lunes, 29 de enero de 2024

PALABRA COMENTADA

Lunes 4 de tiempo ordinario

Año Par

2Samuel 15,13-14.30;16,5-13ª



REFLEXIÓN

David subió la Cuesta de los Olivos; la subió llorando, la cabeza cubierta y los pies descalzos.

Motivo bíblico del pasado para significar el presente de Jesús de Nazaret, para los cristianos?

La fe de la comunidad buscaba fortalecerse en los liderazgos de la historia del pueblo elegido.

No se eligieron motivos de glorias humanas y grandes triunfos, sino que el nuevo David fue rastreado en las Escrituras con clave nueva: la cruz.

Lo que en su momento significaba muerte ignominiosa, o cadalso de rebelde, se transfiguraba en holocausto de redención.

Otra clave que aportó para los creyentes el caso Jesús fue la identificación de una constante en la historia humana: una desviación, un desvarío, una locura, un error sistemático dentro del sistema de plenitud llamado pecado.

Una especie de cáncer endémico en las regiones del espíritu de libertad.

Y todos sus compañeros llevaban cubierta la cabeza y subían llorando

El revés sufrido por David y su corte venía de uno de los suyos: una traición.

Muy propia de reinos sin dinastía como el del Norte posteriormente. Pero ahora se daba en la estabilidad del prolongado reino davídico.

Como para hacer pensar que la estabilidad de la roca de Sión y su rey era un don del Señor. No bastaba la astucia política.

"Ya veis. Un hijo mío, salido de mis entrañas, intenta matarme, ¡y os extraña ese benjaminita! Dejadlo que me maldiga, porque se lo ha mandado el Señor. Quizás el Señor se fije en mi humillación y me pague con bendiciones estas maldiciones de hoy."

Si somos honestos caeremos en cuenta, frente a la humillación que nos sobrevenga de las circunstancias históricas, que no somos totalmente inocentes. Es el principio de la justificación en el Señor.

Gente buena y aun santos de altar, por sus escritos y vida se conoce, pidieron a Dios humillaciones. Parecería masoquismo.

Pero cuando se capta el sentido que transmiten: que no somos del todo inocentes, que somos culpables en alguna forma siempre, que quien se conozca sabrá que es enfermo y necesita médico, entonces no resultan tan extrañas esas peticiones.

El don del conocimiento del pecado y del mal actuantes en mí, es un fruto buscado en la primera semana de los ejercicios de San Ignacio de Loyola.

Más bien es un don gozoso, porque aviva un deseo de perdón y misericordia, para sí y para otros y otras, que busca una regeneración que se va constatando y no depende finalmente de nuestro esfuerzo.

Salmo responsorial: 3



REFLEXIÓN

el Señor me sostiene. / No temeré al pueblo innumerable / que acampa a mi alrededor

Más bien es de gloriarse porque la circunstancias adversas presagian la intervención liberadora del Señor.

Marcos 5,1-20



REFLEXIÓN

le salió al encuentro, desde el cementerio, donde vivía en los sepulcros, un hombre poseído de espíritu inmundo

Parece la descripción de un equizofrénico, sin que por etiquetarlo hoy así, sepamos realmente qué sucede y por qué se produce, aparte de algunas hipótesis socioeconómicas.

Un perdedor aislado y repudiado por un mundo que presume de pureza y teme la contaminación.

Porque la intervención de Jesús, que recoge la comunidad creyente detrás del evangelista, no la mira como un hecho aislado que se pierde en el tiempo, sino como algo más que nos afecta para siempre.

Se pasaba el día y la noche en los sepulcros y en los montes, gritando e hiriéndose con piedras.

Era el drama humano inédito, que la salvación de Jesús saca del anonimato y alivia con misericordia.

Porque el mundo de los ganadores cubre el sufrimiento de muchos, con velos de indiferencia e indolencia, para no verse conmocionado en su seguridad sobre de lo que son ganadores.

La enfermedad, las dolencias, la muerte se convierten en enigma inquietante para ese mundo que no haya otro modo de librarse sino huyendo y quitando la vista.

Por Dios te lo pido, no me atormentes." Porque Jesús le estaba diciendo: "Espíritu inmundo, sal de este hombre."

Y le rogaba con insistencia que no los expulsara de aquella comarca

Los vulnerables en su proceso de liberación pueden extraviarse, porque confunden la seguridad de lo conocido, a lo que se aferran, con la vida nueva que se les ofrece.

Por eso sin nuestra colaboración en dejarnos llevar más allá de nuestras resistencias, el Señor no fuerza lo que llamamos milagro.

Un caso de resistencia frente al sanador. Se le teme al que puede liberar. Ya que liberarnos requiere concitar lo mejor de nuestras fuerzas.

Y esto no es posible sin batallar contra las fuerzas contrarias a la salud.

Somos así-desde la célula más recóndita- un campo de batalla.

Un problema más profundo en la enfermedad y opresión, es no ver la salvación sino en permanecer en tal esclavitud.

Habría que liberar como Jesús, en tal caso, por encima del aparente deseo real del oprimido, para que acceda a la verdadera salvación.

Tal iniciativa puede ser tomada por invasiva e irrespetuosa de los derechos de la persona, argumento que a su vez es perverso, porque mantiene las cadenas y la esclavitud.

Se acercaron a Jesús y vieron al endemoniado que había tenido la legión, sentado, vestido y en su juicio. Se quedaron espantados. Los que lo habían visto les contaron lo que había pasado al endemoniado y a los cerdos. Ellos le rogaban que se marchase de su país

Ese es el mercado: una construcción humana a costa del bienestar integral de la persona, si se lo permitimos.

Si no lo regulamos y le permitimos ser exclusivamente extensión del mundo de ganadores se convierte en un monstruo que devora sus creadores.

Este ser humano recuperó su dignidad perdida.

Lo cuál no sucedió sin un costo económico alto para esos criadores de cerdos.

Parece un asunto de prioridades: dignidad o cerdos.

El costo de la liberación puede ser muy alto, proporcionalmente a los medios de alguien.

el endemoniado le pidió que lo admitiese en su compañía.

La curación no significó en este caso que se diera paso a una relación de discipulado.

anúnciales lo que el Señor ha hecho contigo por su misericordia

A los ojos de Jesús es una misión tan válida e importante como seguirlo en su estilo de vida: proclamar la misericordia del Señor en la propia vida.

Surge así un ministerio que no entraña el seguimiento físico del Señor Jesús, pero sí su Espíritu de misión.

Tan importante como esto es recuperar la dignidad de la persona para glorificar al Señor.

El hombre se marchó y empezó a proclamar por la Decápolis lo que Jesús había hecho con él; todos se admiraban.

En el proceso de liberación de los propios males es importante dar testimonio en el propio lugar que se resiste a creer que pueda haber otra salvación que ser ganadores.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1488299731805786118?s=20&t=XHJFK0xhPI9jpTAybl05kw

https://x.com/motivaciondehoy/status/1751919449580442101?s=20

COMPARTIR LA PALABRA

2Samuel 15,13-14.30;16,5-13a

Quien ejerce el rol de estabilidad y seguridad es vituperado y ofendido y humillado. Pero el Espìritu de Dios vuelve oportunidad de salvaacion este momento por el reconocimiento de la propia responsabilidad, ubicando el poder autèntico en la misericordia de Dios.

Salmo responsorial: 3

No hay que temer a ningùn poder terrenal o espritual. Por encima està el Reino de Jesùs

Marcos 5,1-20

El tèrmino Legiòn alude a la confrontaciòn de dos o tres poderes:: Jesùs y el Reino, los Romanos, los demonios. Hay similitudes en la historia de la legiòn X en tiempos de Vespasiano entre el 66 y 69 d.C., cuando Marcos pudo haber sido redactado. O sea que ya no se trataria de una situaciòn originalmente referida a Cristo històrico.
 

DOCTORES DE LA IGLESIA

SERVIR A LA CONSERVACIÓN DE LA CREACIÓN

LUNES, IV SEMANA

San Hilario Salmo 132

Ved qué dulzura y qué delicia, convivir los hermanos unidos. Ciertamente, qué dulzura, qué delicia cuando los hermanos conviven unidos, porque esta convivencia es fruto de la asamblea eclesial; se los llama hermanos porque la caridad los hace concordes en un solo querer. Leemos que, ya desde los orígenes de la predicación apostólica, se observaba esta norma tan importante: En el grupo de los creyentes todos pensaban y sentían lo mismo. Tal, en efecto, debe ser el pueblo de Dios: todos hermanos bajo un mismo Padre, todos una sola cosa bajo un solo Espíritu, todos concurriendo unánimes a una misma casa de oración, todos miembros de un mismo cuerpo que es único. Qué dulzura, qué delicia, convivir los hermanos unidos. El salmista añade una comparación para ilustrar esta dulzura y delicia, diciendo: Es ungüento precioso en la cabeza, que baja por la barba de Aarón, hasta la franja de su ornamento. El ungüento con que Aarón fue ungido sacerdote estaba compuesto de substancias olorosas.

REFLEXIÓN

En el siglo que vivimos la discrepancia es moneda corriente de curso legal, y la polémica un estilo de conversación e intercomunicación. Quizás nuestra concordia fraternal se sienta un poco agredida y amenazada por ese estilo de verdad y honestidad. La prioridad allí se pone en la transparencia que deja saber lo que se piensa, sin darle un segundo momento. Sin embargo, el resultado no pocas veces es el rompimiento de la concordia y el buen ánimo de entendimiento. Hasta parece una cizaña sembrada en el campo sembrado, que pone en peligro la cosecha