domingo 33 de tiempo ordinario
Proverbios
31,10-13.19-20.30-31
REFLEXIÓN
Una
mujer hacendosa, ¿quién la hallará? Vale mucho más que las
perlas. Su marido se fía de ella, y no le faltan riquezas. Le trae
ganancias y no pérdidas todos los días de su vida. Adquiere lana y
lino, los trabaja con la destreza de sus manos. Extiende la mano
hacia el huso, y sostiene con la palma de rueca. Abre sus manos al
necesitado y extiende el brazo al pobre. Engañosa es la gracia,
fugaz la hermosura, la que teme al Señor merece alabanza. Cantadle
por el éxito de su trabajo, que sus obras la alaben en la plaza.
El
sistema económico capitalista bajo el que nos ubicamos en nuestra
existencia y su versión neoliberal de fin del siglo XX e inicios del
XXI, ha agudizado las condiciones por las que la mujer está forzada
a colaborar a la par con su pareja para cooperar con el ingreso de
recursos económicos a la familia, y por los cuales se accede a los
bienes necesarios y aun superfluos de la existencia.
La
mujer se convierte así en una mano de obra no calificada, y también
muy calificada, si cuenta con la preparación adecuada, y encuentra
el trabajo y el sueldo acordes.
Queda
muy lejos en el pasado la concepción de la mujer recluída en el
hogar, como trabajadora exclusiva del hogar, que atiende y se desvela
en las labores domésticas, para que su pareja pueda trabajar y sus
hijos estén atendidos y apoyados en su educación.
Sin
embargo son muchas las mujeres que aun en este sistema que las hace
salir de casa a trabajar, se desempeñan igualmente-no han cesado de
hacerlo- como las cuidadoras del hogar.
Por
lo tanto todavía hoy, auncuando la igualdad de derechos se pregona,
y de deberes también, las mujeres se gastan fuera y dentro del
hogar, como fuente de riqueza material, humana y cómo no?
espiritual.
Muchos
identifican en la erosión de la mujer cuidadora del hogar, la causa
de muchos males de la sociedad, que inician en la disfunción de la
familia. Pero tampoco ellas quieren, en gran número, la reducción
al exclusivo papel de cuidadoras, como en las sociedades agrarias,
sino la igualdad y equidad con el varón en la importancia y
significatividad en nuestras sociedades de la información.
Salmo
responsorial: 127
REFLEXIÓN
y
sigue sus caminos
Porque
seguirlos es buscar adaptarse a los tiempos asegurando un espíritu
humanizador solidario y abierto al Señor, en el cambio de
condiciones que se va generando en las sociedades.
Ésta
es la bendición del hombre / que teme al Señor
La
bendición del hombre, de muchos hombres en situación vulnerable, es
la vivencia del amor mutuo y el apoyo en el hogar y en la red social
en que se inscribe como comunidad.
En
el crecimiento que se realiza en la interacción humana favorable y
de mutua confianza, se da la experiencia de esa bendición.
De
ahí la gravedad y malicia de los actos humanos que dañan esa
urdimbre de bienestar.
Nuestra
sociedad tecnológicamente muy avanzada, con su atomización de
individuos en su propio interés, menosprecia esta bendición, y se
acarrea un creciente malestar que genera más males que bienes.
1Tesalonicenses
5,1-6
REFLEXIÓN
Cuando
estén diciendo: "Paz y seguridad", entonces, de improviso,
les sobrevendrá la ruina, como los dolores de parto a la que está
encinta, y no podrán escapar
Pero
esa bendición no puede anclarnos miopemente en ufanarse de la
felicidad definitiva. Se debe mantener siempre la alerta de la fe,
que aspira a una consumación siempre mayor, y la aguarda
pacientemente.Hay
pendiente siempre la mayor gloria de Dios.
todos
sois hijos de la luz e hijos del día; no lo sois de la noche ni de
las tinieblas. Así, pues, no durmamos como los demás, sino estemos
vigilantes y despejados
Esa
bendición es una luz de fe, que no nos deja dormir, y ahuyenta las
tinieblas del triunfalismo que paraliza la vigilancia.
Mateo
25,14-30
REFLEXIÓN
Al
cabo de mucho tiempo volvió el señor de aquellos empleados y se
puso a ajustar las cuentas con ellos
Por
lo dilatado de la ausencia parece que no vendrá y nos parece que no
habrá que dar cuenta.
empleado
fiel y cumplidor
empleado
negligente y holgazán
Ni
la diligencia ni la negligencia se pueden tomar como bendiciones que
garantizan que no se dará cuenta. La vigilancia para que se dé una
y se evite la otra es necesaria y la expectativa de dar cuentas debe
ayudar para mantenerla.
echadlo
fuera, a las tinieblas; allí será el llanto y el rechinar de
dientes
Una
imagen de abandono y sufrimiento acarreados por sí mismo, sin el
consuelo de ser víctima. Pero aun en ese punto nos resistimos a dar
por finalizada la misericordia. Lo cual significa que la bendición
se mantiene.
Qué
se siente al final de este recorrido por la Palabra hoy? Que en
ciertos momentos ya no aguantamos más la espera, y anhelamos
fuertemente que cese el Misterio, para acceder en plenitud a la vida.
La construcción es hermosa y en su devenir hay parte de recompensa.
Mucho más tiene que ser la plenitud de la coronación del edificio,
cuando desde la perspectiva adecuada se pueda ver la totalidad y el
ensamblaje de todas las piezas. Es el gemido del Espíritu.
https://x.com/motivaciondehoy/status/1726206863073783959?s=20
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LA PALABRA
Proverbios
31,10-13.19-20.30-31
La
mujer suele ser el mejor testimonio de laboriosidad en beneficio de
todos, y los que saben apreciar su contribución reconocen aporte
cuando la sociedad es igualitaria y equitativa con ella.
Salmo
responsorial: 127
Se
puede y debe temer un Señor que nos explica como es el trato con él,
y no hacemos caso cuando parece estar fuera y no nos ve. Es una
bendición tener en cuenta su instrucción porque nos permite
prosperar y vivir bien
1Tesalonicenses
5,1-6
No hay que temer a
un Señor inédito y sorpresivo que puede llegar de repente, si nos
conducimos como hijos de la luz, brillando con nuestras buenas obras
para beneficio de otros
Mateo
25,14-30
Velar
no significa holgazanear. Ausencia física del Señor no significa
ausencia del todo. Juicio final, regreso del Señor no significa
necesariamente condenación, a menos que no hayas hecho nada por la
vida y el Reino. Lo mínimo se puede hacer por avanzar algo. Todos
están delegados en este dominio del Reino para crecerse y acrecentar
en beneficio de propio y de los demás. Es lo propio de una sociedad
fraternal movida por el ágape solidario.