viernes, 30 de agosto de 2024

SAN CAARLO ACUTIS DE ASIS



Comienza de la carta de San Ignacio de Antioquía, obispo y mártir, a los Tralianos
(Caps 1, 1-3; 2; 4,1-2; 6,1; 7, 1-8, 1: Funk 1, 203-209)
Os quiero prevenir como a hijos míos amadísimos

Ignacio, por sobrenombre Teóforo, es decir, Portador de Dios, a la amada de Dios, Padre de Jesucristo, la Iglesia santa que habita en Trales del Asia, digna de Dios y escogida, que goza de paz, tanto en el cuerpo como en el espíritu, a causa de la pasión de Jesucristo, el que nos da una esperanza de resucitar como él; mi mejor saludo apostólico y mis mejores deseos de que viváis en la alegría.

Sé que tenéis sentimientos irreprochables e inconmovibles, a pesar de vuestros sufrimientos, y ello no sólo por vuestro esfuerzo, sino también por vuestro buen natural: así me lo ha manifestado vuestro obispo Polibio, quien, por voluntad de Dios y de Jesucristo, ha venido a Esmirna y se ha congratulado conmigo, que estoy encadenado por Cristo Jesús; en él me ha sido dado contemplar a toda vuestra comunidad y por él he recibido una prueba de cómo vuestro amor para conmigo es según Dios, y he dado gracias al Señor, pues de verdad he conocido que, como ya me habían contado, sois auténticos imitadores de Dios.

En efecto, al vivir sometidos a vuestro obispo como si se tratara del mismo Jesucristo, sois, a mis ojos, como quien anda no según la carne, sino según Cristo Jesús, que por nosotros murió a fin de que, creyendo en su muerte, escapéis de la muerte. Es necesario, por tanto, que, como ya lo venís practicando, no hagáis nada sin el obispo; someteos también a los presbíteros como a los apóstoles de Jesucristo, nuestra esperanza, para que de esta forma nuestra vida esté unida a la de él.

También es preciso que los diáconos, como ministros que son de los misterios de Jesucristo, procuren, con todo interés, hacerse gratos a todos, pues no son ministros de los manjares y de las bebidas, sino de la Iglesia de Dios. Es, por tanto, necesario que eviten, como si se tratara de fuego, toda falta que pudiera echárseles en cara.

De manera semejante, que todos reverencien a los diáconos como a Jesucristo, al obispo como si fuera la imagen del Padre, y a los presbíteros como si fueran el senado de Dios y el colegio apostólico. Sin ellos no existe la Iglesia. Creo que estáis bien persuadidos de todo esto. En vuestro obispo, a quien recibí y a quien tengo aún a mi lado, contemplo como una imagen de vuestra caridad; su misma manera de vivir es una magnífica lección, y su mansedumbre una fuerza.

Mis pensamientos en Dios son muy elevados, pero me pongo a raya a mí mismo, no sea que perezca por mi vanagloria. Pues ahora sobre todo tengo motivos para temer y me es necesario no prestar oído a quienes podrían tentarme de orgullo. Porque cuantos me alaban, en realidad, me dañan. Es cierto que deseo sufrir el martirio, pero ignoro si soy digno de él. Mi impaciencia, en efecto, quizá pasa desapercibida a muchos, pero en cambio a mí me da gran guerra. Por ello, necesito adquirir una gran mansedumbre, pues ella desbaratará al príncipe de este mundo.

Os exhorto, no yo, sino la caridad de Jesucristo, a que uséis solamente el alimento cristiano y a que os abstengáis de toda hierba extraña a vosotros, es decir, de toda herejía.

Esto lo realizaréis si os alejáis del orgullo y permanecéis íntimamente unidos a nuestro Dios, Jesucristo, y a vuestro obispo, sin apartaros de las enseñanzas de los apóstoles. El que está en el interior del santuario es puro, pero el que está fuera no es puro: quiero decir con ello que el que actúa a espaldas del obispo y de los presbíteros y diáconos no es puro ni tiene limpia su conciencia.

No os escribo esto porque me haya enterado que tales cosas se den entre vosotros, sino porque os quiero prevenir como a hijos míos amadísimos.

jueves, 29 de agosto de 2024

PALABRA COMENTADA

PALABRA COMENTADA

 

Martirio de san Juan Bautista

Jeremías 1, 17-19



REFLEXIÓN

En aquellos días recibí esta palabra del Señor: "Ciñete los lomos, ponte en pie y diles lo que yo te mando. No les tengas miedo, que si no, yo te meteré miedo de ellos. Mira; yo te convierto hoy en plaza fuerte, en columna de hierro, en muralla de bronce, frente a todo el país: frente a los reyes y principes de Judá, frente a los sacerdotes y la gente del campo. Lucharán contra ti, pero no te podrán, porque yo estoy contigo para librarte." Oráculo del Señor. 

Los encargos del Señor se acompañan con exhortaciones al valor. 

Desde Moisés, en el encuentro con la zarza ardiente, el Señor anuncia a los que llama para una misión, que Él acompaña a los enviados y les da su valentía.

Eso no quiere decir ausencia de dificultad y riesgos. 

Se trata de adoptar una actitud clave ante la vida, la historia, las personas y sus circunstancias: determinación.

Es común encontrar personas tenaces para perseguir sus sueños: plaza fuerte. 

Fuertes para sus ambiciones de realización, de crecimiento, de futuro. Eso es muy importante. 

Un joven sin horizonte u oportunidades es una frustración peligrosa.

Pero también hay jóvenes, aunque menos, con ilusión de la justicia, de equidad, y cifran su realización, no en tener para el poder en sí, sino en poder para servir, en entrega de sí mismos.

Esa juventud, además de cronológica puede llegar hasta la edad avanzada, porque la ilusión de hacer el bien se mantiene.

Salmo responsorial 70



REFLEXIÓN

Sé tu mi roca de refugio, / el alcázar donde me salve, / porque mi peña y mi alcázar eres tú

Qué sería hoy una imagen de la fortaleza que buscamos en Dios. Nuestra cultura es de ciudad, y la roca no se ofrece como una imagen diáfana de solidez. Al contrario, se tritura, para dar paso a terrenos aptos para otros menesteres.

Más bien nuestra cultura moderna adolesce de falta de imágenes de estabilidad y firmeza, que sacramentalicen la experiencia del Dios sólido y firme. 

Todas las realidades que experimentamos son débiles, caóticas, inciertas, riesgosas. Vivimos un tiempo de penuria.

Parece entonces importante entender su Palabra que está disponible siempre, como un recurso único de afianzamiento y solidez.

Venimos a ti todos los días para ser nutridos y persistir contra los embates de una existencia moderna cambiante.

Mi boca contará tu auxilio, / y todo el día tu salvación

También los fanáticos y radicales pueden alucinar con un llamado y una misión de frente a cualquiera. Cómo distinguir y discernir?

Ignacio de Loyola se sintió llamado y en una primera etapa asumió conductas extremas de penitencia y oración. Incluso mostró intolerancia cuando estuvo dispuesto a despachar un moro.

Pero su conversión evolucionó a la búsqueda del bien común, de la salvación de las almas entonces, mejor entendido como reino hoy.

Entonces busco medios aptos para canalizar la radicalidad de su motivación: educarse mejor, organizarse con un grupo, compartir su carisma.

Esta experiencia de vida plasmada en sus Ejercicios Espirituales siempre fue acompañada de Examen, discenimiento y acción de gracias. 

Entrega y disponibilidad al Señor con prudencia siempre.

Marcos 6,17-29



REFLEXIÓN

Herodías aborrecía a Juan y quería quitarlo de en medio; no acababa de conseguirlo, porque Herodes respetaba a Juan, sabiendo que era un hombre honrado y santo, y lo defendía. Cuando lo escuchaba, quedaba desconcertado, y lo escuchaba con gusto

La escucha de la voz de la Palabra tal como se plantea en una de las parábolas evangélicas se da en diversas disposiciones: unas más favorables que otras.

Herodes no obstante que Juan le enrostraba su adulterio no lo dañaba. Herodías en cambio maquinaba su muerte. 

Así de letal puede ser una palabra y aun la Palabra de salvación.

gustando mucho a Herodes y a los convidados

"Pídeme lo que quieras, que te lo doy."

Pero aun la mejor disposición si no llega a una decisión en firme para cambiar, se erosiona de muchas maneras. Aquí por Salomé y su danza.

La sutileza del relato apunta a una pasión, no a un goce estético. Tal debilitó la poca firmeza en la defensa de Juan por parte de Herodes.

No obstante la denuncia de adulterio por parte del Bautista, el rey sentía un valor respetable en su denuncia.

En nuestra cultura de mínimos, para algunos se aprecia más el débil apoyo que se tuvo alguna vez, aunque con resultados contrarios, que sostenerse firmemente en una convicción justa hasta dar la vida.

El círculo de Jesús, que Juan antecedía, es un círculo martirial: la vida se debe entregar a favor del Reino de Dios. 

El adulterio, tan fácilmente tolerado hoy, es un memorial del rompimiento de una alianza, que afecta la relación con Dios, y produce víctimas, muchas veces inocentes, o no tan culpables como el victimario.

trajo la cabeza en una bandeja y se la entregó a la joven; la joven se la entregó a su madre

La Palabra no muere porque elimines la cabeza con la boca que la profirió. 

Sigue vibrando en el aire y su efecto puede durar siglos. 

Porque es Palabra inspirada por el Señor.

En el caso de Ignacio su palabra fueron los Ejercicios Espirituales que han inspirado y siguen inspirando obras y decisiones salvíficas a lo largo del tiempo.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1696476756075532412?s=20


motivaciondehoy


COMPARTIR LA PALABRA


Martirio de san Juan Bautista

Jeremías 1, 17-19

La jactancia no es la fortaleza requerida, sino la que inspira Dios en el testimonio que es parte de la misión de su amar salvífico.

Salmo responsorial 70

Por eso pedimos su fuerza en medio del temor al peligro de todo tipo que nos rodea. No temáis, es su respuesta bienaventurada. 

Marcos 6,17-29

El celo de Juan fue hasta el final, entregando la Palabra, y derramando su sangre como ofrenda de credibilidad fortalecida por el don de Dios. Siempre la verdad aunque me quiten la vida.