REGLAS-2ªSEMANA
[328] REGLAS PARA EL MISMO EFECTO
CON MAYOR DISCRECION DE SPIRITUS, Y CONDUCEN MAS PARA LA SEGUNDA SEMANA.
REFLEXIÓN
[328]La mayor discreción o discernimiento se refiere
a una etapa abierta, hacia el futuro, para vivir con mayor disponibilidad y
finura las mociones espirituales, mediante los cuales nos orientamos a la
obediencia de fe en la voluntad de Dios, por el compromiso que hemos asumido en
el peregrinaje evangélico. Es la etapa de la paloma prudente y la serpiente
astuta, del sembrado de trigo, maíz o lo que sea, donde también crece la
cizaña.
[329] 1ª regla. La primera: proprio
es de Dios y de sus ángeles en sus mociones dar verdadera alegría y gozo
spiritual, quitando toda tristeza y turbación, que el enemigo induce; del qual
es proprio militar contra la tal alegría y consolación spiritual, trayendo
razones aparentes, sotilezas y assiduas falacias.
REFLEXIÓN
[329Lo propio de cada agente espiritual bueno o
malo, está en contraposición. Del buen espíritu verdadera alegría y gozo
espiritual. Del malo, militar, guerrear, contra ese buen estado espiritual con
lo que es propio: falsas razones, sutiles y constantes. Habrá momentos
especiales, pruebas, que acosen y atenacen para quitar, del todo el gozo. De
manera que la vigilancia y el autoconocimiento de las estrategias, previamente
colaboran en evitar entrar en el terreno donde se pierde esa consolación.
[330] 2ª regla. La segunda: sólo es
de Dios nuestro Señor dar consolación a la ánima sin causa precedente; porque
es propio del Criador entrar, salir, hacer moción en ella, trayéndola toda en
amor de la su divina majestad. Digo sin causa, sin ningún previo sentimiento o
conoscimiento de algún obiecto, por el qual venga la tal consolación mediante
sus actos de entendimiento y voluntad.
REFLEXIÓN
[330] Es propio y exclusivo del Señorío de Dios
mover gratuitamente, sorpresivamente, regaladamente. No obstante, dada la
complejidad de nuestra psiquis, no se puede asegurar definitivamente que
procesos inconscientes afloren mociones, de las que no se tiene noticia
consciente. Aun así, no se puede en este caso hablar de voluntad próxima e
inmediata. Podemos, en el caso de los sueños, inducir algún material desde la
vigilia, pero no adueñarnos y determinar que soñaremos, con exactitud.
[331] 3ª regla. La tercera: con
causa puede consolar al ánima así el buen ángel como el malo, por contrarios
fines: el buen ángel, por provecho del ánima, para que cresca y suba de bien en
mejor; y el mal ángel para el contrario, y adelante para traerla a su dañada
intención y malicia.
REFLEXIÓN
[331] Se perfecciona la consolación del que va de
bien en mejor, atendiendo el fin hacia el que conduce, si bueno del buen
espíritu, si malo, del malo.
[332] 4ª regla. La quarta: proprio
es del ángel malo, que se forma sub angelo lucis, entrar con la ánima devota, y
salir consigo; es a saber, traer pensamientos buenos y sanctos conforme a la
tal ánima justa, y después, poco a poco, procura de salirse trayendo a la ánima
a sus engaños cubiertos y perversas intenciones.
REFLEXIÓN
[332] La estrategia pastoral paulina de hacerse
todo a todos, para llevar a Cristo, puede ser vista para contrarios fines,
desde la dinámica del mal espíritu, en cuyo caso estamos en presencia de la
apariencia de Ángel de Luz. Como en una manifestación pacífica se pueden
infiltrar elementos revoltosos, para desacreditar la misma. Es una estrategia
al tipo del caballo de Troya.
[333] 5ª regla. La quinta: debemos mucho advertir el
discurso de los pensamientos; y si el principio, medio y fin es todo bueno,
inclinado a todo bien, señal es de buen ángel; mas si en el discurso de los
pensamientos que trae, acaba en alguna cosa mala o distrativa, o menos buena
que la que el ánima antes tenía propuesta de hacer, o la enflaquece o inquieta
o conturba a la ánima, quitándola su paz, tranquilidad y quietud que antes
tenía, clara señal es proceder de mal spíritu, enemigo de nuestro provecho y
salud eterna.
REFLEXIÓN
[333]El aporte del buen espíritu es para hacer lo bueno, el bien,
lo apostólico. Entre la toma de decisión, la planeación, los insumos, las
estrategias, el equipo humano de colaboradores, debe haber una sinergia, por la
que todo fluye bien y acaba bien. Cualquier menos en lo que se busca o en quien
lo busca, es mala señal, de una presencia indeseable. Cantidad de buenas obras
iniciales abortan, se desvían, o dañan, por la ausencia de un control de
calidad espiritual. Incluso en obras que se han institucionalizado y parece que
caminan solas, se requiere la revisión cada tanto, para asegurarse que el buen
espíritu se mantiene.
[334] 6ª regla. La sexta: quando el enemigo de natura
humana fuere sentido y conoscido de su cola serpentina y mal fin a que induce,
aprovecha a la persona que fue dél tentada, mirar luego en el discurso de los
buenos pensamientos que le truxo, y el principio dellos, y cómo poco a poco
procuró hacerla descendir de la suavidad y gozo spiritual en que estaba, hasta
traerla a su intención depravada; para que con la tal experiencia conoscida y
notada, se guarde para adelante de sus acostumbrados engaños.
REFLEXIÓN
[334] No es posible, antes debemos contar con los errores que cometemos y
cometeremos por un tentador que asiduamente me hace engañarme en mis buenas
intenciones. Esta experiencia de errores pasados ayuda a crecer en la sabiduría
y humildad, de quien sabe que su vulnerabilidad le hace falible y en peligro
próximo de buscarse a sí mismo, no a Dios y su voluntad.
[335] 7ª regla. La septima: en los
que proceden de bien en mejor, el buen ángel toca a la tal ánima dulce, leve y
suavemente, como gota de agua que entra en una esponja; y el malo toca
agudamente y con sonido y inquietud, como quando la gota de agua cae sobre la
piedra; y a los que proceden de mal en peor, tocan los sobredichos spíritus
contrario modo; cuya causa es la disposición del ánima ser a los dichos ángeles
contraria o símile; porque quando es contraria, entran con estrépito y con
sentidos, perceptiblemente; y quando es símile, entra con silencio como en
propia casa a puerta abierta.
REFLEXIÓN
[335] Las expectativas que se
acomodan a la disposición usual de hacer la voluntad de Dios, se nutren de
mociones sutiles, toques quizás, sin rigideces ni jactancias. Todo lo contrario
de quien no vive en ese estilo, cuya presencia se hace sentir con ruido, en
desacuerdo con el estilo que se ha estado llevando. Una presencia que se impone
con cierta violencia, para poder entrar.
[336] 8ª regla. La octava: quando la consolación es sin
causa, dado que en ella no haya engaño por ser de solo Dios nuestro Señor, como
está dicho, pero la persona spiritual, a quien Dios da la tal consolación,
debe, con mucha vigilancia y attención, mirar y discernir el propio tiempo de
la tal actual consolación, del siguiente en que la ánima queda caliente, y
favorescida con el favor y reliquias de la consolación passada; porque muchas
veces en este segundo tiempo por su propio discurso de habitúdines y
consequencias de los conceptos y juicios, o por el buen espíritu o por el malo
forma diversos propósitos y paresceres, que no son dados inmediatamente de Dios
nuestro Señor; y por tanto han menester ser mucho bien examinados, antes que se
les dé entero crédito ni que se pongan en efecto.
REFLEXIÓN
[336] Un amante satisfecho y feliz, después de
haber estado con la amada en un encuentro íntimo, es menos sensible y alerta a
la información más personal que pueda transmitir. Es así como muchos espías
profesionales han sonsacado información valiosa a lo largo de los tiempos.
Herodes ante la danza de Salomé se comprometió por el efecto de la emoción más
allá de lo que hubiera querido, para decapitar a Juan Bautista, a quien
supuestamente gustaba escuchar. El calor del encuentro con Dios, sin causa
precedente es irreprochable, pero la psique contagiada de tal hervor, puede ser
infiltrada por productos que no son de Dios precisamente.