Miércoles 2 de Pascua
Hechos 5,17-26
REFLEXIÓN
llenos de envidia
Esto
existe. Es una ingenuidad no contar con ello. Pero es un problema clarificar y calificar
algo o alguien en concreto, como una actuación envidiosa o llena de celo.
La
envidia es por la popularidad y aceptación de la gente, agradecida por el bien recibido
del mensaje y la sanación.
Mostraban
en Jesús resucitado un camino de felicidad posible.
En
JesuCristo hay una felicidad definitiva porque la vida transformada en gloria
que muestra, puede ser compartida, si morimos al pecado siguiendo sus pasos.
Con esa
meta por delante vivimos ahora muriendo y resurgiendo, encontrando pistas de la
vida nueva, cuya luz da visos en nuestra historia.
La
envidia que señala el texto se origina en la fama del nuevo grupo. Aunque la
casta dirigente no tuviera en crisis frente a su pueblo, un grupo querido por
la gente porque les hace bien, es un poder emergente, que amenaza su estatuto.
Jesús
enseñó a su grupo a no temer la competencia, porque lo que importa es el bien
común.
el ángel del Señor les abrió las puertas de la celda y los
sacó fuera
Puestos
en el camino del Señor, buscando y expresando su voluntad de salvación para
comunicarla a otros, suceden cosas negativas, que se convierten en positivas
por el acompañamiento que nos hace el Espíritu.
El ángel
puede ser toda circunstancia fortuita que favorece el camino de la vida
definitiva, emprendido en la historia.
También
otro ángel buscará –el de apariencia de luz- impedir, retrasar, sabotear ese
caminar hasta que logre desviarlo.
Toca
entonces orar y vigilar para no dejarse sorprender ni engañar.
Pero la
misión los protege y les abre puertas cuando otras se cierran.
La
misión es un modo de vida, una cultura, una ética propia.
“Id, y puestos de pie en el templo contad(laleo:decir,hablar) al pueblo todo lo referente(remata:palabras, mensaje) a esta vida
nueva.”
No se
les manda a inventar, embaucar, tejer fantasías. Se les manda a dar la cara en
lugar público, donde pueden ser confrontados o desmentidos.
Se les
da la misión de hablar sobre la vida que llevan, su vida normal, su cambio de
vida. A dar testimonio.
se los trajo, sin emplear la fuerza, por miedo a que el
pueblo los apedrease
Los de
Jesús, el crucificado, andan en medio de la gente dando testimonio.
Y la
gente los apoya, si considera su intervención favorable a sus intereses.
Pero
también la gente o algunos entre ellos, puede ser manipulados por los poderosos
para retirar respaldo a la misión, y dar a entender que tal testimonio no es
aceptable.
Porque
también la causa de la salvación del pueblo de Dios, puede ser traicionada por
elementos del propio pueblo.
El
pueblo tiene un sentido para la injusticia a flor de piel. Su respaldo es un
indicio del caminar acertado. Pero el pueblo también requiere vigilancia para
no dejarse comprar por el ángel de Luz.
Salmo responsorial: 33
REFLEXIÓN
que los humildes lo escuchen y se alegren.
Un
pueblo que espera del Señor como única solución verdadera, mira en la dirección
correcta.
Los que
nos están amparados en el poder ni actúan en su nombre, sino con una ética
diferente.
Yo consulté al Señor, y me respondió, / me libró de todas
mis ansias
Un
efecto de la sintonía con el Señor y su designio es la liberación de ansiedades
y temores, la paz que conlleva la paciencia en la espera.
El ángel del Señor acampa / en torno a sus fieles y los
protege
La
inmunidad que nos concede el Señor en el nombre de su Hijo no nos ahorra el
susto y el disgusto, sino más bien nos mantiene en pie, con suficiente energía
para dar la pelea y mantener la paz.
Juan 3,16-21
REFLEXIÓN
Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único
Tanto
amó, con amor de ágape, Dios al Mundo, dispuesto a la transformación hacia la
vida definitiva, que se entregó en su Hijo único.
Porque
la entrega del Hijo vino acompañada de la entrega del Padre, ya que juntos
estaban en este designio.
Si Él
ama y salva, quiénes somos para condenar.
El mundo
también es amable, porque en él conviven los que creen con los que no creen.
para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que
tengan vida eterna
Tener
vida eterna, como no alcanza uno a imaginar, y no es de imaginar, parece de
poco impacto en la vida corriente.
Pero si
escrutamos en nuestros anhelos constantes, el impulso por un algo o alguien
diferente, por una alternativa plena y satisfactoria sin medida ni límite,
podría ser-de seguro es- esa semilla que crece en nosotros y va hasta la vida
eterna.
Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para juzgar al mundo,
sino para que el mundo se salve por él.
Por lo
pronto, trabajar por los que creen o podrán creer hasta el final.
El
juicio definitivo está en manos de él.
Jesús es
un nombre para salvar, aun hasta la última de las ovejas, que se deje salvar.
Nada se
puede si la voluntad del candidato no acepta. En su negativa es respetable y su
juicio está en manos del Padre.
Cuando
podría esperarse una condenación al mundo por su rebeldía y contumacia frente a
los valores del reino, el Padre entrega a su hijo para salvar al empedernido,
al endurecido mundo.
Un
esfuerzo que debe llegar hasta el final.
El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está
juzgado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios
Es que
creer consiste en una apuesta arriesgada y valiente a favor de Alguien con
quien nos comprometemos hasta el tuétano.
Por sí
misma tal situación produce una definición existencial que se puede tomar por
un juicio, en el que nos ubicamos en una opción fundamental, que orienta toda
la vida hasta su consumación.
Se dirá
que esta es teología de Juan en su exclusivismo. Pero más bien es congruencia
con el designio.
El
juicio se da en la fe, en el creer, que equivale al compromiso personal de
fondo.
que la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron la
tiniebla a la luz, porque sus obras eran malas
Hay en
la mentalidad contemporánea un gran aprecio por el valor de la transparencia y la
verdad-escándalo para que todo se sepa y los misterios y secretos se descubran.
Ese
valor puede incluir un antivalor, un género de hipocresía refinada, otro modo
de falta de compromiso, que se contenta y regocija en que otros caigan para que
los propios intereses prosperen.
Porque
en todo bien se puede colar el anti-reino.
La obras
de la tiniebla son el juicio que se activa cuando se rechaza la luz.
Para no
seguir en la tiniebla es necesario reconocer la maldad de nuestras obras.
el que realiza la verdad se acerca a la luz, para que se vea
que sus obras están hechas según Dios
Aunque
la luz se pretendiera para fines insidiosos, quienes viven en la verdad de Dios
la arrostran, porque viven en la verdad diáfana de la salvación, que no es
producto de carne y sangre.
La luz
no es un escándalo mediático o público. Pueden ser parte de una estrategia
maquiavélica de desprestigio.
La luz
de las obras se acredita por sí misma, de dentro hacia afuera, como la
gestación silenciosa de la semilla en una planta.
Como el
amor auténtico, que madura y se va probando, desde las actitudes hasta los
pronunciamientos y hechos comunes.
La
visión de nuestra miseria nos decepciona de nosotros mismos, y creemos morir.
Hay que
pasar por ello para recuperar una autoestima que viene del Señor, e implica su
reconocimiento y valoración, de acuerdo a los valores del Reino.
https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1648646164542111752?s=20
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Hechos 5,17-26
El encarcelamiento de los apóstoles es una muestra
de la persecución sufrida en los comienzos de la comunidad cristiana. Sobresale
la protección de Dios y la insistencia de seguir la predicación abiertamente,
una vez fueron maravillosamente liberados. Se cuenta con la fortaleza de seguir
en la misión por el Espíritu Santo que los asiste
Salmo responsorial: 33
Gustar del Señor en medio del conflicto es un don
que permite mantener la capacidad de servicio a la proclamación del mensaje. No
se niega la dificultad, pero se afirma la fortaleza en medio de la prueba.
Juan 3,16-21
El Hijo ha
sido entregado para la salvación, implica que la entrega fue radical por su
muerte y glorificación. Pero también que no ha terminado porque su mensaje debe
seguirse comunicando apostólicamente a todos y todas. La misión no ha terminado
aunque se va dando el juicio en la medida de la respuesta de fe.