sábado, 11 de junio de 2022

BEATO CARLO

 De los Tratados de san Cromacio, obispo, sobre el evangelio de san Mateo

(Tratado 5, 1. 3-4:CL 9. 405-407)
VOSOTROS SOIS LA LUZ DEL MUNDO


Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad situada en lo alto del monte; ni se enciende una lámpara para meterla bajo el celemín, sino para ponerla sobre el candelero, así alumbra a todos los que están en la casa. El Señor dijo a sus discípulos que eran la sal de la tierra, porque ellos, por medio de la sabiduría celestial, condimentaron los corazones de los hombres que, por obra del demonio, habían perdido su sabor. Ahora añade también que son la luz del mundo, ya que, iluminados por él mismo, que es la luz verdadera y eterna, se convirtieron ellos también en luz que disipó las tinieblas.

Puesto que él era el sol de justicia, con razón llama a sus discípulos luz del mundo, ya que ellos fueron como los rayos a través de los cuales derramó sobre el mundo la luz de su conocimiento; ellos, en efecto, ahuyentaron del corazón de los hombres las tinieblas del error, dándoles a conocer la luz de la verdad.

También nosotros, iluminados por ellos, nos hemos convertido de tinieblas en luz, tal como dice el Apóstol: Un tiempo erais tinieblas, pero ahora sois luz en el Señor. Caminad como hijos de la luz. Y también: Todos sois hijos de la luz e hijos del día. No somos de la noche ni de las tinieblas.

En este mismo sentido habla san Juan en su carta, cuando dice: Dios es luz, y el que permanece en Dios está en la luz, como él también está en la luz. Por lo tanto, ya que tenemos la dicha de haber sido liberados de las tinieblas del error, debemos caminar siempre en la luz, como hijos que somos de la luz. Por esto dice el Apóstol: Aparecéis como antorchas en el mundo, presentándole la palabra de vida.

Si así no lo hacemos, es como si, con nuestra infidelidad, pusiéramos un velo que tapa y oscurece esta luz tan útil y necesaria, en perjuicio nuestro y de los demás. Por esto también incurrió en castigo aquel siervo que prefirió esconder el talento, que había recibido para negociar un lucro celestial, antes que ponerlo en el banco, como sabemos por el Evangelio.

Así, pues, aquella lámpara resplandeciente, encendida para nuestra salvación, debe brillar siempre en nosotros. Poseemos, en efecto, la lámpara de los mandatos celestiales y de la gracia espiritual, acerca de la cual afirma el salmista: Lámpara es tu palabra para mis pasos, luz en mi sendero. De ella dice también Salomón: El consejo de la ley es lámpara.

Por consiguiente, nuestro deber es no ocultar esta lámpara de la ley y de la fe, sino ponerla siempre en alto en la Iglesia, como en un candelero, para la salvación de todos, para que así nos beneficiemos nosotros de la luz de su verdad y para que ilumine a todos los creyentes.

viernes, 10 de junio de 2022

PALABRA COMENTADA

 

Viernes 10 de tiempo ordinario

Año Par

1Reyes 19, 9a. 11-16



REFLEXIÓN

se oyó una brisa tenue; al sentirla, Elías se tapó el rostro con el manto

El Señor pasa como brisa suave. Así fue al atardecer en el paraíso, cuando solía visitar a Adán y Eva.

Una brisa suave no se impone como el huracán, el terremoto o el fuego. Sino que pasa.

Y la sientes o no. Pero si te detienes a sentirla refresca, anima y alienta.

Así se muestra muchas veces, casi imperceptiblemente el Espíritu del Señor, y por no reconocerlo, dejamos de sentir su inspiración, su moción, su voluntad suavemente manifestada.

Desanda tu camino hacia el desierto de Damasco y, cuando llegues, unge rey de Siria a Jazael, rey de Israel a Jehú, hijo de Nimsí, y profeta sucesor tuyo a Eliseo, hijo de Safat, de Prado Bailén

Así como el profeta Elías, no obstante su celo, sintió esas suavidad y recibió la terminación de su misión para entregarla a otro, así nosotros en algunas coyunturas de la vida experimentamos un suave llamado a dejar la causa que nos motivaba y sentíamos propia de la voluntad de Dios, para que cedamos el protagonismo a otros, también enviados del Señor.

Salmo responsorial: 26



REFLEXIÓN

Oigo en mi corazón: "Buscad mi rostro

No es tan fácil escuchar el propio corazón, porque cantidad de veces nos arrepentimos de no haberlo hecho, cuando presentíamos algo.

Es un arte que consulta la profundidad del sentimiento auténtico, donde se refleja la suave brisa de la voluntad del Señor.

La maestra es María, madre de Jesús, a quien el evangelista pinta como alguien que reflexionaba todo en su corazón.

No rechaces con ira a tu siervo

Más que rechazarnos, nos distanciamos nosotros por nuestra voluntad y proyectamos en Él nuestro malestar.

Espera en el Señor, sé valiente

Por eso no debo creer ese malestar, que aupa el enemigo de nuestra amistad con el Señor, sino atravesarlo con paciencia, humildad y esperanza, para volver a encontrarlo disponible y amoroso.

Mateo 5,27-32



REFLEXIÓN

El que mira a una mujer casada deseándola(epitzimeo:deseo codicioso), ya ha sido adúltero con ella en su interior

La ética y moral cristiana del sexo y el matrimonio penden de la interpretación de esta Palabra porque es un lenguaje que reviste un tono radical, con imágenes vivas, que sugieren extremismos.

Frente a la ley con sus normas que guardan un orden social, el dicho de Jesús plantea un orden de la decisión personal que se fragua en la intención de actuar en cierto sentido.

La agudeza del ingenio humano ha encontrado una distinción entre deseo y fantasía, para dar a entender con ésta que se trata de un juego entretenido pasar imágenes provocativas y provocadoras por la imaginación y la memoria. La astucia consiste en evitar que la fantasía se convierta en deseo.

Frente a la casuística del divorcio, amparada por la ley, se opone la decisión del corazón, donde el deseo codicioso de apoderarse de alguien o algo se va formando.

Se trata de la responsabilidad personal, artículo escaso y de lujo en ciertas personas y grupos, que no le hacen frente, ni acusan su deficiencia, ni subsanan el daño cometido.

En nuestra conducta moderna el divorcio es moneda corriente de curso legal, pero más allá de los atenuantes y justificativos, no tiene la aprobación de la buena nueva.

Así la buena nueva es un mensaje a favor de la pareja y su consolidación, no de su disolución. Es un mensaje de contracultura, porque se enfrenta a la cultura “light”, propia del consumismo, que igual echa en la basura un electrodoméstico dañado, que deshace la unión mediante juramento de fidelidad y permanencia.

El que se divorcie de su mujer, excepto en caso de impureza, la induce al adulterio, y el que se case con la divorciada comete adulterio

La excepción es una palabra en griego: porneia, que ha dado mucha dificultad para traducir con exactitud. O para aceptarla con honestidad.

Lo cierto es que la excepción puede referirse a un acto o conducta sexual inmoral, aplicado a la mujer en esta sociedad patriarcal, pero también puede referirse a la idolatría en el contexto de la prostitución ritual, cuna de la aversión israelita por lo sexual y que echó a pique sus bondades evidentes.

Una situación de este tipo tiene sus antecedentes en el profeta Oseas quien tuvo como mujer a alguien enredado en ese tipo de culto.

Es interesante que también al varón le cae lo suyo, en esta sociedad patriarcal, porque comete adulterio al unirse a una divorciada.

Hoy en día la legión de divorciados existentes son un quebradero de cabeza para la pastoral de la comunidad creyente, porque también son hijos de Dios y hermanos para el ágape.

No todos tienen la misma génesis situacional en su separación, y existen atenuantes y agravantes a considerar.

En ciertas circunstancias permanecer unidos es un mayor mal, para ciertos matrimonios y parejas, que lo contrario, y compete ponerle fin.

Su cuidado pastoral es digno de un discernimiento imbuído de misericordia y fraternidad, que busque, aun en esa situaciones, el mayor bien posible para el reino del Señor.

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