miércoles, 16 de noviembre de 2022

PALABRA COMENTADA

 

Miércoles 33 de tiempo ordinario

Año Par

Apocalipsis 4, 1-11



REFLEXIÓN

vi en el cielo una puerta abierta

la voz con timbre de trompeta que oí al principio me estaba diciendo

Las formas de comunicación por parte de la Palabra se están dando simultáneamente: visión y audición. Es la revelación completa y plena.

"Sube aquí, y te mostraré lo que tiene que suceder después."

Plena porque abarca toda dimensión y conocimiento vital que la humanidad espera: el fin, la consumación, el sentido de todo, un interlocutor propicio para siempre.

había un trono y uno sentado en el trono

El que estaba sentado en el trono brillaba como jaspe y granate, y alrededor del trono había un halo que brillaba como una esmeralda.

Interlocutor poderoso y glorioso, porque se compara con el máximo símbolo de poder humano: el trono; y con el símbolo de la máxima gloria y belleza: la piedra preciosa.

había otros veinticuatro tronos

veinticuatro ancianos con ropajes blancos y coronas de oro en la cabeza

Un poder compartido y delegado en una plenitud (12x2=24) de sabios y justos.

El poder del magnífico interlocutor que domina el tiempo se ejerce a través de gente fiel, leal y santa.

En el centro, alrededor del trono, había cuatro seres vivientes cubiertos de ojos por delante y por detrás: El primero se parecía a un león, el segundo a un novillo, el tercero tenía cara de hombre y el cuarto parecía un águila en vuelo. Los cuatro seres vivientes, cada uno con seis alas, estaban cubiertos de ojos por fuera y por dentro. Día y noche cantan sin pausa:

Convergen en simbología mitológica, probablemente caldea, aprendida en el exilio, los seres descritos por Isaías y Ezequiel

"Santo, Santo, Santo es el Señor, soberano de todo: el que era y es y viene."

Para proclamar en aclamación eterna que nos encontramos en el cenit del poder de Dios en una cercanía inimaginable y sin caer muertos por su gloria.

La plenitud de poder es una fuente de vida que se participa en todo viviente.

"Eres digno, Señor, Dios nuestro, de recibir la gloria, el honor y el poder, porque tú has creado el universo; porque por tu voluntad lo que no existía fue creado."

Frente a la teodicea griega y cualquier otra, por fascinante que parezcan, aquí se plantea una divinidad que desborda la razón y merece adoración.

La Palabra ubica nuestra contemplación de fe de cara al Principio y fin de todo. Alguien cuya gloria se va develando en lo que acontece.

Salmo responsorial: 150



REFLEXIÓN

Alabad al Señor

Todo ser que alienta / alabe al Señor

Una lectura del universo en clave de creación para la fe.

La ciencia en su autonomía tiene oportunidades de asomarse a la realidad investigada para reconocerla como creación de un Autor de la vida.

Pero hay que aceptar que tal paso no se da forzando el acatamiento sino persuadiendo por ágape.

Lucas 19,11-28



REFLEXIÓN

pensaban que el Reino de Dios iba a despuntar de un momento a otro

Es la expectativa que se ha creado alrededor de Jesús, quien sintió los anhelos y ansiedades de la gente que aspiraba a la liberación, sanación, perdón inmediatos, sin retardos, casi mágicamente.

Esta expectativa podía corresponder a la del pronto retorno de Jesús en gloria, posterior a la experiencia de fe en la resurrección y ascensión de Jesús de Nazareth.

Un hombre noble se marchó a un país lejano para conseguirse el título de rey

Sus conciudadanos, que le aborrecían, enviaron tras él una embajada para informar

Interesante crítica que parece atribuirse a uno de los hijos de Herodes el Grande, que buscó en Roma que el Emperador lo nombrara rey.

Un título que se aparecía comprado por el ocupante imperio, y no por dinastía local.

En todo caso ese reino del que se rumora, no puede ser esta caricatura de reino, como el de Herodes, que ni rey es y encima es cruel y sanguinario con los que se le oponen.

No se trata de este reinado, de cálculo político y ambición de poder.

Aquí termina la parábola original a la que se le adjuntó la problemática del título comprado de rey y su oposición y el fin de ella.

"Negociad(pragmateuomai:comerciar, intercambiar con animo de ganancia) mientras vuelvo".

como has sido fiel en una minucia, tendrás autoridad sobre diez ciudades

"Por tu boca te condeno, empleado holgazán

'Al que tiene se le dará, pero al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene.'

 Por su diligencia y capacidad de negociar.

Bancos e intereses existen ya. También la condena a la usura.

En la parábola se inclina más al inversión que a los intereses del banco, que se acepta como última opción.

Parecería recomendar la negociación a través de los dones que Dios nos ha entregado.

Todavía falta por hacer en este mundo, parece decir.

Parece usar el contexto del nombramiento de un hijo de Herodes el Grande como rey de una región, donde es repudiado y de una conspiración en su contra ante el Emperador romano.

Y el resultado de tal conspiración, que fue abortada, es la muerte de los conspiradores.

La diligencia en negociar no mira a la posible ilegitimidad del futuro rey sino a la laboriosidad del reino de Dios, no importa en qué contexto.

Aun en medio del régimen de Imperio es posible hacer riquezas y mostrarse cuidadoso de lo mínimo, en la dimensión de fe.

Es posible una existencia meritoria en un contexto de poderes en disputa, sin necesariamente tomar partido, o dejarse corromper por ellos.

Hoy como ayer, no se tolera no tomar partido frente al poder cuestionado de legitimidad.

Hay un enfoque diverso, aun entre creyentes, que considera que no es posible hacer una vida meritoria, sin modificar el contexto político y estructural.

Una es la expectativa popular por la inmediatez del fin feliz.

Jesús sin dar pista del cuándo, se enfoca a la misión actual, que está en nuestras manos.

La aspiración a la plenitud del Reino de Dios y la consumación del designio, no debe opacar la tarea histórica que nos llama: negociar.

En sentido amplio es ocuparse del crecimiento de la ganancia en todo lo que hacemos. Sin reducir la ganancia a riqueza material. Sin reducir el éxito a la fama, el poder y la riqueza: el estatus.

Los creyentes esperamos la plenitud, pero sin descuidar que debemos crecer en sentido histórico, y ser más: personal y socialmente.

Es una visión optimista y constructiva de la vida compartida fraternalmente y en sororidad.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1592836404941578240?s=20&t=9jz8LDq074RGxYFG7xKZPA

DOCTORES DE LA IGLESIA

 


Miércoles, XXXIII semana

San Agustín Sermón 21,1-4

El justo se alegra con el Señor, espera en él, y se felicitan los rectos de corazón. Esto es lo que hemos cantado con la boca y el corazón. Tales son las palabras que dirige a Dios la mente y la lengua del cristiano: El justo se alegra, no con el mundo, sino con el Señor. Amanece la luz para el justo –dice otro salmo–, y la alegría para los rectos de corazón. Te preguntarás el porqué de esta alegría. En un salmo oyes: El justo se alegra con el Señor, y en otro: Sea el Señor tu delicia, y él te dará lo que pide tu corazón. ¿Qué se nos quiere inculcar? ¿Qué se nos da? ¿Qué se nos manda? ¿Qué se nos otorga? Que nos alegremos con el Señor. ¿Quién puede alegrarse con algo que no ve? ¿O es que acaso vemos al Señor? Esto es aún sólo una promesa. Porque, mientras sea el cuerpo nuestro domicilio, estamos desterrados lejos del Señor. Caminamos sin verlo, guiados por la fe. Guiados por la fe, no por la clara visión. ¿Cuándo llegaremos a la clara visión? Cuando se cumpla lo que dice Juan: Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es. Entonces será la alegría plena y perfecta, entonces el gozo completo, cuando ya no tendremos por alimento la leche de la esperanza, sino el manjar sólido de la posesión. Con todo, también ahora, antes de que esta posesión llegue a nosotros, antes de que nosotros lleguemos a esta posesión, podemos alegrarnos ya con el Señor. Pues no es poca la alegría de la esperanza, que ha de convertirse luego en posesión. Ahora amamos en esperanza. Por esto, dice el salmo que el justo se alegra con el Señor. Y añade, en seguida, porque no posee aún la clara visión: y espera en él. Sin embargo, poseemos ya desde ahora las primicias del Espíritu, que son como un acercamiento a aquel a quien amamos, como una previa gustación, aunque tenue, de lo que más tarde hemos de comer y beber ávidamente

REFLEXIÓN

Amar el pecado, es como amar el desvío, el extravío, la nada. Amar el pecado, es amar el no amor: amar el odio, la venganza, el crimen, el abandono que perjudica, la ausencia de solidaridad, la infidelidad, el placer que envilece y nos daña y a otros. Es amar la destrucción del bien de todos, la enemistad, la conspiración para la corrupción. Es amar no amar, en nombre del amor.