domingo, 12 de marzo de 2023

PALABRA COMENTADA

 

Domingo 3 de Cuaresma

Éxodo 17,3-7



REFLEXIÓN

el pueblo, torturado por la sed, murmuró contra Moisés

Si las hubiera, cerrarían calles para lograr agua. Modalidad actual de la protesta, para hacerse oír.

Y también para sensibilizar u obstaculizar a terceros. Unos lo entienden como solidaridad. Otros como interferencia indebida.

Una caos creciente en las urbes que patentiza los contrastes entre progreso y carencias básicas.

¿Nos has hecho salir de Egipto para hacernos morir de sed a nosotros, a nuestros hijos y a nuestros ganados

La teoría de la conspiración no se inventó ahora. La suspicacia y hostilidad hacia el líder, que representa la autoridad, viene de muy atrás.

¿Qué puedo hacer con este pueblo? Poco falta para que me apedreen

Y un líder como Moisés sólo podía salir adelante con un sentido de misión divina, para no renunciar y abandonar toda responsabilidad.

vete, que allí estaré yo ante ti

Pero también el líder con sentido de misión debe confiar en la asistencia de quien lo llamó. E insistir y persistir.

Moisés lo hizo así a la vista de los ancianos de Israel

Y debe formar otros líderes, como Jesús a sus discípulos, en el modelo que él aprendió, no en la rebeldía e inconformidad de la masa.

El servicio apostólico como autoridad se aprende con mucha humildad pero se mantiene con firmeza y confianza en el Señor.

La firmeza no sería un acto ni actitud de prepotencia y afirmación egocéntrica. Pero tampoco es un acto de debilidad y miedo a la presión, que se erosiona por la falta de popularidad.

Salmo responsorial: 94



REFLEXIÓN

entremos a su presencia dándole gracias

Lo que contrasta con la exaltación de la masa que no confía, porque le faltó agua.

el rebaño que él guía

Necesitamos fortalecer nuestra confianza en la guía del Señor, cada día, y alejarnos de la desconfianza que se da cuando sentimos un retraso de su presencia.

No endurezcáis el corazón como en Meribá, / como el día de Masá en el desierto; / cuando vuestros padres me pusieron a prueba / y me tentaron, aunque habían visto mis obras

Si hemos visto sus obras y están presentes en nuestra memoria, no tiene sentido alzarse en duda respecto a su intervención.

Sólo que nuestra memoria es frágil y emotiva, y el acusador es sedicioso.

Romanos 5, 1-2.5-8



REFLEXIÓN

Ya que hemos recibido la justificación por la fe, estamos en paz con Dios, por medio de nuestro Señor Jesucristo

Esta es nuestra memoria, nuestra eucaristía, nuestra acción de gracias. La convicción de fe que nos debe acompañar en nuestro itinerario.La que aporta la paz fundamental.

todavía estábamos sin fuerza

La evaluación del ex – fariseo Pablo sobre el régimen anterior, es que si se dio revelación, no había suficiente fuerza.En la esperanza actual está una fuerza nueva:el Espíritu Santo.

Es el mensaje de los profetas que veían en el futuro un horizonte de espíritu para todos, que los impeliera al conocimiento propio de Dios.

siendo nosotros todavía pecadores, murió por nosotros

Una muestra de amor distinto y peculiar: morir por pecadores para salvarlos.

Juan 4,5-42



REFLEXIÓN

La samaritana le dice: "¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana?

Se muestra un Jesús que traspone límites culturales y teológicos.

El pueblo de la salvación ha venido a ser el judío, y así lo confirma Jesús.

No obstante alguien fuera de ese pueblo puede dar de beber al sediento, un gesto que no quedará sin recompensa, porque se le da la mismo Jesús. Cualquiera lo puede hacer. Está al alcance de todo el que quiera abrir sus entrañas a la necesidad del que se aproxima.

Señor, si no tienes cubo, y el pozo es hondo, ¿de dónde sacas el agua viva?;

Es la dificultad de ver con otra mirada el fondo de las cosas y encontrar a Jesús, a quien se da de beber en este transeúnte.

el que beba del agua que yo le daré nunca más tendrá sed: el agua que yo le daré se convertirá dentro de él en un surtidor de agua que salta hasta la vida eterna

La experiencia del encuentro con Jesús en la sed del sediento a quien se sirve agua, abre el acceso a una vivencia del Señor que transforma de bebedor en surtidor hasta la vida que permanece para siempre.

Se entra en un servicio que permite una novedad: no tener sed sino ser siempre quien apaga la sed del necesitado.

"Señor, dame esa agua: así no tendré más sed, ni tendré que venir aquí a sacarla."

Se da paso a la conversión hacia el Jesús desconocido en el sediento y una nueva existencia al servicio de los sedientos.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1634887127551836161?s=20

DOCTORES DE LA IGLESIA

 



III domingo de Cuaresma
San Agustín Sobre el evangelio de San Juan trat. 15, 10-12. 16-17

Llega una mujer. Se trata aquí de una figura de la Iglesia, no santa aún, pero sí a punto de serlo; de esto, en efecto, habla nuestra lectura. La mujer llegó sin saber nada, encontró a Jesús, y él se puso a hablar con ella. Veamos cómo y por qué. Llega una mujer de Samaria a sacar agua. Los samaritanos, no tenían nada que ver con los judíos; no eran del pueblo elegido. Y esto ya significa algo: aquella mujer, que representaba a la Iglesia, era una extranjera, porque la Iglesia iba a ser constituida por gente extraña al pueblo de Israel.

REFLEXIÓN

En este pensamiento se destaca la nota de ser de fuera, de otra cultura y país. Y de la enemistad de pueblos: judío y no-judío. Nada se dice del sin sentido de la división secular entre samaritanos y judíos, norte y sur, Israel y Judá. Nada se dice sobre las raíces de la Iglesia, que se hunden en el suelo elegido. Del cual reciben al Señor Jesús. Es sin duda, un eco paulino, que no recoge sin embargo el matiz paulino, el pueblo elegido no dejó de serlo, sino que será Iglesia tras el reconocimiento de Jesús de Nazareth.

Pensemos, pues, que aquí se está hablando ya de nosotros: reconozcámonos en la mujer, y, como incluidos en ella, demos gracias a Dios. La mujer no era más que una figura, no era la realidad; sin embargo, ella sirvió de figura, y luego vino la realidad. Creyó efectivamente en aquél que quiso darnos en ella una figura.

REFLEXIÓN

El discurso de esta época, en los santos padres, abunda en la técnica de la prefiguración: la figura no es la realidad, pero la visibiliza, la anuncia, es su heraldo. Así no hay hecho o evento, que a unos ojos creyentes alumbrados de fe, no revista la magia del símbolo que adelanta un sentido constructivo para los creyentes.

Llega, pues, a sacar agua. Jesús le dice: Dame de beber. Sus discípulos se habían ido al pueblo a comprar comida. La samaritana le dice a Jesús: ¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí que soy samaritana? Porque los judíos no se tratan con los samaritanos. Ved cómo se trata aquí de extranjeros: los judíos no querían ni siquiera usar sus vasijas. Y como aquella mujer llevaba una vasija para sacar el agua, se asombró de que un judío le pidiera de beber, pues no acostumbraban a hacer esto los judíos. Pero aquel que le pedía de beber tenía sed, en realidad, de la fe de aquella mujer.

REFLEXIÓN

Hoy estamos en otro cielo histórico, en otro horizonte de significación, donde la mujer por sí es un símbolo de la indeseada opresión e injusticia, de las sociedades machistas y patriarcales. Y en el gesto de Jesús se mira a la luz de la fe también, la figura de la liberación femenina, del acercamiento a la mujer en su valor y dignidad, sin discriminación, sin pena de hablarle y pedirle a una mujer, en el contexto en el que esto es sospechoso de familiaridad indebida.

Fíjate en quién era aquél que le pedía de beber: Jesús le contestó: Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te pide de beber, le pedirías tú, y él te daría agua viva. Le pedía de beber y fue él mismo quien le prometió darle el agua. Se presenta como quien tiene indigencia, como quien espera algo, y le promete abundancia, como quien está dispuesto a dar hasta la saciedad. Si conocieras, dice, el don de Dios. El don de Dios es el Espíritu Santo.

REFLEXIÓN

Trasciende el significado más profundo en el sentido que aporta el texto evangélico, rescatado por el Santo Doctor: lo que Jesús pide implica una donación más bien. Pide agua, pero agua va a donar. La mejor, la que no se acaba, la que no se consigue en un pozo.

A pesar de que no habla aún claramente a la mujer, ya va penetrando, poco a poco, en su corazón y ya le está adoctrinando. ¿Podría encontrarse algo más suave y más bondadoso que esta exhortación ? Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te pide de beber, le pedirías tú, y él te daría agua viva. ¿De qué agua iba a darle, sino de aquella de la que está escrito: En ti está la fuente viva? Y ¿cómo podrán tener sed los que se nutren de lo sabroso de tu casa?. De manera que le estaba ofreciendo un manjar apetitoso y la saciedad del Espíritu Santo, pero ella no lo acababa de entender; y como no lo entendía, ¿qué respondió? La mujer le dice: «Señor, dame esa agua, así no tendré más sed, ni tendré que venir aquí a sacarla». Por una parte su indigencia la forzaba al trabajo, pero por otra, su debilidad rehuía el trabajo. Ojalá hubiera podido escuchar: Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Esto era precisamente lo que Jesús quería darle a entender, para que no se sintiera ya agobiada; pero la mujer aún no lo entendía.

REFLEXIÓN

Una sencilla catequesis que nace de la necesidad básica y primera: la sed. Para ir derivando, en un diálogo amistoso, a la más profunda de las necesidades: la sed de una realidad que no se extinga, y no cueste tanto conseguirla.Cuál será esta necesidad en nuestras vidas actuales? Habrá un diálogo que logre acercarse a la misma para inducirnos su encuentro?