.
De ahí que el cuerpo que él había tomado, al entregarlo a la muerte como una hostia y víctima limpia de toda mancha, alejó al momento la muerte de todos los hombres, a los que él se había asemejado, ya que se ofreció en lugar de ellos.

REFLEXIÓN

Lo que puede ser difícil por no imposible de gestionar en la vida de laboratorio, es el amor ofertado por Jesús al morir para dar vida.

De este modo, el Verbo de Dios, superior a todo lo que existe, ofreciendo en sacrificio su cuerpo, templo e instrumento de su divinidad, pagó con su muerte la deuda que habíamos contraído, y, así, el Hijo de Dios, inmune a la corrupción, por la promesa de la resurrección, hizo partícipes de esta misma inmunidad a todos los hombres, con los que se había hecho una misma cosa por su cuerpo semejante al de ellos. 
Es verdad, pues, que la corrupción de la muerte no tiene ya poder alguno sobre los hombres, gracias al Verbo, que habita entre ellos por su encarnación

REFLEXIÓN

La creación restaurada en Jesús de Nazareth resucitado es Nueva Creación, y su visibilización son los relatos antiguos y actuales de testigos santos y santas que no cesan de aparecer en todas partes. No mirarlos y admirarlos es un terrible astigmatismo.

domingo, 1 de mayo de 2022

PALABRA COMENTADA

 

Domingo 3 de Pascua C

Hechos de los apóstoles 5, 27b-32. 40b-41

REFLEXIÓN

la diestra de Dios lo exaltó

Al contrario de los planes y acciones conspirativas Dios hace la historia de Salvación.

Unas veces acertamos y otras no, al llevar adelante la gestión de la historia.

Nos toca reconocer con humildad que su iniciativa supera la nuestra e incluso nos llena de felicidad, cuando es aceptada y obedecida.

para otorgarle a Israel la conversión con el perdón de los pecados

Israel en la historia ha sido un pueblo con una misión:la proclamación intensa y extensa entre las naciones como su siervo del venidero perdón de los pecados por mano de Yavé.

En esta esperanza vivió cuando su Sumo Sacerdote penetraba en el lugar santo, expresión del Dios altísimo e innombrable una vez al año.

Por caminos inescrutables el Señor, confirmado como Padre, revela en Jesús de Nazareth, su hijo, la concesión del perdón de los pecados.

Qué es un pecado, y qué es un perdón, para que sea un tema que se convierta en el factor decisivo de ambos pueblos que son uno en realidad:uno que espera el perdón y otro que lo celebra?

Sobre esta relevancia y pertinencia del perdón de los pecados cada generación debe ensayar una actualización en consonancia con sus necesidades y desarrollo de conciencia.

Pero debe ser un factor crucial, nuclear; una llave de la historia humana, para entenderla y transformarla.

Es la responsabilidad de los creyentes de ambos pueblos dar luz al mundo para la intelección del sentido del pecado y su perdón.

Los apóstoles salieron del Sanedrín contentos de haber merecido aquel ultraje por el nombre de Jesús

Los conflictos y dificultades que genera caminar con, en y por el evangelio, conllevan su propia recompensa de satisfacción y firmeza.

Salmo responsorial: 29



REFLEXIÓN

sacaste mi vida del abismo, me hiciste revivir cuando bajaba a la fosa

Un aspecto básico del pecado, bíblicamente considerado, es que acarrea y se identifica con la muerte de la vida como don de Dios.

Y Jesús vivo significa que ese sentido ha sido eliminado y doblegado. Ya no existe más en la existencia humana una muerte eterna. Sino más bien resplandece la oferta de la vida que no termina, en comunión con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

al atardecer nos visita el llanto; por la mañana, el júbilo

La dinámica del Espíritu es así:consolación y desolación.

Como los caminos tienen colinas y valles así se alternan los estados de influencia del Espíritu moldeando nuestra transformación.

Apocalipsis 5, 11-14



REFLEXIÓN

"Digno es el Cordero degollado de recibir el poder, la riqueza, la sabiduría, la fuerza, el honor, la gloria y la alabanza."

La aclamación de Jesús por el universo.Como un estadio en pie y conmovido aplaude atronadoramente:una expresión de la gloria que el Padre le ha concedido.

En la cuarta semana de los ejercicios espirituales ignacianos se insta a la identificación del creyente ejercitante con la alegría del triunfo de la gloria del Señor resucitado.

Pronto terminará esa jornada de oración intensa y el ejercitante de mano del Señor pedirá recibir el don del gozo de la gloria para que su peregrinaje lleve siempre, como alimento del camino, la visión del fin en el que participará.

Gozarme en el Señor por el Señor glorificado implica un salirnos de nuestra reductiva existencia sometida al límite, la falla, la debilidad, el pecado y la muerte su colofón.

Significa respirar un aire más puro que oxigena nuestro discurrir histórico y potencia el caminar con sus trabajos.

Juan 21, 1-19



REFLEXIÓN

Jesús se apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberíades

no cogieron nada

Se vuelve al punto de inicio en otro nivel: la historia se repite en espiral.

"Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis."

Ha seguido estando con nosotros pero en Espíritu de Pascua. Y alienta nuestras acciones con su presencia inédita y novedosa.

Y aquel discípulo que Jesús tanto quería le dice a Pedro: "Es el Señor.

La visión del corazón es más certera.

Simón Pedro, que estaba desnudo, se ató la túnica y se echó al agua

Pero el amor también actúa

Los demás discípulos se acercaron en la barca, porque no distaban de tierra más que unos cien metros, remolcando la red con los peces

Un detalle insignificante en apariencia: los demás quedan haciendo lo que los líderes han olvidado. Y sin ellos las cosas no se terminan de hacer.

Una acción menos deslumbrante y más callada, pero eficaz.

Consignado en el evangelio es como si existiera alguien cuya mirada lo escruta todo y nada pasa desapercibido.Aprecia todo lo que se hace por más ínfimo que parezca.

"Traed de los peces que acabáis de coger."

Los que no traían ni Juan ni Pedro, sino los demás.Jesús supo acoger a todos en su aporte, y esperar por todos a que terminaran.

Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red repleta de peces grandes

El liderazgo de Pedro se completa en al acción de colaboración con los demás, por la indicación de Jesús.

Está atento a realizar el llamado del Señor en la Historia.

Él le contestó: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero

Quizás debió decir: cómo te quiero. Porque quizás te he querido como yo creo, pero debo quererte como tú esperas.

Se entristeció Pedro de que le preguntara por tercera vez si lo quería

Jesús está rehabilitando el amor de Pedro, sanando la herida y potenciando su entrega.

"Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero."

Tú que miras en el fondo sabes cómo te quiero y lo mal que te he querido. Lo incongruente e inconsistente que he sido.

Jesús no le retira la misión, sino que la fundamenta en la debilidad de Pedro.

Esto dijo aludiendo a la muerte con que iba a dar gloria a Dios

Un don de Dios: la muerte en la que se le da gloria.

Este evangelio es de una emoción contenida, porque corresponde a una reconciliación apostólica en vista a la misión de Pedro.

Es un relato consolador porque hace sentir el perdón y la regeneración de parte de Jesús, para seguir en la obra del evangelio.

El evangelizar requiere de operarios, y éstos pueden ser regenerados y no meramente desechados cuando fallan y escandalizan.

Aunque sean pedófilos. Porque también los pedófilos, no obstante su excecrabe crimen, pueden arrepentirse y expiar y aportar su humillación como piedra viva en la construcción del reino.

No somos nosotros los que juzgamos, sino el Padre, gracias a Dios.

Dicho esto, añadió: "Sígueme."

Una vez te hayas purificado de lo peor del pecado que se centra más en la debilidad que en la fuerza de Dios.

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