Sábado 16 de tiempo ordinario
Jeremías 7, 1-11
REFLEXIÓN
Enmendad vuestra conducta y vuestras acciones, y habitaré
con vosotros en este lugar.Si enmendáis vuestra conducta y vuestras acciones,
si juzgáis rectamente entre un hombre y su prójimo, si no explotáis al
forastero, al huérfano y a la viuda, si no derramáis sangre inocente en este
lugar, si no seguís a dioses extranjeros, para vuestro mal, entonces habitaré
con vosotros en este lugar, en la tierra que di a vuestros padres, desde hace
tanto tiempo y para siempre.
Los
cristianos nos enorgullecemos de haber superado la creencia del templo como
lugar exclusivo de la habitación del Señor.
Incluso
la presencia sacramental en el santísimo, para muchos de nosotros no motiva ala
visita asidua al Señor.
Más bien
manifestamos en las nuevas generaciones que el Señor está dentro de nosotros,
que sólo hay que caer en cuenta de la presencia automática del Señor.
La voz
del profeta, la Palabra nos quiere sacudir de ese conformismo: sin conducta y
acciones justas no hay presencia ni convivencia.
La
paradoja y escándalo de un continente bautizado cristiano en su mayoría, que mantenga
la injusticia en sus acciones, como se mantiene la fe mágica en la presencia
del Señor, es lo que nos debe inquietar.
No os creáis seguros con palabras engañosas, repitiendo: 'Es
el templo del Señor, el templo del Señor, el templo del Señor.'
Por qué
no tenemos verdadera seguridad en nada. Tu palabra enfatiza que sólo tú eres la
seguridad. Y eso en la práctica, no se siente siempre, sino que nos asalta la
duda, el temor, la incertidumbre.
Quizás
por nuestra poca fe. Quién se encarga que nuestra fe permanezca y se mantenga
sólida, o de pie?
Si tú no
vienes a socorrernos aún en la fe que debemos tenerte, no permaneceremos.
Estar
contigo es como lo contrario de estar en el mundo de hoy, que subraya la
autonomía y la seguridad en uno mismo, sin subsidios.
Estar
contigo es aceptar la dependencia de tu amor y que te necesitamos siempre.
Pero aun
en esto según nuestro siglo, podemos resultar tan disminuídos que nos alejamos
del ideal de un ser humano digno.
Es
entonces una calle sin salida? Es otro modo de ser humano? Es otro sentido de
dignidad? Está pasado de moda, e indigno de nosotros como seres humanos esta
alianza de protección contigo?
O más
bien tenemos que abrirnos a una comprensión y significado sin estrenar, que nos
será revelado por ti oportunamente?
Ven
Señor Jesús.
entonces habitaré con vosotros en este lugar, en la tierra
que di a vuestros padres, desde hace tanto tiempo y para siempre
Porque
la Tierra Prometida lo es en la medida que el bienestar está de acuerdo con los
términos del Señorío de Dios.
Es leche
y miel con el Señor. Si no es así el bienestar es una trampa degenerativa.
¿Creéis que es una cueva de bandidos este templo que lleva
mi nombre?
Jesús
expulsó del templo a los que comerciaban.
Sería
una reducción hipócrita centrarse exclusivamente en el mecanismo del poder del
mercado. Como si la denuncia al mercado nos librara de la hipocresía de actuar
dolosamente e invocar al Señor con aires de justicia en su templo.
El
pasaje evangélico que narra cómo Jesús de Nazareth expulsa a los mercaderes del
templo, es una activación de la profecía de Jeremías, y según eso, el motivo de
su acción no sería sólo lo que atañía a los comerciantes, sino también a toda
presunción de seguridad de los creyentes sobre la presencia del Señor a pesar
de sus iniquidades.
Porque
la presencia del Señor ocurre mientras nos esforzamos en el proceso de
realización del reino de justicia y amor.
Mientras
proclamamos con la voz y las acciones la novedad de Jesús.
Salmo
responsorial: 83
REFLEXIÓN
Dichosos los que viven en tu casa, / alabándote siempre. / Dichosos los que encuentran en ti su fuerza; / caminan de baluarte en baluarte
El
paralelismo de este verso del salmo nos ayuda a ampliar el sentido de la
presencia del Señor, ya que la alabanza se hace sinónimo de caminar, por lo que
quedarse en la alabanza verbal, como indicio de la presencia del Señor, es
ignorar que sólo es cumplida cuando actuamos la voluntad del Señor.
Si no,
es otro género de hipocresía.
Mateo
13, 24-30
REFLEXIÓN
mientras la gente dormía,
dormir
no es un lujo que puede permitirse la gente del Reino. Estar siempre alerta es
lo recomendable.
"Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De
dónde sale la cizaña?" Él les dijo: "Un enemigo lo ha hecho."
Los criados le preguntaron: "¿Quieres que vayamos a arrancarla?"
En
nuestro afán de coherencia de la fe que profesamos y buscando conducirnos de
acuerdo al designio del Señor, hemos de topar con la iniquidad mezclada con el
bien en el mundo, en la realidad, aun en nuestro obrar de buena fe.
Es
posible que reaccionemos, una vez caigamos en cuenta, llenos de celo para
aniquilar ese mal, condenando y ejecutando su destrucción.
Sin
embargo el juicio no es nuestra misión, sino la alerta. Porque el juicio está
en manos del Señor a su debido tiempo.
Dejadlos crecer juntos hasta la siega y, cuando llegue la
siega, diré a los segadores: 'Arrancad primero la cizaña y atadla en gavillas
para quemarla, y el trigo almacenadlo en mi granero
Sin
embargo el crecimiento de la cizaña es imparable.
La
esperanza es que tiene su hora para ser eliminada.
Sólo
podemos discernirla mientras llega esa hora, para que no malogre el trigo.
La
discusión y debate entre los que disciernen lo que es o no cizaña puede llegar
hasta la división y la formación de partidos o bandos.
En la
historia de las iglesias y agrupaciones religiosas es común la discrepancia
entre los asociados y miembros hasta llegar a la intolerancia y el cisma.
Por eso
una voz que asuma el carisma de autoridad es importante para ofrecer un punto
de referencia y orientación, para guiarse y mantenerse unidos en la misión del
discernir en el reino de Dios.
Es
importante desarrollar y mantener la capacidad autocrítica para no caer en el
dogmatismo, que paradójicamente niega libertad después de haber exigido
libertad de expresión.
https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1550805018709823489?s=20&t=MFc-j-jBy1PsK66aVp5yaA