[55] SEGUNDO EXERCICIO ES MEDITACION DE LOS PECADOS, Y CONTIENE EN SI,
DESPUES DE LA ORACION PREPARATORIA Y DOS PREAMBULOS, CINCO PUNCTOS Y UN
COLOQUIO.
Oración. oración preparatoria sea la misma.
1º preámbulo. El primer preámbulo será la misma composición.
2º preámbulo. El 2 es, demandar lo que quiero: será aquí pedir crescido
y intenso dolor y lágrimas de mis pecados.
[56] 1º puncto. El primer puncto
es el processo de los pecados, es a saber, traer a la memoria todos los pecados
de la vida, mirando de año en año o de tiempo en tiempo; para lo qual
aprovechan tres cosas: la primera, mirar el lugar y la casa adonde he habitado;
la segunda, la conversación que he tenido con otros; la tercera, el officio en
que he vivido.
[57] 2º puncto. El segundo: ponderar los pecados, mirando la fealdad y
la malicia que cada pecado mortal cometido tiene en sí, dado que no fuese
vedado.
[58] 3º puncto. El tercero, mirar quién soy yo, diminuyéndome por
exemplos: primero, quánto soy yo en comparación de todos los hombres; 2º, qué
cosa son los hombres en comparación de todos los ángeles y sanctos del paraíso;
3º, mirar qué cosa es todo lo criado en comparación de Dios: pues yo solo ¿qué
puedo ser?; 4º, mirar toda mi corrupción y fealdad corpórea; 5º, mirarme como
una llaga y postema, de donde han salido tantos pecados y tantas maldades y
ponzoña tan turpíssima.
[59] 4º puncto. El quarto: considerar quién es Dios, contra quien he
pecado, según sus atributos, comparándolos a sus contrarios en mí: su sapiencia
a mi inorancia, su omnipotencia a mi flaqueza, su justicia a mi iniquidad, su
bondad a mi malicia.
[60] 5º puncto. El quinto: esclamación admirative con crescido afecto,
discurriendo por todas las criaturas, cómo me han dexado en vida y conservado
en ella; los ángeles, como sean cuchillo de la justicia divina, cómo me han
suffrido y guardado y rogado por mí; los santos cómo han sido en interceder y
rogar por mí; y los cielos, sol, luna, estrellas, y elementos, fructos, aves,
peces, y animales; y la tierra cómo no se a abierto para sorberme, criando
nuevos infiernos para siempre penar en ellos.
[61] Coloquio. Acabar con un coloquio de misericordia, razonando y dando
gracias a Dios nuestro Señor porque me a dado vida hasta agora, proponiendo
enmienda con su gracia para adelante. Pater noster.
REFLEXIÓN
[55]
[56] [57] [58] [59] [60] [61] Para hablar en
términos hodiernos se trata de un ejercicio de sensibilización del sentido de
pecado. Hay que reconocer que hemos salido de una época católica de exceso de
culpabilización y obsesión sobre la pecaminosidad del mundo. Con el Vaticano II
fundamentalmente se ha ido aligerando y liberando ese sentido, hacia una
mentalidad de vida más constructiva y positiva. Ahora el extremo puede ser, y
de hecho está siendo, que no hay pecado, que nada es pecado. Hay que reconocer
que en la era de la imagen, afectarnos por un concepto no nos conmueve mucho.
Hay que trabajar en las imágenes que nos trae la realidad circundante, próxima
y remota, sobre el daño, el perjuicio, el sufrimiento, las iniquidades que los
seres humanos nos infligimos unos a otros, voluntaria o involuntariamente,
activamente, pasivamente o por omisión y cobardía. Hemos de acudir al don de
Dios para que su intervención oportuna nos abra a este sentido del mal que
producimos siquiera en potencia, o desde el fondo de nosotros mismos. El
coloquio o diálogo, a fe viva nos puede dar una idea si tal sentido de pecado
ha hecho mella en nuestra conciencia.