lunes, 9 de octubre de 2023

PALABRA COMENTADA

 

LUNES 27 DE TIEMPO ORDINARIO

Año Impar

Jonás 1,1-2,1-11



REFLEXIÓN

mientras Jonás, que había bajado a lo hondo de la nave, dormía profundamente

Recuerda a Jesús quien también dormía en medio de la tormenta.

Él nunca había huído de su Padre y se mantenía fiel a la misión.

Pero Jonás estaba tranquilo porque creía haber evitado al Señor.

Un dormir tranquilo con diferente signo. Uno con la confianza de la fidelidad al compromiso. Otro con la fidelidad a su propia falta de compromiso.

la suerte cayó sobre Jonás

Para el creyente no hay suerte, sino encuentro con el Señor en las oportunidades que nos da en la historia.

Oportunidades para construir la lealtad y fidelidad al compromiso asignado.

comprendieron que huía del Señor, por lo que él había declarado

sé que por mi culpa os sobrevino esta terrible tormenta

En ocasiones es la presión social la que nos recuerda a los creyentes nuestra incoherencia e incongruencia en el testimonio del compromiso.

Interleccional: Jonás 2,3-8



REFLEXIÓN

Yo dije: "Me has arrojado de tu presencia; / quién pudiera ver de nuevo tu santo templo.

El mar embravecido es figura de lo peor, donde vivenciamos la aflicción y confusión, cuando la cercanía del Señor no es sentida.

me acordé del Señor;

En nuestro caminar la turbulencia del maligno que refleja el mar en tempestad nos ayuda en la memoria del Señor: tenemos a quién asirnos y clamar.

Lucas 10,25-37



REFLEXIÓN

"Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?"

Pregunta como una burla, al pobre y supuestamente ignorante campesino.

El letrado pretendía comparar versiones y verificar la novedad en la enseñanza de Jesús

"¿Qué está escrito en la Ley?, ¿qué lees en ella?"

Pero Jesús se apegó como Palabra encarnada a la Palabra de Dios. No se salió con una buena nueva novedosa y agradable para el escucha.

De fácil constatación para quien accede a la sinagoga a leer y escuchar la ley.

No hay excusa. La pregunta sobra porque sabe leer.

Si el pobre campesino sabe, todos deben saber.

"Amarás al Señor, tu, Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas y con todo tu ser. Y al prójimo como a ti mismo." Él le dijo: "Bien dicho. Haz esto y tendrás la vida."

¿Cuál de estos tres te parece que se portó como prójimo del que cayó en manos de los bandidos?"

No es el principio hecho norma el que salva, más bien alerta.

La ocasión que nos trae la vida es la que permite activarse al Espíritu de la norma.

Ser en la vida el prójimo del hermano que nos sale al encuentro con necesidades, a veces de muerte, es lo que da vida eterna. Es reino en acción.

Entonces es respetable la opción de muchos por la necesidad social de la que se hacen prójimos, según sus talentos.

"Bien dicho. Haz esto y tendrás la vida"

Aquí no hay nada nuevo bajo el sol.

queriendo aparecer como justo, preguntó a Jesús: "¿Y quién es mi prójimo?"

Es decir; como quien ya se ocupara del prójimo.

Así algunos en su vida hacen sus prójimos exclusivamente a sus amigos de cofradía y los miembros de su club.

Son incapaces de romper los lazos de la costumbre y el interés.

El letrado insistió, ahora en la aplicación de esa Ley.

Precisamente una zona en la que es posible hacerse el confundido.

Porque nuestro problema no es que no sepamos sino que no concordamos en hacer lo que sabemos.

Pero un samaritano que iba de viaje, llegó a donde estaba él y, al verlo, le dio lástima, se le acercó

El samaritano, distante y enemistado con los judíos, se aproxima por lástima, por compasión, por entrañas.

Paradigma de la nueva justicia.

Sea quien sea a quien se le muevan las entrañas por aquél necesitado que encuentre, y se aproxime, ése es el que es próximo.

¿Cuál de estos tres te parece que se portó como prójimo del que cayó en manos de los bandidos?"

Con todo lo que hemos recibido sobre la buena nueva, nos hemos hecho capaces de aproximarnos a quien aproxima su necesidad?

Cuál evangelio mostramos haber recibido en nuestra existencia diaria?

Comportarse como prójimo es más un enfoque proactivo de prójimo, que el sentido pasivo del prójimo que es atendido.

"El que practicó (poieo: hacer) la misericordia con él" Díjole Jesús: "Anda, haz tu lo mismo".

El letrado es como figura de quien no sabe nada en realidad.

Creyó haber descifrado el prójimo, y descubrió que él no era quien se aproximaba, no era prójimo.

Se desenmascaró otra falsa virtud y pose virtuosa.

Dios Padre es el modelo y paradigma de la aproximación porque se llegó a nuestra indigencia, tan distante de sí. Con nuestra miseria lo hicimos aproximarse. Hemos atinado con su vulnerabilidad.

Pero no se aproxima para curiosear, o echar un discurso. Sino para HACER: amar al prójimo es acercarse o dejar aproximar la indigencia, para hacer la misericordia

https://x.com/motivaciondehoy/status/1711337428491829705?s=20

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Jonás 1,1-2,1.11

Jonás huyó del Señor, como si fuera asunto de geografía, de espacio y tiempo, pero en su momento la aflicción de los que temían hundirse por la tempestad, lo sinceró y afrontó su destino y vivió la vida propia del Señor.

Interleccional: Jonás 2,3-8

Se pide que el Señor se acerque en nuestra aflicción, como nosotros nos deberemos acercar al afligido

Lucas 10,25-37

No sólo es leer y asistir al necesitado que encontramos, sino con esto vivir la verdadera vida.

DOCTORES DE LA IGLESIA

 


Lunes, XXVII semana
San Ambrosio Tratado sobre Caín y Abel 1,9,34.38-39

Ofrece a Dios un sacrificio de alabanza, cumple tus votos al Altísimo. Alabar a Dios es lo mismo que hacer votos y cumplirlos. Por eso, se nos dio a todos como modelo aquel samaritano que, al verse curado de la lepra juntamente con los otros nueve leprosos que obedecieron la palabra del Señor, volvió de nuevo al encuentro de Cristo y fue el único que glorificó a Dios, dándole gracias. De él dijo Jesús: No ha vuelto más que este extranjero para dar gloria a Dios. Y le dijo: «Levántate, vete: tu fe te ha salvado». Con esto el Señor Jesús en su enseñanza divina te mostró, por una parte, la bondad de Dios Padre y, por otra, te insinuó la conveniencia de orar con intensidad y frecuencia: te mostró la bondad del Padre, haciéndote ver cómo complace en darnos sus bienes, para que con ello aprendas a pedir bienes al que es el mismo bien; te mostró la conveniencia de orar con intensidad y frecuencia, no para que tú repitas sin cesar y mecánicamente fórmulas de oración, sino para que adquieras el espíritu de orar asiduamente. Porque, con frecuencia, las largas oraciones van acompañadas de vanagloria, y la oración continuamente interrumpida tiene como compañera la desidia. Luego te amonesta también el Señor a que pongas el máximo interés en perdonar a los demás cuando tú pides perdón de tus propias culpas; con ello, tu oración se hace recomendable por tus obras

REFLEXIÓN

La oración, cualquiera forma que adopte, tiene una sede: el corazón, el centro del Santo de los Santos en nuestra persona, no únicamente en nuestra dimensión interna sino en la totalidad de nuestra existencia libre y voluntaria. Allí donde nos rendimos, nos confesamos con sinceridad y lealtad, donde nos entregamos sin reservarnos nada, donde fraguamos en medio de muchos conflictos a veces, la buena acción, el seguimiento generoso, la dedicación que se olvida de sí mismo, donde permanece el reino de Dios en nosotros, lejos del amor propio, querer e interés.