La Sagrada Familia
Eclesiástico
3, 2-6. 12-14
REFLEXIÓN
Dios hace al padre más responsable que a los
hijos y afirma la autoridad de la madre sobre su prole.
Padre, madre y
autoridad tiene a Dios como fuente.
La tradición de
autoridad, que hoy hace crisis, ha tenido este principio del origen divino como
patente de corso-con frecuencia- para legitimar abusos a la persona.
Esta crisis nos
podría ayudar, si leemos las señales de los tiempos, a cambiar el sentido del
origen divino de la autoridad, si nos abrimos a la revelación del Padre que nos
confió Jesús. Un Padre que entregó a su hijo por amor a nosotros.Y un hijo que
por amor al Padre y a nosotros se encarnó para salvar la creación.
Toda autoridad
está obligada a reflejar este modo de servir por amor. Solo esta clase de
autoridad se hace creíble hasta el final, con estabilidad saludable.
Por eso el pastor
es una imagen expresiva, en su celo por todos, y en particular por los más
débiles, para cuidar, preservar, salvar.
El que honra a su padre expía sus pecados, el
que respeta a su madre acumula tesoros
Honrar la
autoridad paterna y materna es hoy un valor crítico, por la relativización de
los jóvenes que no quieren frenos en su experimentar, y por la incapacidad de
los padres que no fundamentaron su autoridad en el ejemplo.
el que respeta a su padre tendrá larga vida,
al que honra a su madre el Señor lo escucha.
El tema del cuarto mandamiento: honrarás a tu padre y a tu
madre, es el que nos trae esta primera Palabra.
Aunque el libro del que procede, el Sirácida o Eclesiástico,
es tenido por católicos como inspirado y por los judíos y protestantes como no
tanto, toca temas que están relacionados con otras partes de la Escritura en
las que se acepta la inspiración.
Entonces podemos decir que un libro no tan inspirado trata
temas inspirados. En este caso el relacionado con el cuarto mandamiento de la
ley de Dios.
En nuestro tiempo no hay tanta veneración por este tema,
aunque existen personas creyentes o no, que saben honrar sus padres y madres.
Porque nuestra cultura laica y secular, aficionada a la
validación que hace el complejo de Edipo del antagonismo con el padre, practica
menos esa veneración.
Es otra de las acciones de contracultura a la que estamos
llamados los creyentes de la Palabra.
Salmo responsorial: 127,
1-2. 3. 4-5
REFLEXIÓN
Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos.
Comerás del fruto de tu trabajo, serás dichoso, te irá bien. R.
Hay un temor que
se lleva con el amor. Es el propio del cuarto mandamiento.
Que se aprende.
Ahí influirá poderosamente en el temor amoroso a Dios.
Tu mujer,
como parra fecunda, en medio de tu casa; tus hijos, como renuevos de olivo,
alrededor de tu mesa. R.
Se
comprueba día a día, pero sobretodo resplandece en ciertas celebraciones: la
felicidad a la que aspira el ser humano en su peregrinaje, la saborea por
instantes en momentos de unión familiar.
Así como lamentablemente la discordia que aflora en reuniones
familiares, amarga la existencia.
Ésta es
la bendición del hombre que teme al Señor. Que el Señor te bendiga desde Sión,
que veas la prosperidad de Jerusalén todos los días de tu vida
Un sentido atractivo de bendición es cuando se dan estos
momentos de dicha familiar.
Se llega como a un oasis, después de una caminata por el
caluroso desierto.
Son muchas las familias actuales que toman estos pensamientos
como orientación de su vida común y como parámetros de bendición.
Cómo negar que en estos versos se condensa un estilo de vida
amigable, positivo, nutritivo y que apoya el crecimiento humano y la dignidad
de la persona?
Lo cual es posible aunque la familia no sea tradicional.
Colosenses 3, 12-21
REFLEXIÓN
vestíos de la misericordia entrañable, bondad,
humildad, dulzura, comprensión.
Se trata del amor en su plenitud humana, inclusivo de muchas
facetas que se proyectan positivas en los demás, para aportar dicha en sus
existencias.
No se trata de cohonestar las malas decisiones de otros, ni
justificarlas.
Más bien de amar a quienes pueden hacerlo, para que sientan
que no se les descalifica como personas, pero sí se censuran las malas acciones.
Sobrellevaos mutuamente y perdonaos, cuando
alguno tenga quejas contra otro. El Señor os ha perdonado: haced vosotros lo
mismo
La verdadera fraternidad, la del Reino de Dios, puede iniciar
en la familia, de cualquier tipo, si tiene Espíritu.
Y por encima de todo esto, el amor, que es el
ceñidor de la unidad consumada.
Esta palabra no tiene comentario, sino un silencio acogedor.
Mujeres,
vivid bajo la autoridad de vuestros maridos, como conviene en el Señor.
Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas.
Diremos hoy: hombres y mujeres, mujeres y hombres, vivan bajo
la autoridad mutua de sus consortes, compañeros, parejas.
Pero que aparezca alguna autoridad, reflejo del Padre.
Hijos,
obedeced a vuestros padres en todo, que eso le gusta al Señor. Padres, no
exasperéis a vuestros hijos, no sea que pierdan los ánimos.
Cómo elaborar positiva y prácticamente estas sugerencias de
la Palabra de manera que trasciendan las resistencias y rebeldías actuales?
O hay que desecharlas todas por impracticables en nuestra
cultura?
Si así fuera no estaríamos abocados a un caos en vez de la
comunión?
Mateo 2,13-15.19-23
REFLEXIÓN
José se levantó, cogió al niño y a su madre,
de noche, se fue a Egipto y se quedó hasta la muerte de Herodes
Dice Saramago en su novela sobre Jesucristo, que José actuó
en forma insolidaria, porque se preocupó de su hijo, pero no avisó a los otros
cuando supo que habría matanza.
Siempre es posible inducir a la sospecha de ocultamente mal
obrar en todo lo que se haga. Es el pensamiento dialéctico que se practica en
todo lo que tiene que ver con lo tradicional, oficial o la versión de la autoridad.
Es la mentalidad de conspiración perpetua, de sospecha constante.
El efecto es que nada queda en pie. Y no hay edificación
posible.
ya han muerto los que atentaban contra la vida
del niño
Jesús y su familia son un paradigma para los asilados y
migrantes que por razones de violencia han tenido que huir para conservar la
vida, pero hacia una vida incierta y más empobrecida.
En ellos interviene el tiempo para madurar circunstancias más
propicias.
Esta maduración es la que se asume con visión de fe y
esperanza para superar la venganza, el resentimiento y el odio.
Y, avisado en sueños, se retiró a Galilea y se
estableció en un pueblo llamado Nazaret.
En esta versión Nazaret es también un refugio, lugar de
ocultamiento por razones políticas.
El poder de los Herodes sospechaba de una dinastía distinta a
la de ellos. Pero la de Jesús era otro tipo de poder.
La vida oculta así no sería sólo asunto íntimo y privado,
sino miedo a la persecución política. Anonimato de un exilio.
Hasta
que llegara y madurara un mejor tiempo para el mensaje de la buena nueva.
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