jueves, 4 de julio de 2024

PALABRA COMENTADA

PALABRA COMENTADA

Santo Tomás apóstol

Efesios 2,19-22


REFLEXIÓN

sois ciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios

Parece que siempre habrá en esta vida terrenal algún lugar del cual seamos excluídos:nación, región, asociación, grupo, familia, amistad.

Sin embargo la buena nueva del Reino conlleva una pertenencia universal sin exclusiones- y si la intuición moderna de que no existen condenados en el infierno es cierta- ni los excomulgados estarán fuera de la familia de Dios definitivamente.

Es el espacio siempre abierto a la membresía gratuita y de calidad, al contrario de las políticas de mercado que sólo te conceden membresía si obtienen alguna ventaja económica.

Al contrario también de las políticas alternativas contra-mercado que al ponerse en ejecución terminan consolidando otra elites y fabricando nuevos excluídos.

el mismo Cristo Jesús es la piedra angular

Jesús de Nazareth en carne, en historia, en misión practicó la no acepción de personas. Un individuo anti-apartheid viviente. Luego tal es el fundamento de la nueva familia.De la nueva fraternidad.

Por él también vosotros os vais integrando en la construcción, para ser morada de Dios, por el Espíritu.

En un proceso de diferente ritmo y velocidad, en la medida de nuestra libertad. 

Un sentido procesual que nos consuela, porque todavía es posible, aún es tiempo, permanece la oportunidad de integrarnos.

Salmo responsorial: 116



REFLEXIÓN

aclamadlo todos los pueblos

Porque no hay quien esté excluído excepto el que se autoexcluya. Éste cuenta con toda su existencia para que lo piense y decida. 

Así puede pensarse que en la familia abierta del Señor fundadamentada en Jesús, hay autoexcluídos que por propia voluntad ingresan en un infierno.

Para siempre?

Juan 20,24-29



REFLEXIÓN

"Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo."

"¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto."

Podemos nombrar a Tomás patrono de los auto-excluídos. Hasta un evangelio gnóstico, de mucha utilidad para conocer aspectos complementarios de los canónicos lleva su nombre.

Quizá el mensaje con este apóstol, convencido por amor y paciencia después de los demás, sobre la resurrección, sea precisamente el del amor y la paciencia, para que los auto-excluídos se abran a una realidad más salvadora para ellas que su actual encerramiento.

Nos viene bien en el cuerpo de creyentes un Tomás incrédulo, mal pensado, suscrito a la teoría y práctica permanente de la conspiración, abogado del diablo, cínico burlador de las verdades de otros, epítome de la amargura, el desengaño y la decepción.

Así este carisma inquietante y transgresor nos ayudará a cribar nuestra fe, a fundamentarnos más sólidamente, a acrisolar nuestra esperanza por medio de la Palabra.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1675832133913391104?s=20

motivaciondehoy

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Santo Tomás apóstol

Efesios 2,19-22

Dios en Jesús ha formado una comunidad inclusiva que el gobierna como un padre de familia. Se incluye toda forma de división, exclusión y discriminación que afectan mujeres, empobrecidos, indocumentados y marginalizados.

Salmo responsorial: 116

Todas las naciones, todos los pueblos pueden alabar y esperar misericordia. Toda mediación hacia este objetivo es permitida.

Juan 20,24-29

Tomás, desde un claro escepticismo materialista se transforma en un claro confesor de la divinidad de Jesús. Una transformación propia del Espíritu Santo del Glorificado, comparable a la de Pablo, a la de Pedro, y en la historia de las mediaciones, a tódo aquel que nos ha dado testimonio de incredulidad y a la vez de confesión de fe, dando pie a la aclamación de la Gloria de Dios en medio de la asamblea de creyentes.

miércoles, 3 de julio de 2024

DOCTORES DE LA IGLESIA

DOCTORES DE LA IGLESIA

 

San Agustín Sermón 47, sobre las ovejas 1.2.3.6

Las palabras que hemos cantado expresan nuestra convicción de que somos rebaño de Dios: Él es nuestro Dios, creador nuestro. Él es nuestro Dios, y nosotros su pueblo, el rebano que él guía. Los pastores humanos tienen unas ovejas que no han hecho ellos, apacientan un rebaño que no han creado ellos. En cambio, nuestro Dios y Señor, porque es Dios y creador, se hizo él mismo las ovejas que tiene y apacienta. No fue otro quien las creó y él las apacienta, ni es otro quien apacienta las que el creo. Por tanto, ya que hemos reconocido en este cántico que somos sus ovejas, su pueblo y el rebaño que él guía, oigamos qué es lo que nos dice a nosotros, sus ovejas. Antes hablaba a los pastores, ahora a las ovejas. Por eso, nosotros lo escuchábamos, antes, con temor, vosotros, en cambio, seguros. Cómo lo escucharemos en estas palabras de hoy. ¿Quizá al revés, nosotros seguros y vosotros con temor? No, ciertamente. En primer lugar porque, aunque somos pastores, el pastor no sólo escucha con temor lo que se dice a los pastores, sino también lo que se dice a las ovejas. Si escucha seguro lo que se dice a las ovejas, es porque no se preocupa por las ovejas. Además, ya os dijimos entonces que en nosotros hay que considerar dos cosas: una, que somos cristianos; otra, que somos guardianes. Nuestra condición de guardianes nos coloca entre los pastores, con tal de que seamos buenos. Por nuestra condición de cristianos, somos ovejas igual que vosotros. Por lo cual, tanto si el Señor habla a los pastores como si habla a las ovejas, tenemos que escuchar siempre con temor y con ánimo atento..

REFLEXIÓN

No hay seguridad absoluta en nada, sólo fortaleza en la esperanza, ya seamos pastores o seamos ovejas. Menos ser machos cabríos disonantes en medio del rebaño de ovejas. Todos a nuestro turno somos pastores, y a nuestro turno ovejas del común. Unas veces liderando y  absorbiendo las exigencias del mismo liderazgo. Otras obedeciendo, cumpliendo lo que se nos señala para el bien de todos. Los machos cabríos son la oportunidad de revolver esa mansedumbre, y desorientar tanto a pastores como a ovejas. Por eso no hay seguridad absoluta.

Santo Tomás

El Papa Francisco, en el día de la fiesta de Santo Tomás de 2013, hizo una profunda reflexión sobre el apóstol Tomás, y recordó a los fieles que “el Señor sabe por qué hace las cosas. A cada uno de nosotros le da el tiempo que él piensa que es mejor para nosotros. A Tomás le ha concedido una semana. Jesús se presenta con sus llagas: todo su cuerpo estaba limpio, hermoso, lleno de luz, pero las llagas estaban y están todavía, y cuando el Señor vendrá, al final del mundo, nos enseñará sus llagas (...)”.El Papa Francisco, en el día de la fiesta de Santo Tomás de 2013, hizo una profunda reflexión sobre el apóstol Tomás, y recordó a los fieles que “el Señor sabe por qué hace las cosas. A cada uno de nosotros le da el tiempo que él piensa que es mejor para nosotros. A Tomás le ha concedido una semana. Jesús se presenta con sus llagas: todo su cuerpo estaba limpio, hermoso, lleno de luz, pero las llagas estaban y están todavía, y cuando el Señor vendrá, al final del mundo, nos enseñará sus llagas (...)”.

“Tomás, para creer, quería meter sus dedos en las llagas: era un testarudo. Pero el Señor quiso precisamente un testarudo para hacernos comprender algo más grande. Tomás vio al Señor, que le invitó a meter el dedo en la herida de los clavos, a poner su mano en el costado y no dijo: es verdad: el Señor ha resucitado. ¡No! Fue más allá. Dijo: ¡Dios! Es el primer discípulo que confiesa la divinidad de Cristo después de la resurrección, y que adora propiamente"