sábado, 9 de julio de 2022

PALABRA COMENTADA

 



Sábado 14 de tiempo ordinario

Isaías 6, 1-8

REFLEXIÓN

llenaba el templo

"¡Santo, santo, santo, el Señor de los ejércitos

Un tiempo como el de este oráculo en el que se asume y prestigia con la visión, la ocupación del templo, con la presencia del señor.

Se reservaba un espacio vacío, el santo de los santos, como indicador de la presencia del tres veces santo. Con esta visión se le prestigia.

Es el momento en el que Judá ha quedado como único reino de los dos israel, porque el norte fue invadido y colapsó.

Y el reino de Judá cuya capital Jerusalén contenía el templo de Salmomón, vivía del dogma de la presencia de Yavé en el templo.

Un dogma de muchos, que luego se vendrá abajo cuando el templo sea destruído siglo y medio después de este oráculo.

Hay tiempos en que los dogmas son el asidero de la fe, y otros en los que la fe debe superar la destrucción de los dogmas.

Y para que esta fe se mantenga en proceso de crecimiento es preciso que llegue a la comprensión que los dogmas son expresiones de un absoluto, pero pero concebidos y expresados en el tiempo histórico, que cambia.

Por eso la fe fiel equivale a reformulación.

"Mira: esto ha tocado tus labios, ha desaparecido tu culpa, está perdonado tu pecado."

"Aquí estoy, mándame."

La misión del Señor, la siente como propia quien ha sido purificado por la santidad del Señor, no aplastado por ella.

Salmo responsorial: 92



REFLEXIÓN

la santidad es el adorno de tu casa

Con el tiempo y más allá del dogma de la presencia del Señor en el templo, el creyente aprendió a reverenciar la santidad en otro modo de manifestarse el Señor.

Cuál es el lugar de su santidad para nuestro tiempo? El dogma que se construye mediáticamente o el que es fiel al camino de Jesús de Nazareth.?

La visión con características antropomórficas, es importante por el cambio que propicia en el visionario: sus actitudes, su modo de concebir la vida y su relación con Dios; y por la disponibilidad a cumplir una misión.

Se puede parafrasear como una oportunidad para un aprendizaje significativo, relacionado con la disponibilidad para un encargo, con impacto fuera de la propia subjetividad.

El encargo o misión tienen como referente al Señor. Es un testimonio cualificado de la intervención o presencia del Señor en circunstancias específicas.

La misión intenta producir una audición de la palabra de salvación del Señor para una coyuntura particular.

Y se presenta como una propuesta que no incluye la imposición o la fuerza, sino un dominio que brota desde dentro de un convencimiento. Se trata de un servicio a la convicción.

Mateo 10, 24-33



REFLEXIÓN

"Un discípulo no es más que su maestro, ni un esclavo más que su amo; ya le basta al discípulo con ser como su maestro, y al esclavo como su amo

La fraternidad en el reino de Dios establece una proporción de equidad entre el discípulo y el maestro, el esclavo y el amo.

No se presta a la revancha por la que el discípulo sea más que el maestro o el esclavo más que el amo, porque sería mantener el ciclo de dominación en dinámica perpetua.

Los nuevos maestros dominarián los nuevos discípulos y los nuevos amos a los nuevos esclavos.

Es el virus propio de la lucha de clases como método para lograr la equidad.

Es el susurro de la vieja serpiente enroscada en un árbol del paraíso, envidiando la inicial convivencia en fraternidad de la primera pareja.

No se cuestiona el orden social imperante y que constituye una lacra en tiempos posteriores. Se asume, se perpetúa y se es cómplice de ello. Sólo se suaviza y humaniza.

Sin embargo, aun para la estructura que mantiene la polaridad amo-esclavo, es posible decantar, no a un ser más sino a un ser igual. Se puede llenar de un nuevo espíritu, con lo cual la estructura deja de ser funcional.

El mundo hoy clama por la igualdad. Se presenta como algo perentorio.

Sólo hemos de preguntarnos si se trata de la igualdad del discípulo como el maestro, o más que él. Si la igualdad del siervo con el amo, o más que él?

Algunos movimientos y activismo por la igualdad incurren en el revanchismo, para tomar el poder que los hará más que sus explotadores y así vengarse.

Es una dinámica que nos mantendrá siempre en guerra.

No les tengáis miedo, porque nada hay cubierto que no llegue a descubrirse; nada hay escondido que no llegue a saberse.

Se refiere a la falsa acusación de que son demonios los que siguen a Jesús. Esa persecución tiene fin.

No tengáis miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma.

No es envalentonamiento sino valentía como virtud teológica, inspirada por un Espíritu de Jesús.

Se nos pide una adhesión fundamental al valor básico y esencial. El que propicia el valor para el servicio al reino.

Cuando en alguna coyuntura de nuestra vida nos enfrentamos al dilema de elegir la vida del cuerpo o la del alma, las conveniencias  o los valores, no deberíamos tener miedo de elegir y actuar lo último en el contexto del reino.

Tantas mediciones sobre la corrupción de los gobiernos, empresarios y sociedad civil quedarían sin uso si la corrupción desaparece por actitudes valerosas por el reino.

no tengáis miedo; no hay comparación entre vosotros y los gorriones

El sustrato de la confianza en el Señor se nutre de la convicción de su amor, de cuán valiosos le somos.

En este nicho descansa en definitiva la conciencia de la dignidad de la persona.

Si uno se pone de mi parte ante los hombres, yo también me pondré de su parte ante mi Padre del cielo

Induce un mayor compromiso por el reino la adhesión a la persona de Jesús de Nazareth que la promoción de un valor abstracto o genérico.

No se puede reemplazar la fuerza que tiene para la lealtad una relación personal íntima y sincera.

Por eso requerimos una relación fuerte con el Señor Jesús de Nazareth.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1545729986040139777?s=20&t=jJTPBLS2Lqp6lqNgNXqmUw

DOCTORES DE LA IGLESIA


 De los Comentarios de san Agustín, obispo sobre los salmos.

                          (Salmo 126, 2: CCL 40, 1857-1858)


EL SEÑOR JESUCRISTO ES EL VERDADERO SALOMÓN


El templo que Salomón edificó para el Señor era tipo y figura de la futura Iglesia, que es el cuerpo del Señor, tal como dice en el Evangelio: Destruid este templo y yo lo levantaré en tres días. Del mismo modo que Salomón edificó aquel templo, se edificó también un templo el verdadero Salomón, nuestro Señor Jesucristo, el verdadero pacífico. Porque hay que saber que el nombre de Salomón significa «Pacífico», y el verdadero pacífico es Jesucristo, de quien dice el Apóstol: Él es nuestra paz, que ha hecho de los dos pueblos una sola cosa. Él es el verdadero pacífico que unió en su persona, constituyéndose en piedra angular, los dos muros que provenían de partes opuestas, a saber, el pueblo de los creyentes que provenían de la circuncisión, y el pueblo de los creyentes que provenían de la gentilidad incircuncisa; de ambos pueblos hizo una sola Iglesia, de la que es piedra angular, y por esto es el verdadero pacífico.

Cristo es el verdadero Salomón, y aquel otro Salomón, hijo de David, engendrado de Betsabé, rey de Israel, era figura de este Rey pacífico. Por esto el salmo, para que pienses más bien en el nuevo Salomón, que es quien edificó la verdadera casa de Dios, empieza con estas palabras: Si el Señor no construye la casa, en vano se cansan los albañiles. El Señor es, por tanto, quien construye la casa, es el Señor Jesucristo quien construye su propia casa. Muchos son los que trabajan en la construcción, pero si él no construye, en vano se cansan los albañiles. ¿Quiénes son los que trabajan en esta construcción? Todos los que predican la palabra de Dios en la Iglesia, los dispensadores de los misterios de Dios. Todos nos esforzamos, todos trabajamos, todos construimos ahora; y también antes de nosotros se esforzaron, trabajaron, construyeron otros; pero, si el Señor no construye la casa, en vano se cansan los albañiles. Por esto los apóstoles, y más en concreto Pablo, al ver que algunos se desmoronaban, dice: Observáis los días, los meses, las estaciones y los años; temo que hagáis vano mi trabajo entre vosotros. Como sabía que él mismo era edificado interiormente por el Señor, por esto se lamentaba por aquéllos, por el temor de haber trabajado en ellos inútilmente.

Nosotros, por tanto, os hablamos desde el exterior, pero es él quien edifica desde dentro. Nosotros podemos saber cómo escucháis, pero cómo pensáis sólo puede saberlo aquel que ve vuestros pensamientos. Es él quien edifica, quien amonesta, quien amedrenta, quien abre el entendimiento, quien os conduce a la fe; aunque nosotros cooperamos también con nuestro esfuerzo.
                                                 REFLEXIÓN
Dos pueblos son los que tenemos hoy, bajo diversos ropajes y personajes: quienes se acogen a la ley antigua y los que se orientan por la nueva de Jesucristo. En alguna forma quienes aparentemente no forman parte de uno de los dos, incluyen en sus credos y conductas, partes de uno de lo dos. En lucha permanente, sin llevar a efecto real la unión de Jesucristo, el único que construye desde dentro con verdad , justicia y amor.