Viernes
33 de tiempo ordinario
Año Par
Apocalipsis 10, 8-11
REFLEXIÓN
"Cógelo y cómetelo; al paladar será dulce como la miel,
pero en el estómago sentirás ardor."
En
Ezequiel 2,7ss encontramos un pasaje similar. También ese profeta muestra en
sus escritos el género apocalíptico.
Se
puede referir a la voz de la Palabra en todo tiempo, que la asimila y la hace
suya como alimento constante y en eso es como la miel, pero sus efectos
posteriores son de amargura por la sordera y dureza de corazón de los oyentes,
que no se convierten.
Todo
aquel que habla en nombre de valores necesarios para la convivencia humana es
como un predicador que ha asimilado un mensaje útil al bien común y que se
preocupa en cultivarlo. Pero la experiencia muestra que luchar por valores trae
amarguras, frustraciones y decepciones porque el egoísmo individualista parece
más fuerte.
"Tienes que profetizar todavía contra muchos pueblos,
naciones, lenguas y reyes."
Qué
haríamos si no se mantuviera vigente un liderazgo comprometido con los valores
propios del bien común, que arrostrara la reacción adversa del contumaz?
Salmo responsorial: 118
REFLEXIÓN
¡Qué dulce al paladar tu promesa: / más que miel en la boca!
Los
maestros de la vida espiritual que nos han precedido dan fe de esta frase del
salmo. Se han dedicado de por vida a paladear la Palabra y mostrar su
aplicación a las mil circunstancias y peripecias de la existencia.
Sólo
en contados momentos nos dejan asomarnos al calvario que significa mantenerse
en la brecha confrontando la rebeldía en su auditorio.
Qué
irrita tanto al humano sino el cercenar su libertad o lo que asume es su
derecho a ser libre?
Por
la historia una y otra vez probada contemplamos esa llama ardiente que no se
doblega y persiste: libertad.
Lucas
19, 45-48
REFLEXIÓN
En aquel tiempo, entró Jesús en
el templo y se puso a echar a los vendedores, diciéndoles: "Escrito está:
"Mi casa es casa de oración"; pero vosotros la habéis convertido en
una "cueva de bandidos"
En consonancia con lo que se ha indicado sobre
la distorsión de las fiestas de origen religioso.
Para Jesús es abominable que nosotros
hagamos lo contrario de lo que nos envanecemos y gloriamos: construimos un
templo que es espacio de oración, pero lo profanamos dedicando el espacio al
flujo comercial, con intención de acumular riqueza a costa de la vulnerabilidad
del pobre.
Jesús
plantea constantemente la postura que combate las mixtificaciones y las
adulteraciones.
Purifica
como juicio y fuego lo que se oxida, y corrompe. Para bien.
Somos
depredadores también, y volvemos despojos lo que era algo vivo.
Nuestra
oración puede convertirse en acción de bandidos.
No
garantiza por sí sola nuestra conversión.
Puede
ser incongruente e inconsistente en la vida.
Puede
velar la injusticia.
intentaban quitarlo de en medio;
pero se dieron cuenta de que no podían hacer nada, porque el pueblo entero
estaba pendiente de sus labios.
Muestra
Jesús una profecía, voz de Dios, con un matiz diferente: habla lo que el pueblo
siente.
El
pueblo vulnerable, que no tiene posibilidades de defensa, no obstante los
cauces institucionales.
Jesús
encarna un paradigma de justicia de vulnerables y suscita la odiosidad de la
iniquidad del poderoso.
No
era el pueblo que lo escuchaba y defendía el que estuvo como turba gritando su
muerte.
Aquello
sucedió de noche cuando no se podía defenderlo, cuando era presa fácil.
Como
muchos otros después, que no han sido defendidos por armas, sino por la acogida
a las palabras del Espíritu.
Serán
protegidos y defendidos, hasta que otro más poderoso y fuerte los arrebate.
"Escrito está: "Mi casa es casa de oración";
pero vosotros la habéis convertido en una "cueva de bandidos"".
convertían un negocio legítimo en fuente de abusos(nota de la Biblia
de Estudio de las Sociedades Bíblicas)
Jer7.11 Una cueva de ladrones: Con esta imagen poética
se condena la falsa seguridad que infundía en el pueblo la presencia material
del templo de Jerusalén. Tal como los ladrones, una vez cometidos sus delitos,
Se refugian en una caverna y allí se sienten seguros, así también los
israelitas se sentían protegidos por el santuario, a pesar de sus crímenes y
malas acciones(Nota de allí mismo)
Un
pasaje gustado como munición argumentativa por los activistas del cambio
social. Y con razón, en parte.
Según
algunos aquí se encuentra la posición política de Jesús en su más prístina
presentación: Socialismo vs. Capitalismo. No a la reforma, sí a la revolución.
Según
eso lo que Jesús pretende en la palabras y hechos que le adjudican los cuatro
evangelistas, es demoler un sistema, una estructura de acumulación de riquezas,
que oprime al pueblo humilde.
Según
otros, se busca depurar el abuso de una actividad legítima porque se ejercía en
el exterior del templo y no lo profanaba técnicamente hablando.
Quizás
lo nuclear está en las palabras que cita Jesús de Jeremías7,11. Jesús aboga por
una experiencia de Dios sincera, sin doblez ni hipocresía.
Desnuda
la pretensión se utilizar la invocación del Dios Padre en provecho propio,
opacando su verdadera función.
El
templo, el culto, que tienen un lugar prioritario en la promoción de la
divinidad en Israel o en cualquier pueblo, se presta a engañar en beneficio de
unos manipuladores, y de todo el que esconde en esa sacralidad su corrupción.
Es
el peor de los ateísmos el que brota de los teísmos. Son imágenes de dioses que
llevan en sí la semilla de la distorsión.
Jesús
nos provoca, para no seguir buscando en lo santo excusa para la impunidad de
nuestros crímenes.
Y
esto se aplica para todo el que en nombre de un valor relevante en la sociedad
se conduzca con impunidad.
De
nada sirve cambiar de estructuras si persiste la actitud de impunidad en nombre
de los ideales.
https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1593566124943319040?s=20&t=hJ6blGiEHJWEt_XnSWoc0A