jueves, 16 de noviembre de 2023

BEATO CARLO

Anónimo
Homilía de un autor del siglo segundo 13,2-14,5

Dice el Señor: Todo el día, sin cesar, ultrajan mi nombre entre las naciones; y también en otro lugar: ¡Ay de aquel por cuya causa ultrajan mi nombre! ¿Por qué razón ultrajan el nombre de Dios? Porque nuestra conducta no concuerda con lo que nuestros labios proclaman

Los paganos, en efecto, cuando escuchan de nuestros labios la palabra deDios, quedan admirados de su belleza y sublimidad; pero luego, al contemplar nuestras obras y ver que no concuerdan con nuestras palabras, empiezan a blasfemar, diciendo que todo es fábula y mentira.

 Cuando nos oyen decir que Dios afirma: Si amáis sólo a los que os aman no es grande vuestro mérito, pero grande es vuestra virtud si amáis a vuestros enemigos y a quienes os odian, se llenan de admiración ante la sublimidad de estas palabras; pero luego, al contemplar cómo no amamos a los que nos odian y que ni siquiera sabemos amar a los que nos aman, se ríen de nosotros, y con ello el nombre de Dios es blasfemado.

 Así, pues, hermanos, si cumplimos la voluntad de Dios, perteneceremos a la Iglesia primera, es decir, a la Iglesia espiritual, que fue creada antes que el sol y la luna; pero, si no cumplimos la voluntad del Señor, seremos de aquellos de quienes afirma la Escritura: Vosotros convertís mi casa en una cueva de bandidos. Por tanto, procuremos pertenecer a la Iglesia de la vida, para alcanzar así la salvación.

 Creo que no ignoráis que la Iglesia viva es el cuerpo de Cristo. Dice, en efecto, la Escritura: Creó Dios al hombre; hombre y mujer los creó, el hombre es Cristo, la mujer es la Iglesia; ahora bien, los escritos de los profetas y de los apóstoles nos enseñan también que la Iglesia no es de este tiempo, sino que existe desde el principio; en efecto, la Iglesia era espiritual como espiritual era el Señor Jesús, pero se manifestó visiblemente en los últimos tiempos para llevarnos a la salvación.

 Esta Iglesia que era espiritual se ha hecho visible en la carne de Cristo, mostrándonos con ello que, si nosotros conservamos intacta esta Iglesia por medio de nuestra carne, la recibiremos en el Espíritu Santo, pues nuestra carne es como la imagen del Espíritu, y nadie puede gozar del modelo si ha destruido su imagen. Todo esto quiere decir, hermanos, lo siguiente: Conservad con respeto vuestra carne, para que así tengáis parte en el Espíritu. Y, si afirmamos que la carne es la Iglesia y el Espíritu es Cristo, ello significa que quien deshonra la carne deshonra la Iglesiay este tal no será tampoco partícipe de aquel Espíritu, que es el mismo Cristo.

Con la ayuda del Espíritu Santo, esta carne puede, por tanto, llegar a gozar de aquella incorruptibilidad y de aquella vida que es tan sublime, que nadie puede explicar ni describir, pero que Dios ha preparado para sus elegidos.

miércoles, 15 de noviembre de 2023

PALABRA COMENTADA

 

MIÉRCOLES 32 DE TIEMPO ORDINARIO

             Año Impar

Sabiduría 6,1-11

                                                                                          


                                                                                    REFLEXIÓN

Escuchad, reyes, y entended; aprendedlo, gobernantes

prestad atención, los que domináis los pueblos y alardeáis de multitud de súbditos

el poder os viene del Señor, y el mando, del Altísimo:

Este reconocimiento del poder como prestación de lo alto se puede confesar como creencia y acción de gracias.

Pero no tiene espacio en la concepción del estado laicista, de moda hoy como fruto de la visión secularista del mundo, de la cultura consumista y la globalización economicista.

Se levantan voces de protesta, orquestada y amplificadas por los medios que denuncian medidas neoliberales, corrupción en las finanzas públicas y privadas, capital sin arraigo ni compromiso solidario.

Pueden ser los signos de la oferta de un nuevo orden, aún lejano y sin configurar.

Sin embargo, tampoco en estos movimientos se da una confesión sobre la autoridad como don del Señor, y más bien se pueden identificar tendencias de una lucha de poder para servirse de él.

Lo irónico es que también en los estados teocráticos de diferentes signos, el poder aliena tanto, que sus detentores, aunque den gracias y reconozcan el don, no logran servir en vez de dominar.

La responsabilidad de la ausencia o debilitamiento de esa creencia tiene asidero parcialmente en las religiones organizadas, quienes han ejercido frecuentemente el poder como dominación y no como servicio.

Así a la tentación de opresión que late en la raza humana se suma la falta de testimonio eficaz de quienes han hecho mal uso del poder, en nombre de una creencia o ideología con apariencia de santa.

a los encumbrados se les juzga implacablemente.

No siempre, ni suficientemente en este mundo, lo cual es una realidad frustrante, que clama justicia y una vida más, para que se den cuentas y se afronte la responsabilidad.

A los más humildes se les compadece y perdona

Las víctimas de algún tipo de poder opresivo son dignas de compasión y tolerancia en sus debilidades y faltas. Incluso en sus réplicas de prepotencia, según su grado de sensibilidad y conciencia.

En alguna forma todos formamos parte de alguna cadena de opresión que nos da un porcentaje de victimización.

Pero hacer de esta pre-condición un derecho o licencia para hacer daño es reprobable.

Quién sabrá entonces administrar tal justicia proporcionada a la responsabilidad? Entendemos cotidianamente que nosotros no vemos esa justicia por ningún lado, sino meros atisbos, esbozos y ensayos.

Salmo responsorial: 81

                                                                              


                                                                                 REFLEXIÓN

"Proteged al desvalido y al huérfano, / haced justicia al humilde y al necesitado, / defended al pobre y al indigente, / sacándolos de las manos del culpable."

No se los debe sacar sin que la víctima aprenda a reconocer en sí mismo el mecanismo que lo llevará a replicar en otros el daño sufrido.

Como víctimas de una u otra suerte hemos de aprender que en el reino la justicia no es un derecho que se presta a la exigencia de activistas, insaciables en su venganza, sino un don que nos transforma en pacificadores que conviven en fraternidad.

Lucas 17,11-19



REFLEXIÓN

"Jesús, maestro, ten compasión de nosotros."

Por su actividad: hechos y palabras, Jesús era llamado en muchas formas.

Pero renuente a llamarse con algún título preferencial, excepto el que aparece en el texto que habla de la confesión de Pedro.

"Id a presentaros a los sacerdotes".

De qué le hubiera servido a los leprosos estar sanos por la intervención sanadora de Jesús, sin la declaratoria de sanidad por parte de los funcionarios que los reintegraba a la convivencia social?

Un poco debiéramos reflexionar sobre este modo de actuar como un paradigma social: lo que se intenta curar y reversar es la enfermedad, el daño, el pecado, no el orden capaz de reconocer la sanación. Se trata de restituir la autonomía de la creación.

La agitación social también requiere ser discernida a fin de determinar su sentido final: lo que aporta es destrucción o sanación de la convivencia?

Como nos enseña Ignacio de Loyola en las reglas de discernimiento de espíritus, la consolación, en cuanto soplo del Espíritu, es un proceso que ha de ser vigilado en el principio, medio y fin, para certificar que ha desembocado en una verdadera transformación y no la ha desviado el enemigo por el camino.

Uno de ellos, viendo que estaba curado, se volvió alabando a Dios a grandes gritos y se echó por tierra a los pies de Jesús, dándole gracias

La prioridad, alabada por Jesús al leproso curado, estuvo en volverse a agradecer antes que llegar al sacerdote que declaraba limpio, con lo cual se reintegraría a la sociedad.

Esta prioridad aparece por diferentes partes en los evangelios: la prioridad del Reino, la prioridad de los pecadores arrepentidos, la prioridad de la misericordia sobre los sacrificios del templo, la prioridad del ser humano sobre el sábado. La prioridad del Señor sobre el Estado benefactor, porque éste lo es como don y tarea, no como atributo absoluto e indiscutible.

Este era un samaritano

Lucas escoge un símbolo de heterodoxia para los judíos y así dar a entender lo bien que viene agradecer la sanación, que está al alcance de todos.

Una lección para nosotros sobre quiénes, de verdad, advierten el paso del Señor en su vida y lo agradecen.

No son necesariamente los publicitados paradigmas de perfección y ortodoxia.

Una viejita que enciende una vela en la capilla semioscura de una iglesia, pero no asiste a la misa dominical, por cuidar a su hijo postrado, alaba y da gracias al Señor quizá más sinceramente, que los que cumplen tenaz pero rutinariamente el precepto.

¿No ha vuelto más que este extranjero para dar gloria a Dios?" Y le dijo: "Levántate, vete; tu fe te ha salvado

Alguien que no es del círculo íntimo de Jesús nos enseña más.

A pesar de ir con fe suficiente para ser curados, no completaron el proceso con acción de gracias, para una salvación completa, que consiste en el reconocimiento de Jesús de Nazareth en nombre de su Padre.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1458397736890425345?s=20

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Sabiduría 6,1-11

Reconociendo el propio poder como donado por Dios, se enseñara la gratuidad del Señor a los súbditos que a su vez darán gracias. El juicio es más severo para los que más poder tengan, y menos para los que menos poder experimenten como los vulnerables, porque ellos son más víctimas que victimarios.

Salmo responsorial: 81

El poder de cualquier tamaño debe suscitar el Agradecer al Señor, porque representa la moción del Espíritu Santo que ora inenarrable en nuestras entrañas. Por eso el paradigma del poder es proteger vulnerables, que deberán agradecer el don y convivir agradeciendo.

Lucas 17,11-19

Jesús apunta a un don que forma parte del núcleo de la espiritualidad bíblica: Agradecer, reconocer, la salvación específica experimentada en el curso de la propia existencia, como individuo y como pueblo.