jueves, 12 de octubre de 2023

PALABRA COMENTADA

 

JUEVES 27 DE TIEMPO ORDINARIO

Año Impar

Malaquías 3,13-20ª



REFLEXIÓN

nos parecen dichosos los malvados; a los impíos les va bien; tientan a Dios, y quedan impunes

La tentación contra la fe en Dios se presenta constante en la actuación que nos escandaliza y se muestra impune.

No parece haber verdadera justicia, sino un pálido reflejo imperfecto, que nos desanima.

el día que yo preparo. Me compadeceré de ellos, como un padre se compadece del hijo que lo sirve. Entonces veréis la diferencia entre justos e impíos, entre los que sirven a Dios y los que no lo sirven

No es fácil estar ante la emoción irritada del impaciente y frustrado.

Solo seguir dando testimonio de lo que aguardamos confiados.

En esto mostramos un Dios más grande que nosotros mismos, para quien nada es imposible.

Salmo responsorial: 1



REFLEXIÓN

ni se sienta en la reunión de los cínicos;

Se trata de la burla o la réplica tenaz, donde sostener descaradamente lo contrario a lo que se ha tenido por verdad, sin ninguna consideración o respeto por lo que otros han creído, se presenta como una hazaña de autoafirmación.

Una consecuencia de la crítica nietzscheana al pensamiento occidental.

Impacta con el sufrimiento a quienes de corazón guardan ciertas verdades y están comprometidos con ellas, como si fueran sus padres o hijos, o hasta su propia identidad.

Algo de lo que Jesús pudo sentir en la pasión y crucifixión, según relata el evangelio, cuando experimentó las burlas de sus verdugos y de otros, incitándolo a poner en duda la autenticidad de las realidades por las que daba la vida.

no se marchitan sus hojas

Evitar esos círculos que deprimen es un recurso para mantener la juventud del corazón y el primer amor intacto: el amor de la conversión.

Sin embargo el Espíritu puede impulsar el testimonio de la verdad aun en medio de tales, para desarmar desde dentro el padre de la mentira.

el Señor protege el camino de los justos

No es un proteger clamoroso sino paradójico. A los ojos de otros parecerá lo contrario.

Lucas 11,5-13



REFLEXIÓN

Si el otro insiste llamando, yo os digo que, si no se levanta y se los da por ser amigo suyo, al menos por la importunidad se levantará y le dará cuanto necesite.

Dicho en otra forma, la fe nos debe hacer impertinentes e inoportunos. Demandantes hasta conseguir lo que necesitamos.

En estos tiempos de tanta queja y reclamo, se pone en efecto la insistencia como medio insustituíble para obtener la escucha.

Pues así os digo a vosotros: Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá; porque quien pide, recibe; quien busca, halla, y al que llama, se le abre. ¿Qué padre entre vosotros, cuando el hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pez, le dará una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? Si vosotros, pues, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos,

La Palabra como ninguna otra comunicación celestial conocida en la historia de las religiones muestra una divinidad con voluntad de ser importunada.

Nosotros nos cansamos primero, y desconfiamos innecesaria y tontamente, cuando medimos la generosidad del Señor por la nuestra, que es más bien mezquindad.

Más claro no canta un gallo. No podemos dejar que el mal espíritu se adueñe de nuestro buen espíritu que clama incesantemente, con el pensamiento melifluo de resignarse a la voluntad de Dios.

El buen espíritu nos impulsa a la impertinencia y sólo al final, se pone en manos del querer de Dios que nos otorgue distinto a lo pedido.

Porque la impertinencia es también voluntad del Señor, que quiere a sus hijos como demandantes, a la altura propia de un coheredero.

Nos pide la audacia y la magnanimidad de aquellos que se sienten con Él como en casa.

Se dan opiniones en el sentido de no pedir a Dios nada, sino confiar en Él absolutamente, porque sabe lo que necesitamos.

Es otra visión, otro enfoque frente al que afirma que el Señor lo conoce todo de nosotros y sin insistir debemos confiar en que nos ayudará.

Son enfoques excluyentes o convergentes?: insistir y confiar?.

Si así fuera la oración, madre de todas las oraciones, el padrenuestro no pediría que nos diera el pan del sustento diario y perdurable.

No debiéramos prejuzgar sobre lo que sí o lo que no agrade al Señor para solicitarle en la oración, sino pedir con la actitud del niño que confía y no se inhibe considerando por cálculo qué será mejor o qué no. Un niño piensa quizá mágicamente que el papá lo puede todo.

¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo piden?

El que no cesa de gemir en nosotros de modo inenarrable e interpreta ante el Señor nuestro profundo deseo del Reino.

Dar Espíritu Santo no es dar cosas. Es el Espíritu el que ora en nosotros, con gemidos inenarrables. Pido el Espíritu Santo, que es el que pide en mí lo que debo pedir.

Porque el Espíritu que nos concede el Padre es la libertad de los hijos para pedir sin retención o inhibición .

Incluso es el que nos ayuda a entender al buen Padre cuando lo que pedimos no nos conviene tanto o es menos oportuno.

Pero la petición no es de cosas sino de Espíritu, de Reino. Lo demás viene por añadidura.

Ese reino ya está en nosotros, actuando.

Por eso con frecuencia sentimos resistencia y lucha. Y por que lo hay, es señal del reino avanzando y profundizando su transformación.

Se perciben, se intuyen actitudes nuevas que implican dificultad.

https://x.com/motivaciondehoy/status/1712426711600533650?s=20

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Malaquías 3,13-20a

Hemos de prepararnos toda la vida que se nos ha concedido para el día que el Señor prepara para la manifestación de su justicia. No puede ser con nosotros distinto de como sucedíó con su Hijo. Que propiamente no se manifestó palmariamente y abiertamente sino por revelación de testigos, dejándonos el riesgo de aceptar o no ese testimonio. Así nos toca en arras esperar la plenitud de la Justicia.

Salmo responsorial: 1

Quizá el camino del impío acaba mal, pero uno ni se entera, y por lo tanto no gratifica. Pero quizá no es asunto de gratificarse con la muerte desgraciada de uno aunque sea impío. Sino de convertirse al perdón, lo cual puede tomar tiempo, mientras desaparece la toxicidad de la decepción y el desengaño de la frustración de la verdadera justicia.

Lucas 11,5-13

Un padre o madre ahora, depauperado, desempleado, informal, no podrá aunque se le pida dar a su hijo hambriento ni pan, ni pez ni huevo. Pero por supuesto dará algo no tóxico, aunque lo encuentre entre los deshechos que dejan otros más afortunados. Se trata de la actitud del Padre buscando responder en medio de la limitación que el respeto a la “libertad” de sus crituras le impone por propia voluntad.

BEATO CARLO

FRASES DEL BEATO CARLO

1. "La Virgen María es la única mujer en mi vida".

2. "Cuanto más recibamos la Eucaristía, más nos haremos semejantes a Jesús, de modo que en la tierra tendremos un anticipo del Cielo".

3. "Al estar ante Jesús Eucaristía nos hacemos santos".

4. "Hay gente que sufre mucho más que yo". "Ofrezco todo el sufrimiento que tendré que padecer por el Señor, por el Papa y por la Iglesia".

5. "Pide ayuda continuamente a tu ángel de la guarda. Tu ángel de la guarda tiene que volverse tu mejor amigo".

6. "No temas, porque con la Encarnación de Jesús, la muerte se vuelve vida y no hay necesidad de escapar: en la vida eterna nos espera algo extraordinario".

7. "Jerusalén está a la vuelta de la esquina".

8. "Todas las personas nacen como originales, pero muchas mueren como fotocopias".

9. "Estar siempre unido a Jesús, ese es mi proyecto de vida".

10. "La felicidad es mirar hacia Dios, la tristeza es mirar hacia uno mismo".

11. "No yo, sino Dios". "La santificación no es un proceso de suma, sino de resta. Menos yo para dejar espacio a Dios".

12. "¡Criticar a la Iglesia significa criticarnos a nosotros mismos! La Iglesia es dispensadora de tesoros para nuestra salvación".

13. "Lo único que debemos pedirle a Dios en oración es el deseo de ser santo".

14. "Nuestra alma es como un globo aerostático. Si por casualidad hay un pecado mortal, el alma cae al suelo. La Confesión es como el fuego debajo del globo que permite al alma volver a elevarse. Es importante ir a confesarse con frecuencia".

15. "Estoy feliz de morir, porque he vivido mi vida sin desperdiciar un minuto en las cosas que no agradan a Dios".

16. "Nuestra meta debe ser lo infinito, no lo finito. Lo infinito es nuestra patria. El cielo nos ha estado esperando desde siempre".

17. "La Eucaristía es mi autopista hacia el Cielo".

18. "El Rosario es la escalera más corta para subir al Cielo". "Después de la Santa Eucaristía, el Santo Rosario es el arma más poderosa para combatir al demonio".

19. "¿Por qué a los hombres les preocupa tanto la belleza de su cuerpo y no les importa la belleza de su alma?". "Una vida es verdaderamente hermosa sólo si llegamos a amar a Dios por encima de todo y al prójimo como a nosotros mismos".

20. "La conversión no es más que mover la mirada de abajo hacia arriba, un simple movimiento de los ojos es suficiente".

 
San Ignacio de Antioquía
Carta a los Filadelfios 1,1-2,1; 3,2-5

Ignacio, por sobrenombre Teóforo, es decir, Portador de Dios, a la

Iglesia de Dios Padre y del Señor Jesucristo que habita en Filadelfia del

Asia, que ha alcanzado la misericordia y está firmemente asentada en

aquella concordia que proviene de Dios, y tiene su gozo en la pasión

de nuestro Señor y la plena certidumbre de la misericordia que Dios ha

manifestado en la resurrección de Jesucristo: mi saludo en la sangre del

Señor Jesús.

 Tú, Iglesia de Filadelfia, eres mi gozo permanente y durable, sobre

todo cuando te contemplo unida a tu obispo con los presbíteros y

diáconos, designados según la palabra de Cristo, y confirmados establemente por su Santo

 Espíritu, conforme a la propia voluntad del Señor.

 Sé muy bien que vuestro obispo no ha recibido el ministerio de servir

a la comunidad ni por propia arrogancia ni de parte de los hombres ni

por vana ambición, sino por el amor de Dios Padre y del Señor Jesucristo. Su modestia me ha

 maravillado en gran manera: este hombre es mas eficaz con su silencio que otros muchos con

 vanos discursos. Y su vida está tan en consonancia con los preceptos divinos como lo puedan

estar las cuerdas con la lira; por eso, me atrevo a decir que su alma es santa y su espíritu feliz;

 conozco bien sus virtudes y su gran santidad: sus modales, su paz y su mansedumbre son como

 un reflejo de la misma bondad del Dios vivo.

 Vosotros, que sois hijos de la luz y de la verdad, huid de toda división

y de toda doctrina perversa; adonde va el pastor allí deben seguirlo las ovejas.

 Todos los que son de Dios y de Jesucristo viven unidos al obispo;

y los que, arrepentidos, vuelven a la unidad de la Iglesia también serán

porción de Dios y vivirán según Jesucristo. No os engañéis, hermanos

míos. Si alguno de vosotros sigue a alguien que fomenta los cismas no

poseerá el reino de Dios; el que camina con un sentir distinto al de la

Iglesia no tiene parte en la pasión del Señor.

 Procurad, pues, participar de la única eucaristía porque una sola es

la carne de nuestro Señor Jesucristo y uno solo el cáliz que nos une a

su sangre; uno solo el altar y uno solo el obispo con el presbiterio y los

diáconos, consiervos míos; mirad, pues, de hacerlo todo según Dios.

 Hermanos míos, desbordo de amor por vosotros y, lleno de alegría,

intento fortaleceros; pero no soy yo quien fortifica, sino Jesucristo, por

cuya gracia estoy encadenado, pero cada vez temo más porque todavía

no soy perfecto; sin embargo, confío que vuestra oración me ayudará

a perfeccionarme, y así podré obtener aquella herencia que Dios me

tiene preparada en su misericordia; a mí, que me he refugiado en el

Evangelio, como si en él estuviera corporalmente presente el mismo

Cristo, y me he fundamentado en los apóstoles, como si se tratara del

presbiterio de la Iglesia