miércoles, 23 de agosto de 2023

PALABRA COMENTADA

 

MIÉRCOLES 20 DE TIEMPO ORDINARIO

Año Impar

Jueces 9,6-15



REFLEXIÓN

para ir a mecerme sobre los árboles?

Jotam tiene razones para repudiar a Abimelec, que masacró su familia.

Pero la parábola tiene un sentido que trasciende, como muchos, planteamientos humanos cuyo alcance no es posible verificar inmediatamente.

En este caso se ridiculiza la monarquía, que en aquel momento debe ser más primitiva y menos arrogante que su evolución posterior, pero que da indicios de un estilo asumido con una resistencia creciente , porque no garantiza que sea ejercida por el más apto, ni es señal de un servicio sino más bien de abuso de poder.

No obstante su profundo discernimiento diario por el magis, la mayor gloria de Dios en una coyuntura específica, Ignacio fue obediente ante la autoridad constituída, como era el papa en su momento.

El fue un modelo de obediencia discerniente, inteligente, proactiva, no pasiva. Pero no menospreció la autoridad.

En seguimiento de su estilo de glorificación a la voluntad del Señor, tenida por fe en los mandatos de las autoridades legítimas, otros hijos suyos sacrificaron sus propias convicciones personales y obedecieron, y la posteridad les dio la razón posteriormente.

Porque la obediencia por fe inspirada en Jesús de Nazareth, quien es el sí al Padre y del Padre, obtiene de él su dignificación y gloria, más allá de las apariencias de humillación y abajamiento.

La rebeldía y resistencia actuales, generalizadas en el mundo, son un campo de trabajo para la evangelización, pero con instrumentos diferentes a la predicación.

Sólo se entenderá de corazón la obediencia de fe, con actitudes y actos de obediencia humilde, empezando por cualquier figura de autoridad.

Salmo responsorial: 20



REFLEXIÓN

lo has vestido de honor y de majestad.

La majestad de la autoridad que detenta el poder es en el enfoque bíblico un don del Señor.

Implica que sea reconocido el Señor como quien bendice y glorifica.

La nueva autoridad del poder evangélico de Jesús y sus seguidores, brillaba por su influencia en las conciencias de los que escuchaban y seguían.

Es una autoridad basada en un servicio a una causa común, ejercida con amor de ágape, fe y esperanza.

El perfil de esta autoridad es el de un pastor que se desvive por el rebaño, aun con sacrificio de la propia vida.

Así estaríamos muy lejos de la caricatura de la parábola de Jueces.

En la actualidad hay un desprestigio de la autoridad que entre sus causas cuenta con el engreimieno de su poder.

Con ese poder han dominado y victimizado. Y también corrompido conciencias, porque su mal ejemplo lleva a tener por justa la anarquía y el desorden que se provoca con las protestas.

Mateo 20,1-16



REFLEXIÓN

Nadie nos ha contratado

La ocupación plena es un objetivo deseado de las sociedades, pues asegura un nivel de bienestar económico generalizado, y previene el malestar social, lo cual es una amenaza para su estabilidad.

En la parábola sobre el reino se muestra este ideal de ocupación plena, que también era un problema en la Jerusalén de tiempos de Jesús.

Tal ideal y la paga se muestran como dones gratuitos del Señor, dueño de todo.

Pero no es mirado por todos de la misma forma. Para unos lo que es una paga correcta, proporcionada y justa, para otros es una injusticia. Conclusión que alimenta la comparación envidiosa.

El reino se muestra como un dominio donde trabajo y paga pueden ser vistos con agradecimiento, como bendición del dueño de todo.

Un agradecimiento que brota de tener ocupación y sustento, sin envidias ni divisiones.

Un enfoque que desafía los proyectos de sociedad que elaboramos, en los que la envidia no se cuenta como mal común.

Y la envidia no se cura con campañas publicitarias engañosas.

pensaban que recibirían más

Las expectativas que nacen de las suposiciones que dicta nuestro auto merecimiento y auto apreciación muchas veces nos enajenan de nuestro real valor, y en base a este auto engaño exigimos y protestamos por no ser tratados de acuerdo al auto perfil.

Falla nuestra auto crítica para establecer un balance honesto de nuestras fortalezas y debilidades por un lado, y para aceptar de buen grado la valoración que se hace de mí.

En el terreno de la fe implica enfocarme más en lo que yo debo obtener y lo que se me debe, que en la gratuidad y amor del Señor.

Cuando nos abrimos a esa libertad del Señor y a la valoración que nos comunica a través de los acontecimientos, nos liberamos de nosotros mismos y las exigencias de nuestro ego.

¿Es que no tengo libertad para hacer lo quiera en mis asuntos? ¿O vas a tener tú envidia porque yo soy bueno? Así, los últimos serán los primeros, y los primeros, los últimos".

Descubrimos entonces que en el reino el servicio es la gloria que más nos plenifica y mejor nos realiza en presencia del Señor.

De esa convicción nace la paz del corazón y del Espíritu.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1694305238503886876?s=20

COMPARTIR LA PALABRA

Jueces 9,6-15

Salmo responsorial: 20

Mateo 20,1-16

BEATO CARLO

 


Del Comentario de san Jerónimo presbítero, sobre el Eclesiastés
(PL 23, 1057-1059)


BUSCAD LAS COSAS DE ARRIBA

Cuando a cualquier hombre Dios da riquezas y hacienda y le permite disfrutar de ellas, tomar su paga y holgarse en medio de sus fatigas, esto es un don de Dios. Porque así no tiene que pensar mucho en los días de su vida, mientras Dios le llena de alegría el corazón. Lo que se afirma aquí es que, en comparación de aquel que come de sus riquezas en la oscuridad de sus muchos cuidados y reúne con enorme cansancio bienes perecederos, es mejor la condición del que disfruta de lo presente. Éste, en efecto, disfruta de un placer, aunque pequeño; aquél, en cambio, sólo experimenta grandes preocupaciones. Y explica el motivo por qué es un don de Dios el poder disfrutar de las riquezas: Porque así no tiene que pensar mucho en los días de su vida.

Dios, en efecto, hace que se distraiga con alegría de corazón: no estará triste, sus pensamientos no lo molestarán, absorto como está por la alegría y el goce presente. Pero es mejor entender esto, según el Apóstol, de la comida y bebida espirituales que nos da Dios, y reconocer la bondad de todo aquel esfuerzo, porque se necesita gran trabajo y esfuerzo para llegar a la contemplación de los bienes verdaderos. Y ésta es la suerte que nos pertenece: alegrarnos de nuestros esfuerzos y fatigas. Lo cual, aunque es bueno, sin embargo no es aún la bondad total, hasta que se manifieste Cristo, que es nuestra vida.

Todo el mundo se fatiga para comer y, a pesar de todo, nunca se sacia su alma. ¿En qué supera el sabio al necio? ¿En qué al pobre que sabe vivir su vida? Todo aquello por lo cual se fatigan los hombres en este mundo se consume con la boca y, una vez triturado por los dientes, pasa al vientre para ser digerido. Y el pequeño placer que causa a nuestro paladar dura tan sólo el momento en que pasa por nuestra garganta.

Y, después de todo esto, nunca se sacia el alma del que come: ya porque vuelve a desear lo que ha comido (y tanto el sabio como el necio no pueden vivir sin comer, y el pobre sólo se preocupa de cómo podrá sustentar su débil organismo para no morir de inanición), ya porque el alma ningún provecho saca de este alimento corporal, y la comida es igualmente necesaria para el sabio que para el necio, y allí se encamina el pobre donde adivina que hallará recursos.

Es preferible entender estas afirmaciones como referidas al hombre eclesiástico, el cual, instruido en las Escrituras santas, se fatiga para comer y, a pesar de todo, nunca se sacia su alma, porque siempre desea aprender más. Y en esto sí que el sabio aventaja al necio; porque, sintiéndose pobre (aquel pobre que es proclamado dichoso en el Evangelio), trata de comprender aquello que pertenece a la vida, anda por el camino angosto y estrecho que lleva a la vida, es pobre en obras malas y sabe dónde habita Cristo, que es la vida.