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Éxodo
19,1-2.9-11.16-20b
REFLEXIÓN
"Voy
a acercarme a ti en una nube espesa, para que el pueblo pueda
escuchar lo que te digo, y te crea en adelante."
En
la cadena de transmisión de esta tradición, han intervenido agentes
humanos que aluden a una fuente divina y por lo mismo se
autolegitiman y son creídos como tal.
El
escenario de una neblina densa, probablemente ligada a un fenómeno
de montaña, volcánica o no, es un recurso de realce a la solemnidad
de la transmisión. Las palabras citadas como de la divinidad tienen
a un agente humano en su producción, en un alto porcentaje.
Nuestra
base de comparación es la propia experiencia de la inspiración
divina en la actualidad, con una mentalidad desnudada de los mitos
bíblicos, y mitificada con los avances tecno científicos y los
prejuicios acumulados.
Y
es así que no encontramos creíble un discurso-relato como el que se
nos propone.
Sólo
que llama la atención que la credibilidad que la tradición de las
palabras del Sinaí y otras, atribuída a Yavé, se hayan suscitado y
mantenido por miles de años promoviendo sentido o significatividad.
Tal
persistencia convoca a una reflexión y preguntarse por la
inspiración auténtica de los textos bíblicos.
Moisés
comunicó al Señor lo que el pueblo había dicho
O
dicho de otra forma, alguien en nombre de Moisés citó sus posibles
palabras, como dictadas o inspiradas por el Señor.
La
fe en el Señor, que asumimos como don suyo, basados en la misma fe,
ha de ser lúcida en medio de la falta de claridad e información
sobre la forma precisa de la transmisión del oráculo.
Tal
lucidez valiente para afrontar los detalles y etapas del proceso de
transmisión con sus eventuales decantamientos, subjetividades,
prejuicios y demás, de los portavoces, puede afectar nuestra
inocencia y candor en la opción de fe, y hacerla recelosa y
suspicaz.
Pero
es preferible este tránsito para llegar a una aceptación de la
palabra de Dios, que tenga más que ver con su don, aunque no tanto
con las posibles e imposibles evidencias racionales a favor de su
inspiración.
Al tercer día, al rayar el alba, hubo truenos y relámpagos y una
densa nube sobre el monte y un poderoso resonar de trompeta; y todo
el pueblo que estaba en el campamento se echó a temblar. Moisés
hizo salir al pueblo del campamento para ir al encuentro de Dios y se
detuvieron al pie del monte. Todo el Sinaí humeaba, porque el Señor
había descendido sobre él en forma de fuego. Subía humo como de un
horno, y todo el monte retemblaba con violencia. El sonar de la
trompeta se hacía cada vez más fuerte; Moisés hablaba, y Dios le
respondía con el trueno. El Señor bajó al monte Sinaí, a la
cumbre del monte, y llamó a Moisés a la cima de la montaña.
La
experiencia inspirada del pueblo elegido es la propuesta de un
paradigma de depuración de la experiencia del Señor, desde sus
humildes orígenes animistas, enseñoreado por fuerzas de la
naturaleza, hasta el Emmanuel trasformado en vida nueva por la
resurrección.
Interleccional:
Daniel 3,52-56
REFLEXIÓN
Bendito
eres, Señor
El
que nos asombra en la naturaleza pero también el que nos purifica en
la concepción de su Trascendencia.
Mateo
13,10-17
REFLEXIÓN
se
os ha concedido conocer los secretos del reino de los cielos
El
reino de los cielos el primado del don de Dios como soberanía total
y absoluta. Una concesión que aboga el primado del don de Dios.
Suena
horrible a nuestros oídos igualitarios de hoy. Es como discriminar:
unos sí y otros no. Cómo compaginarlo con el relato sencillo de las
parábolas, apto para el público común?
Hay
que tener en cuenta las necesidades propias de las comunidades en las
que brota el relato del evangelista para no sentirnos tan desbordados
por la paradoja: transparencia del anuncio de salvación vs.
Selectividad y elitismo.
Quizá
en el proceso de fe de las comunidades no faltaron quienes creían
tener asegurado el sentido correcto del mensaje evangélico y
prescindían de la comunión fraterna.
Entonces
al cabo ellos eran los que no entendían el verdadero sentido. Porque
la Palabra como don del Padre se ha entregado a la fe que se
plenifica en comunidad de fe.
Y
como partícipe de esa comunidad de fe se encuentra el aporte del
magisterio apostólico. El cual también puede perder el rumbo del
sentido verdadero si se desgaja de la comunidad fraterna.
Porque
al que tiene se le dará y tendrá de sobra, y al que no tiene se le
quitará hasta lo que tiene
Una
ley de la conservación de la energía que funciona hacia su aumento,
no su disminución, a partir del tener fe.
porque
está embotado el corazón de este pueblo, son duros de oído, han
cerrado los ojos; para no ver con los ojos, ni oír con los oídos,
ni entender con el corazón, ni convertirse para que yo los cure."
Terrible
pero posible tal dureza y encerramiento culpable.
Entender
las parábolas, como antiguamente la profecía de los profetas,
requiere convertirse al amor fraterno.
¡Dichosos vuestros ojos, porque ven, y vuestros oídos, porque oyen!
Os aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis
vosotros y no lo vieron, y oír lo que oís y no lo oyeron.
La
bienaventuranza o felicidad como objetivo, para vivir desde una fe, a
la vez don y apertura a la Palabra viva. Porque la buena nueva es
felicidad para los que la conquistan.
https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1684512196141666304?s=20
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LA PALABRA
Éxodo
19,1-2.9-11.16-20b
Todavía
hoy el fenómeno vulcánico nos atrae la atención, para unos es
admiración, para otros terror y ruina. La tecnología desarrollada
se ha aproximado tanto a su lectura con pronósitico que sólo falta
saber con exactitud el día y hora del estallido. Igualmente nos pasa
con el huracán, porque con todo lo que se puede observar
atinadamente, falta conocer dónde y cuándo tocará tierra, para
salvarse de su furia. El pavor parece no haber cambiado desde hace
aproximadamente cuatro mil años. Da que pensar entonces un seísmo
que aun a pesar del terror se aproxima amigablemente. Es el contraste
que nos ofrece la Palabra.
Interleccional:
Daniel 3,52-56
Por
eso eres bendito. Te nos aproximaste sin dañarnos, todo lo
contrario. En todo, no obstante nuestra ingratitud, te has ido
mostrando amigable, amante, salvador.
Mateo
13,10-17
De
ahí que resulta indignante no aprovechar la oportunidad que tantos
han anhelado: oirlo para conocerlo y servirlo. Poder dar el paso
inimaginable de alcanzar la divinidad con el hermano. Ver hermano en
el otro es don. Un modo de pontificar, hacer un puente hacia lo otro
y desconocido.