Pentecostés ABC
Hechos de los apóstoles 2,1-11
REFLEXIÓN
cada uno los oímos hablar de las maravillas de Dios en
nuestra propia lengua
Se
inaugura la nueva creación haciendo la unidad de la diversidad en Dios.
Los
proyectos humanos de unidad chocan frecuente y constantemente con la división y
la incomunicación.
No es
señal para abandonar el esfuerzo, pero es señal de hacerle espacio al Espíritu
Santo, para que nuestros esfuerzos por la unidad den frutos que permanezcan.
El
esfuerzo por la unidad debe darse en todo ámbito humano, entre ellos las
religiones y creencias.
Pero sin
el aporte que cada familia ofrezca, en tolerancia y comprensión de la
diversidad, el crecimiento en la dirección de la unidad, por parte del mundo,
se dificultará.
Porque
la unidad y la paz que nos dona el Señor con su Espíritu es don y tarea.
En el
contexto de la fiesta judía de Pentecostés que entraña varios significados:
primicias de la cosecha, conmemoración de la alianza, libertad de la esclavitud
y deudas, ocurre la celebración de los seguidores de Jesús.
En ella
según Lucas son reforzados, confirmados y pasan del miedo a la misión.
En ella
también esa misión se expresa para muchos más allá de Jerusalén y en lenguas
varias, que permiten adherirse al gozo del Señor y dar gracias por sus
maravillas.
Las
lenguas no son como ahora en ciertos grupos carismáticos, expresión exótica de
la posesión del Espíritu, lo cual da que pensar más bien en un dudoso
egocentrismo y vanagloria.
Sino una
expresión comprensible por las gentes del universo, que invita a la alabanza
del Señor Padre de Jesucristo.
Salmo responsorial: 103
REFLEXIÓN
¡Dios mío, qué grande eres!
La
vivencia del Espíritu resuena en la conciencia como un grito que expresa un
descubrimiento: el Señor es Grande.
Él es lo
más grande de lo más grande. Es su Trascendencia: el totalmente otro, el magis
o más ignaciano que moviliza nuestra energía creativa para colaborarle en la
construcción del reino.
Oportunamente
confirmas la esperanza que has hecho nacer en nosotros sobre tu intervención
portentosa. Porque de lo sencillo y humilde haces brotar la salvación.
envías tu aliento, y los creas, y repueblas
la faz de la tierra
Hemos de
reconocer que necesitamos el aliento creativo constante del Señor para seguir construyendo una ciudad nueva, un
nuevo cielo y una nueva tierra, que serán tu don más allá de nuestros esfuerzos,
pero con nuestros esfuerzos.
1Corintios 12,3b-7.12-13
REFLEXIÓN
Nadie puede decir "Jesús es Señor", si no es bajo
la acción del Espíritu Santo
La
Palabra en Pablo afirma la dominancia absoluta del Espíritu en nuestra
identidad cristiana, no obstante nuestra experiencia de autonomía.
La
dificultad para concebir esta relación depende del modelo que se elija para
entenderla.
Un
modelo apto es la sinergia de las fuerzas provenientes de origen diverso, que
tampoco es nuestro caso. Porque el origen de la fuerza espiritual que pasa por
nosotros es el mismo Dios que envía su Espíritu-fuerza.
Sólo que
ambas se dan a niveles e intensidades asimétricas.
En cada uno se manifiesta el Espíritu para el bien común
Por
tanto resulta destructivo, para nuestra obra de asociación con el Espíritu,
alzarnos posesivamente con los dones y carismas que se nos han delegado, para
bien de los hermanos y hermanas.
Los
dones del Espíritu, por glamorosos que se vean, son para construir fraternidad
y sororidad.
judíos y griegos, esclavos y libres, hemos sido bautizados
en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo. Y todo hemos bebido de un
solo Espíritu
Nuestra
eucaristía en nombre de Jesús de Nazareth es la oportunidad de beber la copa de
su Espíritu Santo y prolongar la unidad en la Babel del mundo.
Juan 20,19-23
REFLEXIÓN
con las puertas cerradas por miedo a los judíos
Nuestro
proceso de liberación inicia con el reconocimiento de nuestro miedo irracional
y hasta racional a las fuerzas del anti-reino.
Es importante reconocer el miedo que
nos penetra antes los males y el sitio del maligno.
entró Jesús, se puso en medio y les dijo: "Paz a
vosotros."
La
experiencia espiritual integral que nos trae el Espíritu de Jesús de Nazareth
resucitado es la Paz, la pacificación.
No elimina el miedo sino que ayuda a
enfrentarlo
les enseñó las manos y el costado
Se
establece una comunicación simbiótica entre la cruz de Jesús y la nuestra, para
que no quede duda de nuestra verdadera necesidad de salvación.
Les comunicó su identidad. Por eso
dice Pablo que él predica solamente a Jesús crucificado resucitado.
se llenaron de alegría al ver al Señor
Y se
comienzan a dar los signos que nos van convenciendo que nuestro caminar es el
del Espíritu del Señor Jesús.
Ya no estaban solos ni al garete.
Tenían de nuevo a su protector.
Como el Padre me ha enviado, así también os envió yo
El
proceso no ha terminado. Hay una misión, un envío, una alegría de salvación y
liberación que debe ser comunicada.
exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: "Recibid el
Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a
quienes se los retengáis, les quedan retenidos."
Esta
misión es de perdón de los pecados para pacificar y unir la babel del
anti-reino.
No se
trata de un perdón restringido y tacaño disponible sólo desde confesionarios o
con penitencia tarifada.
Es un
perdón democrático, al alcance de todos y todas sin distinción, porque la nueva
humanidad posee el don de la regeneración, de unos y unas, con otros y otras.
Jesús resucitado comunica el Espíritu
como la hace el Padre, porque ambos son uno.
Recibid el Espíritu Santo; a quienes les
perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les
quedan retenidos
Es su don, su legado, su herencia, la
actividad que mostrará su presencia: la comunidad apostólica queda en posesión
del perdón de los pecados.
Quien dice perdón dice regeneración,
nueva creación, volver a confiar entre nosotros, más allá del daño que hacemos.
https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1662790574124965890?s=20
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Hechos
de los apóstoles 2,1-11
Aun en el relato se muestra una realidad más bien
humilde comparada con su significado:la venida del Espíritu Santo, Espíritu de
Dios, Cosecha de Dios, Alianza de Dios, Totalidad de personas, pueblos y culturas.
Unidad en la diversidad, Apóstoles y fieles creyentes. Tal conmoción teológica
y simbólica, produce unos efectos de exultación, gozo y fraternidad, que hasta
puede ser malentendida como una orgía, borrachera o bacanal, como un culto
pagano más.
Salmo
responsorial: 103
Es una bendición captar cómo el aliento es signo de
vida. La cual inicia y termina sin mérito de nuestra parte, eso sí con
cooperación. Vernos como criaturas donadas es una gracia del Espíritu Santo
permanentemente en y entre nosotros.
1Corintios
12,3b-7.12-13
El apóstol trata de superar la división de la
comunidad recurriendo al ejemplo del cuerpo uno en sus diversas partes,
interconectadas en unidad. De ahí que cualquier función importante en sí es
para beneficio del conjunto. Y el conjunto deberá agradecerlo en el cuido hasta
del más pequeño e insignificante, sin menosprecio ni marginación
Juan
20,19-23
Jesús sopla
sobre los discípulos en aparente discordancia con el texto de Hechos sobre la
venida del Espíritu Santo. Juan, ubicando el hecho al mismo tiempo o en otra
ocasión, enfatiza que Jesús Resucitado, quien da la Paz a los temerosos
seguidores, es el origen del Espíritu que ahora se comparte. Además envía para
perdonar, en un contexto de persecución y por lo tanto cercano a sentir rencor
y desear venganza. Nada de esto se contradicen en Hechos porque el énfasis es
la superación de las fiestas del
Judaísmo, consideradas como figuras, por la realidad gratuita del don del
Espíritu Santo.